¿Alguna vez has soñado con transformarte en un dinosaurio mientras exploras un mundo prehistoric-punk con tus amigos? Vale, seamos sinceros, yo desde luego no, pero oye aquí tenemos esta opción y, cuanto menos, resulta interesante… Coridden materializa esta peculiar fantasía en una propuesta que, aunque imperfecta, destaca por sus ideas originales y su valiente apuesta por la diversión cooperativa. Reconozco que me he pasado bastantes horas cabalgando reptiles y luchando junto a mi equipo para poder contaros que realmente hay algo que mola en este juego para que no lo pierdas de vista. Pero espera que te cuento mucho más.
El estudio indie Aftnareld ha creado una experiencia que, si bien carece del pulido de las grandes producciones, compensa sus defectos técnicos con un corazón enorme y mecánicas verdaderamente innovadoras. La verdad es que es muy esperanzador ver cómo un juego se atreve a ser diferente sin miedo a las consecuencias.
El universo de Coridden mezcla elementos prehistóricos con tecnología avanzada de una manera que, sobre el papel, suena descabellada. Espadas y lanzas conviven con ordenadores y guanteletes high-tech en un mundo donde puedes transformarte en diferentes tipos de reptiles gracias a una misteriosa IA. Desde luego no es algo habitual, pero no me negaréis que estas mecánicas llaman la atención y suenan realmente apetecibles.
Hay una historia aquí escondida que, sin volarnos demasiado la cabeza, te permite seguir queriendo conocer más de lo que ocurre en esta misteriosa fantasía. La búsqueda de nuestro padre perdido y el misterio de la ciudad bloqueada de Aasha sirven como telón de fondo para una historia que, aunque algo tosca en su narrativa, logra tocar temas familiares de una manera sorprendentemente sincera y personal.
El sistema de combate brilla especialmente cuando juegas en cooperativo, permitiendo que hasta cuatro jugadores combinen sus habilidades humanas y bestiales. La capacidad de alternar entre forma humana y reptil, cada una con su propia barra de energía y conjunto de habilidades, crea situaciones tácticas únicas y momentos verdaderamente espectaculares.
La progresión está bien pensada, con árboles de habilidades tanto para la forma humana como para cada tipo de bestia que desbloquees. Esto permite una personalización profunda y fomenta la experimentación con diferentes roles dentro del equipo, lo que hace que te mantenga enganchado a la hora de mejorar y hacer evolucionar a tu personaje hasta hacerlo un master de la prehistoria cyberpuneska.
Visualmente, Coridden apuesta por un estilo colorido y vibrante que funciona especialmente bien en los entornos exteriores. Los efectos de partículas de los ataques mágicos y las transformaciones son especialmente llamativos, creando un espectáculo visual que compensa las limitaciones técnicas evidentes, pero oye es un indie, tampoco seamos demasiado exigentes aquí.
Sin embargo, la cámara puede ser problemática, especialmente en espacios cerrados o cuando el equipo se separa demasiado y esto sí que puede llegar a desquiciarse hasta que demos con el punto exacto o nos acostumbremos a ello. Las animaciones y el control de los personajes también muestran cierta rigidez que revela el origen indie del título.
El diseño centrado en la cooperación brilla cuando coordinas estrategias con tu equipo. Montar a tus compañeros transformados en bestias no solo es divertido, sino que añade una capa estratégica única a la exploración y el combate. El sistema de teletransporte entre jugadores es especialmente útil, ya que cuando te pierdas por ahí haciendo la cabra y tus colegas necesiten apoyo, te plantarás delante de ellos más rápido que cuando tu jefe te llama al orden.
Los desafíos de exploración y combate están bien balanceados para el juego en equipo, aunque la dificultad puede ser irregular en ocasiones, especialmente cuando te enfrentas a grandes grupos de enemigos donde todo se vuelve un tanto caótico aunque, como digo, podrían estar más pulidos esto sí que podría haberse ajustado un poco más.
Las misiones secundarias de Coridden representan quizás el aspecto más conservador del juego. A pesar de contar con personajes interesantes y algunas situaciones divertidas, la mayoría se reducen a la fórmula clásica de "busca esto" o "mata aquello". Es especialmente decepcionante considerando lo innovador que es el juego en otros aspectos, como sus mecánicas de transformación y cooperativo.
La decisión de centrarse en la historia principal resulta casi natural, ya que las misiones secundarias, aunque ayudan a subir de nivel, raramente aportan algo significativo a la experiencia más allá de recursos y equipo. Es una lástima que no se aprovechara el potencial del sistema de transformación para crear misiones más originales.
El apartado sonoro de Coridden es una montaña rusa de aciertos y errores. Por un lado, la banda sonora orquestal acompaña perfectamente la aventura, creando atmósferas épicas durante las batallas y momentos más íntimos durante la exploración. Los efectos de sonido también destacan, especialmente, en las transformaciones y habilidades especiales.
Sin embargo, el doblaje es notablemente irregular. Mientras algunos actores de voz ofrecen interpretaciones decentes, otros suenan forzados o fuera de lugar. Los diálogos a menudo carecen de la dirección necesaria, lo que resulta en escenas que pueden sacar al jugador de la experiencia. Es un aspecto que claramente refleja las limitaciones presupuestarias del proyecto.
Coridden es el ejemplo perfecto de cómo una idea original puede brillar incluso cuando la ejecución no es perfecta. Sus mecánicas únicas de transformación y cooperación, junto con su interesante mezcla de ambientación, lo convierten en una experiencia única que merece la atención de los amantes de los RPG de acción cooperativos.
Por su precio asequible y sus ideas innovadoras, es fácil perdonar sus fallos técnicos y centrarse en lo que hace bien: crear momentos memorables de diversión cooperativa mientras cabalgas dinosaurios con tus amigos. Una propuesta valiente que, aunque necesita pulido, nos deja con la esperanza de que todavía hay espacio para la innovación en el género.
