Ojo, porque los estrenos en cines de este fin de semana tienen muy buena pinta, y además, son de lo más variados. Por un lado, regresa Álex de la Iglesia como director al cine tras Veneciafrenia (solo espero que esta comedia road trip funcione mejor); por otro lado, el cineasta responsable de La gran estafa americana tiene la difícil tarea de demostrar por qué Ámsterdam no es tan mala como dice la crítica. Y si te molan las comedias románticas, Bros: Más que amigos es para ti. Ah, y Penélope Cruz sigue a lo suyo enlazando proyecto tras proyecto, estrenando este viernes L'Immensità, una película italiana intimista. ¿Preparado para conocer cada lanzamiento en profundidad?
Álex de la Iglesia regresa a la comedia con esta road movie protagonizada por Alberto San Juan, Blanca Suárez, Ernesto Alterio y Rubén Cortada, entre otros. Lo hace tras arrasar hace años con Perfectos desconocidos, igualmente producida por Telecinco Cinema. ¿Será un nuevo éxito español? Tiene pintaza, la verdad, y posee ese toque de humor que necesitamos en los tiempos oscuros que nos ha tocado vivir.
Drama romántico con toques de comedia que ha recibido solo varapalos en Estados Unidos. The Wrap, por ejemplo, asegura que se trata de "una comedia de época inconexa y aburrida", mientras que Telegraph la considera "una propuesta muy pobre". Esta aventura romántica sobre tres amigos que se ven envueltos en una de las tramas secretas más impactantes de la historia de Estados Unidos no ha convencido, y puede convertirse en uno de los mayores fracasos de los últimos años. Ni Christian Bale, Margot Robbie, Robert de Niro o Anya Taylor-Joy le han permitido triunfar.
Publicitada como la primera comedia romántica LGTBIQ+ producida por un gran estudio, no deja de ser eso: una película ligera acerca del nacimiento de una relación entre dos chicos. Bros: Más que amigos no inventará la rueda, y tras Con amor, Simon, tiene la difícil tarea de superarla (por cierto, esta última es producida por Fox 2000 Pictures, por lo que la etiqueta quizás sobre...).
No es la primera vez que vemos a Penélope Cruz en una película italiana, aunque aquí tenga su proyecto más íntimo hasta la fecha en aquel país. La crítica destaca sobre todo la interpretación de la actriz española, más que su ejecución: Clara y Felice acaban de mudarse a un piso nuevo. Su matrimonio está acabado: ya no se aman, pero son incapaces de separarse. Lo único que los mantiene unidos son sus hijos, en los que Clara vuelca su deseo de libertad.
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