Por todos es conocida la fama de las pirámides, tumbas de grandes faraones enterrados con sus inmensas riquezas pero también llenas de trampas dispuestas a llevarse con ellas a todo intruso que trate de entrar y llevarse un tesoro que no le pertenece. Todo entra dentro de lo habitual hasta aquí, pero lo que cambia en este juego es el hecho de que, si bien normalmente las trampas se activan por su cuenta, aquí es el faraón quien decide cuando y como deben activarse. Y lo mejor de todo es que nosotros podemos ser ese faraón.
Desde la primera fase, una momia (quién sino) nos guiará en nuestros primeros pasos tras el repentino despertar que han provocado una serie de ladrones de tumbas a su llegada a nuestra pirámide. Aprenderemos que debemos reactivar las trampas tras mucho tiempo sin ser usadas, y para ello deberemos usar la moneda del juego que es nada menos que las calaveras de nuestras víctimas. Por supuesto al empezar cada fase tendremos unas cuantas para activar las primeras trampas, pero deberemos gastarlas con cuidado ya que podríamos encontrarnos con que a mitad de una oleada nuestras trampas no puedan reactivarse para parar a los ladrones que ya corren cegados por el brillo de nuestro querido tesoro.
Por supuesto, las trampas son la mecánica principal con respecto a este juego. Si habéis jugado al ya clásico Lemmings os puede sonar, salvo que en este caso no queremos que los pequeños personajes lleguen al final del camino, sino todo lo contrario. Si no os suena este juego no os preocupéis, ya que al fin y al cabo utiliza la mecánica de un tower defense, uno eso sí con trampas fijas. No tendría sentido ponernos a construir unas nuevas en una pirámide que ya tendrá varios siglos de antigüedad, ¿no es cierto?
Hay que tener en cuenta también otro hecho, y es que estas trampas con el paso de los años no son tan eficaces como pudieron serlo cuando se construyeron. Cuando hagamos uso de ellas, tendremos que esperar un período de tiempo hasta que estas se vuelvan a rearmar, listas para ser usadas con el siguiente ladrón, o ladrones si conseguís pararle los pies a más de uno al mismo tiempo. No solo eso, sino que también podremos hacer uso de algunas de estas trampas para bloquear el camino y que así los ladrones tengan que escoger una ruta alternativa. Eso sí, mucho cuidado con esto ya que si nos despistamos se nos puede ir de las manos y tener a estos intrusos caminando a sus anchas por nuestra pirámide sin que podamos defender todos los caminos. El faraón tendría poderes sí, pero nosotros solo tenemos un stylus para activar las trampas.
Como ya hemos mencionado, deberemos defender la cripta de las oleadas de ladrones de tumbas, que irán a más a medida que avancemos a lo largo de los 30 niveles que tiene el juego. Al principio todos avanzarán de forma simple, siguiendo el camino predefinido o el que les marquemos a base de bloquear el camino con ciertas trampas. El problema vendrá cuando otra clase de asaltantes se unan a los grupos, como por ejemplo la clase de asaltante que no camina, sino que corre directo a por el tesoro y por el que tendremos que planear incluso mejor nuestros movimientos ya que usar una trampa con él puede suponer perder la oportunidad de parar a otros.
Con respecto a dichos asaltantes, aunque puedan parecer realmente simples caminando por un camino predefinido, deberemos tener cuidado a la hora de activar las trampas. Algunas, como los suelos llenos de púas, serán casi infalibles si se usan cuando haya alguien encima de ellas, pero otras como las fosas pueden ser fácilmente esquivadas de un salto si las activamos demasiado pronto, así que tened mucho cuidado y aprovechad bien vuestros recursos. No sería raro ver a un asaltante mirando una trampa y gritando “¡Allé voy!” después de todo.
Defend Your Crypt es un juego que hace un gran uso de la doble pantalla de Nintendo 3DS, un auténtico desafío que, si bien echará atrás a más de una persona debido al nivel de dificultad que puede suponer a medida que aumenten las oleadas, a quienes les guste la estrategia y la gestión de desafíos con recursos limitados le encantará este juego.
Gráficamente hablando nos puede recordar a los juegos de antaño, no con pixeles enormes pero sí que se hacen notar, aunque es algo que realmente encaja con esta clase de juego, y si bien el juego tiene espacio para la mejora, es un juego que como decimos merece la pena al menos para cuando tengamos un rato y nos apetezca sentir en cierto modo el poder que debieron sentir en su día los grandes faraones (y devanarse los sesos para que nuestros tesoros estén a salvo)
Preparaos porque el desafío se acerca: Es hora de Defender tu Cripta.
