Ridley Scott es uno de los directores más reconocidos, pero también uno de los más polémicos. En las últimas semanas, por ejemplo, le hemos leído criticar al género de los superhéroes con crudeza, y ahora ha venido a culpabilizar a los 'millennials' del fracaso comercial de su última película, El último duelo. Si la habéis visto, podemos estar de acuerdo con que este largometraje es uno de los mejores de su carrera, pero, ¿puede tener la culpa un grupo social como este del varapalo económico?
Así, como lo lees: 27 millones de dólares en todo el mundo cuando la película costó más de 100 millones. Se necesitaban 300 millones para que fuese rentable, y se ha quedado en una décima parte pese al nombre de Ridley Scott.
Yo tengo otro culpable: la pandemia de Covid-19, y es que a pesar de que el público joven está volviendo a los cines, el adulto se está quedando en casa como demuestran fracasos del calibre de Última noche en el Soho o Spencer. Y El último duelo, por mucho que nos pese, no es una película para espectadores adolescentes o juveniles...
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