Netflix, en cuanto a series españolas, no podemos decir que arriesgue: ni La Casa de Papel ni Élite son productos de autor, sino que se dirigen a un gran público objetivo que disfruta de estas ficciones. Tampoco eran 'especiales' Las Chicas del Cable, Hache o Alta Mar, y tampoco lo va a ser Valeria, la nueva apuesta de Plano a Plano para la plataforma de streaming y que nos ha sorprendido por un aspecto en concreto: las actuaciones de la mayor parte de su reparto, y sobre todo de las protagonistas, son convincentes.
Intentando ser una especie de Sexo en Nueva York o Goosip Girl a la española, Valeria se encarga de adaptar la saga literaria escrita por Elisabeth Benavent y que ha vendido cientos de miles de copias en todo el país en una serie que se pasa rápido, cuyas tramas deben alargar lo que se leen en las páginas de forma irremediable, pero que consigue entretener a aquellos espectadores que quieran disfrutar de una ficción ligera, con personajes atractivos y con pequeños toques de sensualidad (que no erotismo).
Un Madrid urbanita con personas 'reales'
Valeria acierta en recrear una sociedad juvenil, aunque no adolescente, con sus problemas habituales (amor, crisis económica, situación laboral o amistad) ambientada en un Madrid más vivo que nunca. Ahora que las calles están vacías como consecuencia del coronavirus, vemos a la capital de España muy bien reflejada, apoyada en algunos arquetipos, pero reflejando lo que realmente es: una ciudad urbanita, con todo tipo de personas, y muy abierta.
Sobre sus personajes, nos han gustado mucho el grupo de chicas protagonistas, empezando por una Valeria muy convincente que se debate entre la necesidad de una economía estable, y el deseo de dedicarse profesionalmente a la escritura; entre un matrimonio sumido en la rutina, y la lujuria que le supone el personaje interpretado por Maxi Iglesias. Un reflejo de las crisis existenciales que muchas jóvenes de hoy en día tienen y en la que estas se verán reflejadas sin duda alguna.
Es cierto que en el libro no había ninguna chica que fuese lesbiana o bisexual, pero que Nerea lo sea dentro del grupo de amigas es algo que le da un toque fresco y necesario para que no todas las protagonistas tengan la necesidad de una relación heterosexual, con todos los intereses que ello conlleva. Además, el no haber contado a sus padres su orientación sexual le ha dotado de una serie de inseguridades que, además, se complementa con el problema de ser 'diferente' al resto de sus amigas.
Tramas simples, faltas de realidad
Ahora bien, si la representación de Madrid y sus personajes nos parecen 'reales', no tanto las tramas en las que se ven involucradas: los problemas que rodean a Valeria, llegado un punto, parecen inverosímiles, ya que el querer dotar al personaje de un realismo necesario, provoca que no nos creamos que todo lo malo le ocurra a ella. Tampoco nos gusta que lejos de centrarse en su vida autónoma como escritora, ponga todos sus esfuerzos en reencaminar su aspecto amoroso, provocando que el espectador tenga la sensación de una dependencia en un hombre innecesaria para un personaje tan fuerte como el de Valeria.
¿Qué ocurre con las subtramas del resto de amigas? Algo parecido: como ocurría en muchas ocasiones con Sexo en Nueva York, tantos problemas se convierten en algo surrealista, y lo que debería ser el verdadero motor de la trama, acaba descarrilando en ciertos momentos. Todo se salva gracias a unos diálogos muy bien escritos y, sobre todo, genialmente interpretados por las cuatro protagonistas: Diana Gómez, Paula Malia, Silma López y Teresa Riott.
Sorprende por lo vivos que son sus personajes; falla en la cotidianidad
Pese a que en esta crítica de Valeria parece que nos situamos frente una serie llena de contrastes, lo cierto es que estamos ante un buen producto comercial que, como ocurre con este tipo de producciones, acierta en determinados aspectos (sus personajes y la ambientación), y falla en otros (tramas simples que se vuelven artificiales). Destacar el genial trabajo del equipo técnico, que ha conseguido una fotografía muy buena y llena de contrastes, y el de su protagonista, Diana Gómez, que da vida a una mujer que, con casi total seguridad, veremos en una más que posible temporada 2.
Pese a que en esta crítica de Valeria parece que nos situamos frente una serie llena de contrastes, lo cierto es que estamos ante un buen producto comercial que, como ocurre con este tipo de producciones, acierta en determinados aspectos (sus personajes y la ambientación), y falla en otros (tramas simples que se vuelven artificiales).
El apartado técnico: muy positivo, como siempre que hablamos de su productora, Plano a Plano
Serie que se pasa en un suspiro: buen ritmo
Diálogos y personajes que servirán para empatizar con el público
Tramas que se vuelven simples y que pierden su 'realismo'
El interés amoroso de Valeria: hubiéramos preferido explorar más su lucha por escribir
Netflix, HBO Max, Prime Video, Disney Plus y Filmin, mis plataformas de streaming favoritas. Harry Potter, Marvel, DC, James Bond y Fast & Furious, mis películas comerciales preferidas. La vida es bella, mi película favorita. Así soy yo, y así seguiré.
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