Cambiar de look en un videojuego puede ser justo lo que necesitas para refrescar la experiencia, y en Dragon Age: The Veilguard tienes esa posibilidad. Si al principio de la partida te lanzaste a crear un personaje rápido, o simplemente te arrepientes de esa nariz extraña que elegiste, aquí te cuento todo lo que necesitas saber para cambiar tu apariencia en el juego.
Y sí, lo mejor de todo es que es gratis y puedes hacerlo tantas veces como quieras. Así que, si eres de los que necesitan ajustar hasta el último detalle del personaje, estás de suerte.
Para poder modificar tu apariencia, solo tienes que llegar hasta el Faro, un punto importante al que llegarás al final de la misión principal del prólogo, llamada "El Fin del Comienzo". Este primer objetivo te introducirá a la trama y al mundo, y una vez que lo completes, podrás acceder a uno de los recursos más esperados: el Espejo de Transformación.
Cuando despiertes en la enfermería (después de algunas escenas y misiones iniciales), verás a Varric acostado en una cama. Él estará ahí un buen rato, por lo que tienes tiempo para explorar sin problemas. Dirígete hacia la esquina suroeste de la habitación, donde encontrarás el famoso Espejo de Transformación. Si miras el mapa, verás un icono que te indicará su ubicación exacta (aunque muchos jugadores, curiosamente, lo pasan por alto).
Aquí es donde se pone interesante. El Espejo de Transformación te permite acceder a varias opciones para personalizar tu personaje nuevamente. Eso sí, hay algunos límites, y vale la pena saber cuáles son antes de emocionarse demasiado.
Además, tienes la opción de elegir entre varios presets o configuraciones predefinidas que ofrecen distintas combinaciones de estilos. Así que si quieres hacer un cambio rápido sin entrar en mucho detalle, esta es una opción muy práctica.
Ahora, aquí viene la parte menos emocionante. A pesar de todas estas opciones de personalización, hay ciertos aspectos que quedan fuera del Espejo de Transformación. No puedes cambiar la línea de ascendencia (es decir, tu raza), clase, facción o tu historia de fondo. Así que si te lanzaste a la aventura siendo un guerrero, cuando realmente querías ser un mago, tendrás que apechugar con la decisión o comenzar una nueva partida.
Otro detalle importante es que tampoco puedes cambiar el género ni los pronombres de tu personaje a través del Espejo de Transformación. Sin embargo, durante la misión "El Enemigo de mi Enemigo" tendrás la opción de tomar una decisión que permitirá establecer a tu personaje como trans o no binario, lo cual desbloqueará nuevas opciones de diálogo durante el resto del juego. Es una incorporación interesante, aunque quizá un tanto limitada para quienes busquen un cambio de género directo.
El sistema de cambio de apariencia en Dragon Age: The Veilguard es una excelente herramienta para aquellos que disfrutan de la personalización y de ajustar cada detalle de su personaje. Aunque tiene sus limitaciones, la posibilidad de experimentar sin coste adicional y sin límites de uso lo hace sumamente atractivo. Claro, me hubiera gustado tener más libertad con ciertas opciones, pero dentro de lo que permite, es más que suficiente para mantener la frescura en el aspecto de nuestro personaje.
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