Muchas compañías hoy en día cuentan con una determinada saga que gracias a su jugabilidad les ha llevado al éxito. Naughty Dog con sus aventuras y plataformas, Capcom con el terror, Nintendo con su multitud de sagas repletas de la más sencilla diversión, Telltale con sus aventuras gráficas, o Konami con lo que era antes su famosa saga de sigilo. Los británicos Team17 cuentan con la saga Worms, que cumple 21 años, con más de 70 millones de ventas en sus 21 títulos principales lanzados, si descartamos algunos spin-off basados en el pinball o el golf.
Después de muchos años repitiendo su gran fórmula de jugabilidad en 2D en 2003 se pasaron a las tres dimensiones hasta que vieron que, si algo funciona, no se debería de cambiar. Siete años después, ya en 2010, volvieron a sus orígenes con Worms Reloaded, una remasterización de su primer juego, poco después con el más que notable Worms Revolution, que incluía un mejorado motor gráfico, y Worms Clan Wars, que introducía un gran sistema de clanes online.
Ahora, con Worms W.M.D., para PC, PlayStation 4 y Xbox One, nos ofrecen uno de los mejores juegos de la saga hasta la fecha gracias a diversas novedades jugables muy destacables y unos gráficos como si fueran dibujos animados. Además llega a un precio muy ajustado, solo 30 €, gran cantidad de extras por reservarlo, algunos exclusivos de cada plataforma, y la misma físicas de una de sus mejores entregas: Worms: Armageddon. Los gusanos han vuelto y, más que nunca, buscan guerra.
El planteamiento es el mismo que en casi todas sus entregas de acción 2D: manejar a un equipo de hasta ocho gusanos (muchos menos en algunas ocasiones en 20 misiones de entrenamiento y las 30 de la campaña) contra otros equipos (hasta 6 jugadores en el modo online y local).
Cada grupo de gusanos puede tener una ambientación diferente, bien basada en un país existente durante la Segunda Guerra Mundial, en un juego como es el caso de algunos packs del paquete All Stars (que enunciaremos más adelante) u otros estilos. Hay cientos para elegir y cada uno tiene sus propias animaciones, voces (aunque sean mínimas), tumbas y comparten todas las 80 armas diferentes del juego, algunas nuevas pero muchas bien conocidas por los fans de estos gusanos duros de roer.
En caso de que no hayamos jugado ninguna de las entregas anteriores es fundamental probar las misiones del modo entrenamiento, que se pueden superar con bronce, plata y oro, pudiendo así conseguir algunos de los logros/trofeos. Cada una va introduciendo un aspecto y algunas de las novedades de esta entrega.
Por ejemplo, ahora los gusanos pueden entrar en las estructuras que hay en los escenarios, sin poder ser vistos por los otros equipos a no ser que haya uno de dicho equipo dentro de la misma. Eso otorga mucha profundidad estratégica ya que podemos escondernos con rapidez, hacer escaramuzas, etc. Eso sí, si alguna bomba, taladro o similar destruye parte de una de las paredes el camuflaje desaparece.
Además de estos edificios en los escenarios pueden haber helicópteros, mechas y tanques situados en determinados sitios, con un gran poder destructivo, y que pueden proteger a una de nuestras tropas. El helicóptero puede volar con cierta dificultad, el tanque dar saltos y realizar seis disparos por turnos, y el mecha salvar a los otros gusanos y aplastar a los enemigos.
Gracias a su versatilidad, son, sin duda, uno de los primeros objetivos a intentar coger en cada partida, junto con las armas montadas en algunos sitios, como ametralladoras, morteros, y rifles de posición. Dada la escasez de estas tres armas en las partidas es muy importante su uso y hace que las partidas sean más rápidas al principio.
Por supuesto también hay algunas armas nuevas muy interesantes, como un taser que lanza descargas eléctricas y puede ampliar su radio de acción si hay objetos metálicos, un regalo que puede ser dejado y explotar al pasar un determinado número de turnos, y un ataque OMG que lanza un devastador ataque láser, por citar tres ejemplos.
Al respecto de las armas cabe mencionar que por fin contamos con un gran editor para poder crear muchas nuevas, bien recogiendo algunos objetos en el escenario, de las cajas que van cayendo frecuentemente, o desmantelando ciertas armas, junto con algunos ingredientes con los que comenzamos las partidas. La creación de las armas es muy sencilla y se puede crear una nueva con bastante rapidez, sin llegar a perder el turno para poder dispararla.
Aparte contamos con las mencionadas 30 misiones de campaña, cada una con una gran dificultad, una misión principal y otras secundarias, 10 retos de creciente dificultad, un editor de gusanos muy completo (aunque sin demasiadas novedades respecto a las últimas entregas en 2D), otro editor de escenarios muy avanzado, y unas alianzas para el Modo Multijugador basadas en parte en Worms Clan Wars que pueden dar mucho juego si se crea una suficiente comunidad.
Por último, las famosas frases que aparecen al recoger determinados objetos, al morir, y al ganar las partidas, siguen con el característico humor que ha hecho gala la saga en todas sus entregas, en completo español y con una gran traducción. Eso si, al ser un juego por turnos requiere de cierta paciencia por todos los jugadores ya que algunos moverán sus gusanos más rápidos que otros, otros pensarán determinadas estrategias en los 30 segundos disponibles, e incluso muchas veces habrá jugadores que dejen sus tropas sin acción, algo muy habitual y que puede llegar a desesperar.
Para los que hayan reservado el juego, cuentan gratis con el DLC All Stars que añade muchas nuevas apariencias basadas en diferentes juegos como Goat Simulator, Saints Row IV (en ambos casos junto con un arma muy graciosa), PAYDAY 2, Unturned, Broforce, The Escapists, Orcs Must Die Unchained, Yooka-Laylee, el primer Worms, un tanque basado en los vehículos de Rocket League, y cinco nuevas misiones.
Para los usuarios de Steam hay además un pack de personajes de Team Fortress 2, y para los de Xbox One otro con aspectos de juegos de Rare (Perfect Dark, Battletoads y Killer Instict). No hay ninguno para los de PlayStation 4 por desgracia.
Gráficamente el juego ofrece una calidad bien destacable gracias a un renovado motor gráfico, con gran nivel de detalle y resolución (1080p en PlayStation 4, 900p en Xbox One), con unos escenarios y gusanos que parecen de dibujos animados, sin que se vean ninguno de ellos borrosos al hacer zoom (algo que si pasaba en las primeras entregas).
Los gusanos son más expresivos que nunca aunque al ser en 2D son algo más simples que las últimas entregas en 3D (las cuales eran menos divertidas, todo hay que decirlo). Los sonidos y efectos sonoros de las armas, muertes y demás, son muy sencillos, y no destacan demasiado, al igual que las melodías, que llegan a ser algo repetitivas. Por su parte la jugabilidad es realmente sencilla, pero requiere cierta paciencia y aprendizaje si nunca has jugado una entrega de la saga.
En resumen, Worms W.M.D. es un clásico imperecedero que toma lo mejor de las últimas entregas de la famosa saga de Team17 en 2D, con importantes novedades jugables que hacen que las partidas sean mucho más amenas y divertidas, junto con un aspecto gráfico muy gracioso.
A los que hayan jugado algunas de las primeras entregas de la saga les encantará, a los que quieran probar algo diferente, también, aunque ciertamente requiere a un público especifico por su algo pausada jugabilidad. Puede ser muy clásico, quizás demasiado, pero es una fórmula que siempre triunfa, a pesar de las más de dos décadas pasadas desde que se inventó.
