Desde antes de su estreno, El Señor de los Anillos: Los Anillos de Poder se ha enfrentado a una batalla cuesta arriba por el apoyo de los espectadores. Las críticas de los tres primeros capítulos no han sido las mejores, al menos por parte del público general. Debido a ello tiene un 39% en Rotten Tomatoes. Si habéis leído mi anterior crítica sabréis que no creo que merezca las altísimas puntuaciones de la crítica, pero tampoco debería ser tan baja.
Los problemas principales que tiene esta serie residen en su guion, que es demasiado lento hasta ahora y que hay varias tramas que no acaban de funcionar. A pesar de ello la música es muy buena, la mayoría de las actuaciones también lo son y tiene los mejores efectos especiales que he visto hasta ahora en una ficción televisiva. El cuarto episodio me ha sorprendido gratamente, ya que ha mantenido la calidad de su puesta en escena, pero también ha logrado mejorar su ritmo:
En primer lugar, la trama que se desarrolla en Númenor ha pasado de ser una de las más lentas a moverse bien rápido. La misión de Galadriel, que parecía estancada por completo, ha avanzado tras tener una larga discusión con la reina regente Miriel. Esto es algo que podrían haber hecho desde un principio, en vez de ponerse a gritar y discutir sin conocerse.
Este rumbo es bastante esperanzador, ya que se dirigen hacia la zona que más acción tiene hasta el momento: el sur de la Tierra Media. Aquí es donde ha aparecido el primer ejército de orcos que capturó a Arondir y saqueó el pueblo de Theo. Si siguen a este ritmo puede que en uno o dos capítulos veamos la primera gran batalla entre los hombres de Númenor y los secuaces de Sauron.
Además de todo esto, tengo muchas ganas de que los caminos de Galadriel y Theo se crucen para ver cómo reacciona ante la misteriosa espada del joven. Este artefacto podría ser una pieza clave en la trama y espero que la veamos en acción pronto. Su diseño es uno de los que más me ha gustado hasta el momento, esa hoja hecha de humo y fuego parece un arma digna de un Balrog.
Y hablando de Balrogs, este último capítulo ha tenido un par de momentos muy interesantes dentro de las minas de los enanos. Durin estaba escondiendo algo a Elrond: una mina secreta en las profundidades de Khazad-dûm. En ella, el pueblo de la montaña ha hallado un mineral muy interesante y brillante. Este material refulgente ha sorprendido al elfo, quien ha dicho que se trataba de Mithril.
Su nombre es clave, ya que los enanos de Khazad-dûm cavaron muy profundamente en la montaña para encontrarlo. El Mithril parece estar consumiendo a Durin, quien ha desafiado las órdenes de su padre para extraerlo. Esto indica que acabará siendo la razón por la cual ahondarán sus agujeros más de lo que deberían. Recordad que el Balrog de las minas de Moria (que antaño se llamaban Khazad-dûm) es conocido como el Daño de Durin. Con todo lo sucedido este capítulo puede que veamos al titán de fuego antes de lo que pensábamos.
Una de mis partes favoritas del episodio han sido las referencias al Legendarium de Tolkien que se han hecho. Espero que también alegre y apacigüe un poco a los fans de los libros y que dejen de hacer tanta campaña en contra de la producción. En primer lugar, me ha llamado la atención que Elrond hablara sobre su padre, cosa que apenas vemos en las películas. Y es que Eärendil no es moco de pavo, este personaje es uno de los más cruciales en la derrota de Morgoth, debido a su intrépido viaje para convencer a los Valar de luchar.
Además de esta referencia, también vemos lo mucho que se teme y respeta a los dioses en Númenor. Su reina menciona varias veces a los Valar, cosa que demuestra el impacto latente de la Primera Edad y sus guerras. Por último, hay una frase muy importante que un viejo le dice a Theo cuando le habla sobre su espada. Tras decirle que Sauron está por llegar, menciona el meteorito que cayó hace un par de capítulos. Esto podría respaldar una teoría que dice que el señor oscuro se hará pasar por uno de los Istari (los magos), los enviados de los dioses.
Si Amazon Prime Video quiere que El Señor de los Anillos: Los Anillos de Poder acabe siendo un éxito, tiene que comenzar a cambiar el guion. Los tres primeros capítulos no son malos, pero dejan una sensación rara tras verlos debido a que no sucede gran cosa. Esto ocurre porque tienen un montón de tramas secundarias que no llevan a ninguna parte y no aportan nada a las demás.
El último capítulo ha sido mucho mejor en este sentido, pero sigue teniendo su dosis de “grasa” argumental. En este caso ha tomado la forma de la hermana de Isildur, quien no para de aparecer. Su único cometido es reaccionar a la trama y desarrollar su arco, que consiste básicamente en estudiar arquitectura y un posible romance que tampoco interesa a nadie. Si logran quitar estos momentos insípidos y mantienen el ritmo de esta última entrega, opino que podemos estar ante una producción con bastante más potencial de lo que creía.
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