Google es una de las compañías más 'poderosas' y exitosas de todo el mundo, y hace un tiempo emprendió un viaje tremendamente ambicioso: entrar de pleno en la industria de los videojuegos mediante su propia propuesta, siendo esta Stadia. A través del juego en la nube la plataforma digital buscó establecer un antes y un después en el sector, llegando a formar incluso sus estudios de desarrollo mediante Stadia Games.
No obstante, ayer mismo se anunció que toda división interna de desarrollo había sido completamente desbandada. Esto, claramente, supone una muestra más del derrocho de activos al que Google se ha acostumbrado.
Lo cierto es que el cierre de Stadia Games tiene un impacto que posiblemente se note más en terceros que no en el bienestar de la compañía. En este sentido hablamos, en primer lugar, de los desarrolladores que se habían sumado a Stadia Games en los últimos meses. Actualmente la cifra de estos podía encontrarse en torno a los 150, contando incluso con el equipo al completo de Typhoon Studios, la prometedora desarrolladora de Journey to the Savage Planet que se vio comprada por Google un tiempo atrás.
A estas alturas Google ha anunciado que la mayoría de dichos desarrolladores serán reubicados dentro de las competencias de Stadia en los próximos meses, pero eso no hace que el golpe deje de ser duro para con las aspiraciones profesionales de los participantes. Al fin y al cabo, tras prometer un futuro repleto de activos propios, la compañía opta ahora por dar un gigantesco paso atrás y simplemente depender de los juegos third-party, algo que también afecta en gran medida a un segundo grupo: los usuarios.
Como bien hemos indicado, Google no dudó a la hora de invertir millones en organizar el componente creativo de Stadia Games, llegando a hacerse incluso con los servicios de alguien de la categoría de Jade Raymond -quien ya ha abandonado el barco tras el anuncio de ayer-. Sin embargo, actualmente todas las expectativas en años venideros de dar con videojuegos exclusivos de Stadia, algo clave para el crecimiento de una plataforma como bien atestigua el mercado tradicional, se desvanecen por completo para los jugadores.
¿Podemos hablar aquí de una traición en cuanto a las expectativas de los que se han mostrado más confiados en el futuro a largo plazo de Stadia? Posiblemente dicha palabra sea un tanto pesada para el escenario actual, pero indudablemente se trata de una decepción.
Lo cierto es que por mal que se vea este movimiento, en el que Stadia Games ha durado poco más de un año, no se trata en absoluto de noticias que pudiéramos considerar como sorprendentes. De hecho, uno de los motivos por los que muchos no han apostado todavía por Stadia es creer que Google siempre se guarda la posibilidad de cerrar eventualmente el servicio, algo que la compañía ha hecho una y otra vez con el paso de los años.
Para aquellos que lo desconozcan, existe un sitio web de nombre 'Killed by Google' en el que simplemente se recogen todas las aplicaciones o servicios cancelados hasta la fecha -y por cancelar- por Google. De hecho, solo en el presente 2021 ya se han visto cancelados App Maker y Loon, y en los próximos meses dirán adiós de igual forma Tour Creator, Expeditions, Google Hangouts y AngularJS. Es más, ya hay incluso servicios cuya cancelación ha sido confirmada para 2022 como Android Things y Google Chrome Apps.
En la web en cuestión encontramos un total de 224 proyectos cancelados por Google, y su tiempo de actividad varía enormemente -por lo que tener 1 o 10 años de antigüedad no es un factor a valorar al parecer-. Aunque a priori Stadia seguirá adelante como una plataforma mediante la que acoger contenido third-party, tanto el historial de Google como la reciente decisión respecto a Stadia Games no hace más que seguir sembrando la semilla de una duda que podría hacer mucho daño a largo plazo.
¿Es el cierre de Stadia Games un golpe duro para las expectativas que se tenían con Stadia? Claramente. ¿Supone esto que Google va a cerrar al completo la plataforma próximamente? Desde luego que no. En Stadia han hecho ya claras sus intenciones, y obviamente el coste económico de mantener la plataforma como un servicio de juego en la nube es muy distinto a tener proyectos en desarrollo al mismo tiempo.
Por el momento, pues, los jugadores de Stadia pueden respirar con tranquilidad respecto al bienestar del servicio, pero sin negar la realidad de que las expectativas de futuro se reducen considerablemente.
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