Evidentemente, cuando adaptas una saga literaria de éxito, es bastante fácil que arrases. Al menos si la adaptación merece la pena y es ambiciosa (ya sabemos que Divergente, por ejemplo, fue un absoluto fracaso). Sin embargo, en Netflix uno ya no sabe qué esperar. Y cuando en 2021 se estrenó Sombra y hueso, muchos temíamos lo peor.
Sorprendentemente, Sombra y hueso terminó siendo mejor serie de lo que esperábamos. Mucho mejor, diría yo. Y ahora que se ha estrenado su segunda temporada en Netflix, me gustaría convenceros a todos para que le deis una oportunidad antes de que la plataforma de streaming la cancele. Os aseguro que si os mola la fantasía y las aventuras en tono juvenil, Sombra y hueso es una serie hecha a la medida para todos vosotros.
La historia de Sombra y hueso empieza en Ravka, un país inventado que nos recuerda demasiado a la Rusia zarista. No solo en su nombre, también en sus costumbres y cultura. Lo que hace diferente a Ravka de aquella Rusia imperial es el componente de fantasía: ciertas personas poseen poderes con los que pueden manipular los elementos. Sin embargo, no son suficientes para proteger al mundo de una horda de monstruos peligrosos.
El primer componente que debe tener toda serie de fantasía es una buena ambientación. Y es precisamente por lo que más destaca Sombra y hueso: puede que no tenga el presupuesto más elevado del mundo, sobre todo en su primera temporada, pero es una adaptación de primera que sabe cómo utilizar los efectos especiales a su propio beneficio. De esta forma, en ningún momento he tenido la impresión de estar en un estudio con pantallas verdes. Los personajes se mimetizan con los escenarios de forma orgánica. Y os aseguro que el resultado es realmente impresionante.
Segundo, pero no por ello menos importante, el guion te invita a seguir disfrutando de Sombra y hueso. Es decir, el libreto es adictivo, en parte gracias a las obras que adapta, pero sobre todo por un brutal trabajo de guion. Sombra y hueso sabe cómo dosificar la información para generar interés en el espectador, de tal forma que ni en los episodios de más relleno se nos hace pesado el ritmo.
En definitiva, es el momento perfecto de que abras Netflix y te pongas las dos temporadas de Sombra y Hueso. Y descubre si habrá una tercera temporada, porque ya se habla de ello fuera de la plataforma de streaming. Es adictiva, está bien realizada y la historia es apasionante. ¡Y qué decir de sus personajes! Te engancharán sus tramas sin duda.
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