La segunda temporada de "The Mandalorian" ha supuesto un absoluto disfrute desde su primer episodio, confirmándose como el mejor producto de Star Wars en mucho tiempo. La serie ha dejado en estos ocho episodios un sinfín de momentos que pasarán a la historia de la franquicia. Pero ya se sabe: "Este es el camino". Y como todo camino,ha llegado a su final.
El último capítulo de la temporada, titulado "El Rescate", trata precisamente sobre eso. Mando, junto a Cara Dune, Boba Fett y Fennec Shand, tratará de dar caza a Moff Gideon y liberar de sus temibles experimentos al pequeño Grogu (Baby Yoda). El grupo de rescate consiguió en el anterior episodio las coordenadas de la nave de Gideon, por lo que la batalla final se desencadenará sin remedio. Vedlo en Disney Plus antes de seguir leyendo porque llegan los spoilers.
Un cierre perfecto
El capítulo ha sido dirigido por Peyton Reed, quien ya se encargara del segundo episodio de esta temporada. Un precedente muy arriesgado, puesto que fue a todas luces el más flojo (que no malo) de esta nueva remesa. Sin embargo, "El Rescate" se aleja por completo de ese tono más pausado que había mostrado Reed y regala un capítulo sin pausas y lleno de momentos vibrantes. Un ejercicio que habría firmado cualquiera de los grandes genios del género como Steven Spielberg o el propio George Lucas.
Aquí todo está supeditado a crear emoción, a mantener al espectador totalmente inmerso en la emocionante narrativa que está viendo. Cada imagen, cada acorde de la banda sonora, cada pausa... todo busca generar ese efecto, la imposibilidad de apartar la mirada de la pantalla. Y vaya si lo consigue. El trabajo que ha hecho Reed tras las cámaras, apoyado en el guion de Favreau, es impecable y se ajusta perfectamente al tono que debía tener el cierre de una temporada que ha apostado muy fuerte por la sorpresa y la emoción. Y como muestra está el final, tan bello, emotivo y redondo que es imposible no derramar lágrimas.
La despedida de Mando y Grogu es sencillamente preciosa. Reed ha dejado una de las mejores escenas no solo de la serie, sino de todo Star Wars. Muestra perfectamente y sin apenas diálogo esa relación padre-hijo, tan explorada en la saga y que con este dúo alcanza su cénit. También la evolución del personaje de Pedro Pascal, que poco a poco ha ido olvidando todos sus valores en favor del pequeño. Eso por no hablar de la asombrosa llegada de Luke Skywalker (y R2-D2) para salvar el día. Un momento muy rumoreado pero que resulta ser un clímax brillante para el episodio y para la temporada.
Que el ritmo no pare
Una vez comentado ese final, cabe recalcar que este se sostiene sobre 40 minutos previos de puro goce galáctico. El episodio empieza directamente con el Esclavo I persiguiendo una lanzadera imperial. La secuencia está llena de disparos, piruetas e imágenes potentísimas. "The Mandalorian" sabe lo que quiere el fan y se lo sigue lanzando a la cara sin pudor pero con un acierto extraordinario. Y así será el resto del capítulo: el reclutamiento de Bo-Katan y su compañera Koska Reeves, la llegada al crucero de Moff Gideon, el enfrentamiento cara a cara entre Mando y el villano, la llegada de los dark troopers...
No hay pausas en el trama. Tampoco hacen falta, la historia está clara y el camino al desenlace es evidente. El capítulo anterior se había guardado de avanzar demasiado para precisamente concederle a este los honores de pisar a fondo el acelerador. Y merece totalmente la pena. No hay una sola secuencia que no sea entretenida.
Un único pero
En realidad "El Rescate" no es perfecto. Y cualquiera que lo haya visto sabe por qué. La llegada de Luke es espectacular, es cierto. Y verle destrozando uno a uno a los poderosos dark troopers de Moff Gideon como si fueran fichas de dominó es sensacional y delicioso para cualquier fan de la saga. Finalmente llega el temible momento en el que el Jedi se descubre la cara. En los últimos años se había hablado de Sebastian Stan como posible nuevo Luke en caso de que hiciera falta. Incluso Mark Hamill había dado su beneplácito por su asombroso parecido.
Pero en Star Wars llevan ya varios años apostando fuerte por el remplazo de cara vía CGI. Se probó en "Rogue One" con la princesa Leia y el General Tarkin con un resultado que no era sobresaliente pero sí positivo. Desde entonces se ha utilizado en más películas. Y eso es lo que han hecho nuevamente en este final de temporada de "The Mandalorian". Sin embargo, esta vez no ha ido tan bien. De hecho ha ido bastante mal. La sensación al mirar a Luke a la cara es más parecida a estar viendo un videojuego que una serie de acción real. Esto te saca del episodio, es algo completamente anticlimático y se hace muy cuesta arriba. En la serie son muy de arriesgar y suele salir bien, pero este no ha sido el caso.
Futuro abierto
La dolorosa despedida de Mando y Grogu conlleva irremediablemente a la pérdida de un ingrediente capital para la serie. El adorable Baby Yoda se había convertido en el rey absoluto de "The Mandalorian" desde su primera aparición. Ahora, su marcha junto a Luke deja huérfana a la producción, que de cara a sus futuras temporadas se verá obligada a reinventarse.
En realidad esto no es algo tan terrible como parece. O sí, pero habrá que vivir con ello. En el episodio anterior, Baby Yoda no apareció ni un solo segundo y sin embargo la aceptación general fue satisfactoria. Por tanto, no hay motivo para pensar que esto no pueda repetirse. A eso hay que sumarle que se mantiene la intriga sobre el futuro del Sable Oscuro y la soberanía de Mandalore, por donde parece que la serie podrá encontrar su vía de escape a este problema. Y además se ha anunciado un nuevo spin-off sobre el querido cazarrecompensas Boba Fett.
Conclusión
El 2x08 de "The Mandalorian"es el éxtasis perfecto a una temporada perfecta que no solo ha mantenido el nivel de la primera, sino que lo ha elevado. A excepción del horrendo CGI, todo lo que ocurre en el episodio está resuelto de la mejor forma posible, dejando algunas de las secuencias más impresionantes de toda la historia de Star Wars. Y por si fuera poco, mantiene sin resolver algunas tramas muy interesantes sobre las que puede girar la serie en futuras temporadas.
El 2x08 de "The Mandalorian" es el éxtasis perfecto a una temporada perfecta que no solo ha mantenido el nivel de la primera, sino que lo ha elevado. A excepción del horrendo CGI, todo lo que ocurre en el episodio está resuelto de la mejor forma posible, dejando algunas de las secuencias más impresionantes de toda la historia de Star Wars. Y por si fuera poco, mantiene sin resolver algunas tramas muy interesantes sobre las que puede girar la serie en futuras temporadas.
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