Una semana más, Disney Plus ha estrenado su correspondiente capítulo de "Falcon y el Soldado de Invierno". La segunda serie de Marvel para la plataforma ya ha llegado a su ecuador y lo ha hecho en plena forma. Todas las tramas están abiertas, cada vez hay más acción y las expectativas generadas con los tráilers están cumpliendo con lo esperado.
En este tercer episodio de "Falcon y el Soldado de Invierno", titulado "Tráfico de Influencias", los protagonistas debían ir a visitar a la cárcel al malvado Zemo, el villano de "Capitán América: El Soldado de Invierno". El objetivo, conseguir respuestas rápidas y precisas sobre el origen desconocido del suero del súper soldado que parece estar circulando libremente entre los Sin Banderas. Y vaya que si han conseguido respuestas.
Directos al grano
Uno de los aspectos más llamativos del episodio es que confirma lo que parecía presuponer su capítulo predecesor. Si la serie comenzó ofreciendo un gran trasfondo humano a Bucky y Sam, el tono heróico cada vez se ha ido haciendo más presente. De hecho, en el estreno de esta semana, "Falcon y el Soldado de Invierno"se sirve de la vida privada y el pasado de los personajes únicamente como excusa para avanzar en la trama y que lleguen los tortazos.
Y es que en realidad todo está supeditado a ese fin. La serie es plenamente consciente de sí misma, de lo que puede y debe ofrecer. También es consciente de que la temporada ya ha consumido su primera mitad y todo está aún muy abierto. Tocaba dar un salto de gigante antes de encarar el desenlace. Y eso ha hecho.
Tal es el ritmo acelerado de "Falcon y el Soldado de Invierno" que ni las potentes apariciones de Sharon Carter o el propio Zemo consiguen frenar la velocidad de crucero que ha alcanzado la producción. Todo pasa muy deprisa, y los reproches y conversaciones profundas -que por suerte siguen ahí para recordarnos quiénes son- se desvanecen rápidamente entre tiros, explosiones y momentos de gran suspense.
Crimen neo-noir
De hecho, la influencia clara de este episodio es, sin duda, la franquicia "John Wick". La trepidante y violenta acción (dentro de lo que permiten los cánones del UCM) está rodada en largos planos en movimiento en los que se suceden los disparos, los puñetazos y las cuchilladas. Un auténtico placer visual para los amantes del género.
También es muy cercana a la saga de Keanu Reeves la estética pulp y neo-noir que presenta "Falcon y el Soldado de Invierno" en Madripur. Neones, vestimentas excéntricas, luces de colores saturadísimos y fiestas, pero también mafias, venganzas, sicarios y contrabando. Este peculiar trozo de universo que se muestra por primera vez en el UCM combina varios de los ingredientes que tan bien han funcionado últimamente en las películas de acción modernas.
Y lo cierto es que lo hace a las mil maravillas. Es francamente agradecido ver que "Falcon y el Soldado de Invierno", como hiciera en su momento "Bruja Escarlata y Visión" en Westview, lleva al espectador a un entorno hasta ahora desconocido en la franquicia. Aporta un aire renovado muy agradecido a un universo que cada vez cuenta con más lugares diferentes en su haber.
Conclusión
El tercer capítulo de "Falcon y el Soldado de Invierno" lleva a su cénit lo que hasta ahora se nos había planteado. Siguiendo el sendero de las franquicias de moda en el cine de acción, la serie regala casi una hora de lo más intensa llena de peleas y momentos muy reveladores. La trama avanza a un ritmo vertiginoso y hace que encare su recta final dando un potente golpe sobre la mesa y disipando las dudas a quienes la veían como un "producto menor" dentro de Marvel. El episodio es a todas luces memorable.
El tercer capítulo de "Falcon y el Soldado de Invierno" lleva a su cénit lo que hasta ahora se nos había planteado. Siguiendo el sendero de las franquicias de moda en el cine de acción, la serie regala casi una hora de lo más intensa llena de peleas y momentos muy reveladores. La trama avanza a un ritmo vertiginoso y hace que encare su recta final dando un potente golpe sobre la mesa y disipando las dudas a quienes la veían como un "producto menor" dentro de Marvel. El episodio es a todas luces memorable.
Estética visual muy cuidada y acertada
Secuencias de acción violentas y espectaculares
Ritmo elevadísmo
No permite que la trama se estanque en ningún momento
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