Desde finales de 2021 estamos leyendo que Rusia y Ucrania pueden entrar en guerra. Rusia comenzó a acumular tropas en su frontera con Ucrania, y desde entonces, no han dejado de aumentar las tensiones entre Putin y Zelenski. ¿Lo peor? En este caso, no parece que estemos ante una simple amenaza: la guerra entre ambas potencias está más cerca que nunca, y hasta Estados Unidos alerta ya de la posibilidad sin miedo a que se esté equivocando.
Pero comprender el conflicto entre Rusia y Ucrania es complicado, y ni con el cine es posible. Es una tensión histórica que proviene del pasado, y si quieres saber más de ella, será mejor que estudies un buen libro antes que ver una película. Pero buceando por la red he encontrado algunos largometrajes que ilustran más o menos lo que ha ocurrido en estos dos países y por qué lo que pueda suceder conlleva el peligro de cambiar el mundo tal y cómo lo conocemos.
Seré directo: el cine ucraniano y ruso, cuando ilustra este conflicto, lo hace desde la propaganda. Ucrania defiende su pugna, y Rusia la suya. Aún así, siempre ayuda ver las películas de cada país para saber cómo se desarrolla una guerra en pausa como ésta, la cual puede reactivarse de cara a los próximos días.
La Guerra del Donbass ha provocado un incontable reguero de muertes (podéis leerlo en el apartado final de este artículo), y mientras tanto, esta realidad queda ocultada en el escenario internacional.
En este caso sí hablamos de una película completamente propagandística utilizada por Rusia para defender su papel en la conquista de Crimea en 2014:
El conflicto entre Rusia y Ucrania viene de lejos; debemos remontarnos a la revolución ucraniana de 2014 en la que el presidente prorruso Viktor Yanukovych fue forzado a salir del Gobierno. Putin aprovechó esta inestabilidad para invadir la península de Crimea, al sur de Ucrania, y apoyar la insurgencia de los separatistas prorrusos en la región del Donbás, al este del país. Rusia finalmente logró conquistar a Crimea y comenzaron las sanciones a Rusia.
El problema es que estos castigos no fueron todo lo fuerte como hubiéramos esperado, y esto se debe a que no forma parte de Europa ni de la Alianza Atlántica. Y claro, Rusia no quiere que Ucrania se anexione a estos dos foros.
Mientras tanto, en la Guerra del Donbás se han producido 13.000 víctimas mortales, de las que 3.000 son civiles. Pérdidas humanas irreparables por un conflicto que ha sido obviado hasta por el cine.
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