Hace unas semanas anuncié a través del Twitter de Areajugones que me iba a un país extranjero a probar uno de los videojuegos más esperados de 2022 y que muy pronto tendría cositas interesantes que contaros. Techland me invitó a Varsovia para acudir a una preview de Dying Light 2 Stay Human, su desarrollo más ambicioso hasta la fecha. Tuve el placer de probar este título durante cuatro largas horas, y después de pasarme muchos días mordiéndome las uñas como un condenado, al fin os puedo contar si estamos ante un juego que ilusiona o no. ¿Qué cosas me han gustado?, ¿Qué aspectos me han generado dudas?, ¿Hay downgrade?. Llegó la hora de contestar.
La primera sensación que me transmitió este título es que estaba ante algo “enorme”, y aquí no me quiero limitar a tamaño del mapa ni nada por el estilo. En cuatro horas sentí que había probado muchas cosas distintas y que había visitado bastantes lugares, pero lo cierto es que cuando solté el mando me pareció que no había visto ni siquiera un 1% de todo lo que puede llegar a ofrecer este videojuego.
Techland parece haber aplicado exactamente la fórmula que yo siempre desee que tuviese Dying Light 2 Stay Human, aquella que se puede resumir con la clásica expresión “más y mejor”. Por poner un ejemplo práctico, el primer juego siempre se caracterizó por ofrecer muchísima libertad de movimiento a través del parkour en escenarios grandes, y aquí se ha cogido ese concepto y se ha potenciado hasta alcanzar un nuevo nivel.
Con pocas horas de gameplay es imposible saber hasta qué punto se podrá explotar el manejo del personaje por el mapa, pero me quedó claro que se han introducido más movimientos, acrobacias y demás virguerías que aportan mucho dinamismo a la exploración. Dudo que pueda llegar al nivel de Mirror’s Edge, pero una vez se desbloquee el árbol de habilidades al completo, el resultado final quizás se le acerque bastante.
En mi opinión el parkour del primer Dying Light brillaba en el momento en el que había que escapar de las criaturas que acechaban durante la noche; las persecuciones eran vibrantes y me generaban mucha tensión. Y si os soy sincero me preocupa un poco que se puedan perder estas sensaciones. En esta nueva entrega, cuando cae la noche los zombis “salen de paseo” y permiten explorar los interiores de edificios y casas de forma que no sea un completo suicidio. La tensión de la que hablaba se traslada a estos recintos cerrados, por lo que a priori se pierde esa gran peligrosidad de recorrer la ciudad sin ser sigiloso. Es otro apartado que habrá que ver cómo evoluciona con el paso de las horas, pero Tymon Smektała, el lead game designer, me aseguró que habrá tanto terror como en el juego anterior.
Y otro aspecto que también ha mejorado es el combate, pasando de ser un pelín “tosco” a volverse más visceral y algo más ágil. La sangre y los desmembramientos tienen una mayor presencia en los enfrentamientos contra humanos y zombis, y como durante mi partida me enfrenté a varios jefes, pude comprobar que los esquives y los contraataques son más importantes que nunca. Aunque debo señalar otro dato aportado por Smektała, y es que Dying Light 2 no será tan difícil como la primera entrega, sino que será más accesible.
En cuatro horas de juego realicé misiones con exploración, combate, asaltos, plataformas, puzles e incluso investigación, así que ya podéis haceros una idea de todo lo que puede esconder un juego como Dying Light 2. La variedad de situaciones y acciones se ha incrementado bastante, y eso me generó la impresión de que todavía no he visto nada del juego, aunque sí que noté que hay aspectos que funcionan mejor que otros.
Me gustó la inclusión de rompecabezas que se aprovechen del parkour y la exploración, pero el sistema de sigilo peca de ser demasiado simple. Por el mapa hay una serie de campamentos enemigos que se pueden conquistar al eliminar al jefazo de turno. Aquí no se ha inventado la pólvora, es la misma fórmula que presentan otros títulos como Horizon Zero: Dawn, pero al abordarlos con sigilo me di cuenta de que aunque crease distracciones o me esforzase por ser todo un ninja, en varias ocasiones los enemigos no me detectaron ni al pasar por delante de sus narices, y al propio jefe lo derribé con unos pocos flechazos desde lejos. Una tarea que me duró 20 minutos se podría haber hecho en tan sólo dos.
Si el sigilo es lo que menos me gustó de todo lo que jugué, el elemento que más me entusiasmó de Dying Light 2 fue su hincapié en la narrativa y el worldbuilding. El mundo del juego tiene mucho que contarnos, muchísimo, y esto sale a relucir mediante interesantes conversaciones espontáneas entre supervivientes, opciones de diálogo que añaden un buen grado de inmersión y personalización a la aventura, e incluso unas misiones que van más allá de ser el típico recadero de turno.
Todos estos ingredientes forman un cóctel con el que se puede disfrutar cada trago, pero la sombrillita que le da ese toque especial se la pone el sistema de toma de decisiones. En determinadas ocasiones hay que elegir entre A o B, y la respuesta desencadenará grandes cambios no sólo en la historia de Aiden (el protagonista), sino en el propio mundo del juego. ¿Quieres apoyar a la facción de los Peacekeepers? Perfecto, ellos se encargarán de construir trampas para zombies por toda la zona. ¿Que prefieres ayudar a los Supervivientes de a pie? Pues éstos aportarán estructuras que se pueden aprovechar con el parkour.
Me gusta comparar el mundo de Dying Light 2 Stay Human con un set de LEGO. Como si de piezas se tratasen, utilizas tus propias decisiones para darle la forma que más te conviene.
La sensación de inmersión se acentuaba en las conversaciones que se desarrollaban en las zonas seguras o asentamientos de aliados. En estos espacios se puede aprender mucho sobre cómo vive cada grupo, cómo es cada persona, cómo llegaron hasta ahí, qué les motiva a seguir luchando... La ambientación está bien construida, y que una actriz de renombre como Rosario Dawson (The Mandalorian) esté tan implicada en el proyecto no hace otra cosa que dotar de más calidad al desarrollo de la trama principal.
Si seguíais el desarrollo de Dying Light 2 con interés es muy probable que recordéis sus primeros gameplays de hace 3-4 años. Yo fui el primero que se quedó con la boca abierta al ver el tamaño de los escenarios y el nivel de detalle que presentaban, y teniendo en cuenta todo el 'run run' que ha estado girando en torno al estudio durante los últimos meses (Chris Avellone, varios retrasos...), comencé a dudar de si veríamos un serio downgrade.
Dying Light 2 Stay Human no presenta aquel apartado gráfico de escándalo, pero por fortuna, actualmente cuenta con un apartado visual más que notable del que sin duda destacaría elementos específicos como las expresiones faciales o la distancia de dibujado. Esa sensación de libertad de la que hablaba al principio se demuestra al subir a un tejado y admirar el paisaje. Casi todo lo que se ve se puede visitar, y al añadir objetos como el ala delta o el gancho, se puede optar por la exploración rápida o bien por la pausada en la que se pueden apreciar todos los detalles del escenario.
En la demo que probé había dos regiones disponibles. La primera era Old Village, una zona que se asemeja mucho más a la ciudad del primer Dying Light, pero la realmente interesante era la segunda, Central Loop, puesto que está plagada de rascacielos en los que se puede entrar. Cuando veía una ventana rota, fuese en el tercer piso o en el duodécimo, probaba a entrar con el ala delta y me llevaba la grata sorpresa de que podía colarme a explorar sin problemas. Y esto da pie a que se escondan muchos secretos y botines jugosos, algo que sin duda gustará a mucha gente.
¡Y casi se me olvida comentarlo! Techland también me permitió probar la versión de PlayStation 4 del juego para que pudiera ver las diferencias con la de PC y valorar su calidad como port (guiñito a Cyberpunk 2077). Obviamente no se puede comparar el apartado técnico de Dying Light 2 en PC con el que presenta en PS4 (hay recortes evidentes), no obstante he de reconocer que el resultado era más que correcto, y desde la compañía me indicaron que en los próximos meses se dedicarían a mejorar todavía más estas versiones para sistemas "old-gen".
Ya no me quedan dudas de que Dying Light 2 Stay Human dará que hablar cuando se lance en febrero de 2022, y creo que será en el buen sentido. Seguramente queden muchas cosas por pulir de aquí al lanzamiento, pero lo que pude jugar hace unas semanas me dejó tan buen sabor de boca que estoy deseoso de zambullirme de lleno en ese mundo postapocalíptico que proponen.
Sé que sale en un mes complicado y que el desarrollo del juego pareció verse enturbiado por diferentes polémicas, pero desde aquí le quiero dar un voto de confianza al que creo que se convertirá en una de las obras más destacadas de principios del año que viene. Nos vemos en The City.
CONTENIDO RELACIONADO
El juego desarrollado por Techland triunfa en PS Plus Extra
Los responsables del juego han querido celebrar una promoción especial con motivo de su última actualización
Techland dará luz verde a la versión más completa del juego en tan solo unos días
La introducción de microtransacciones no ha sido especialmente bien recibida por la comunidad de Dying Light 2
Llega un coliseo en el que puedes partirte la cara con lunáticos de todo tipo
Cada vez es más la información que conocemos de cara a la ceremonia de Opening Nigh Live