
Desde Areajugones pudimos asistir a un evento de presentación de Hello Sunshine donde la desarrolladora nos mostró un extenso gameplay, y créeme que esto tiene una pinta brutal. Es un juego de supervivencia en el desierto donde tu compañero es un robot del tamaño de un edificio que básicamente te salva la vida 24/7. El rollo es que eres la última empleada de una mega corporación que colapsó, y tienes que cruzar un desierto letal llegando a una torre misteriosa al final del camino. El problema es que de día el sol te fríe vivo, de noche te congelas, y tu única forma de sobrevivir es ir pegado a un mech gigante que te protege.
El tráiler que soltaron en el PC Gaming Show: Most Wanted muestra peleas entre mechas colosales destrozándose entre sí mientras tú vas abajo intentando no quedar aplastado. Hay tormentas de arena masivas, restos de aviones estrellados, carteles publicitarios medio enterrados vendiendo "energías renovables" (la ironía cuando todo está destruido), y un perro robot que te acompaña. Lo curioso es la estética: el mundo del juego es hiperrealista con gráficos de última generación, pero los menús tienen dibujitos monos estilo indie. No debería funcionar pero le da un toque especial que lo hace único.
Lo que vimos en el evento es que Hello Sunshine te obliga a jugar de formas totalmente opuestas según la hora del día. Cuando sale el sol, tu prioridad número uno es no salir de la sombra del robot. Si te quedas expuesto a la radiación solar te mueres, así de simple. El mech va caminando hacia su destino y tú tienes que ir siguiéndolo desde abajo aprovechando su sombra. Puedes alejarte para explorar ruinas, saquear recursos de edificios abandonados o investigar zonas peligrosas, pero cada segundo bajo el sol te está matando poco a poco. Tienes que decidir constantemente si vale la pena arriesgarte.
Cuando cae la noche todo cambia. El robot se para en estaciones de servicio automatizadas para recargarse, y las temperaturas bajan tanto que ahora el problema es no morir congelado. Tienes que acercarte al mech y aprovechar su calor para sobrevivir mientras acampas. Ahí es cuando fabricas equipo nuevo, cocinas, reparas al robot, y a veces te encuentras con otros supervivientes en las estaciones. La desarrolladora dejó claro que no te fíes de cualquiera porque en este mundo la gente hace lo que sea para sobrevivir. Es un loop que te mantiene en tensión constante cambiando prioridades cada pocas horas.
Una de las cosas que más mola que nos enseñaron es cómo evoluciona tu relación con el robot gigante. Al principio pasa completamente de ti, va a lo suyo y punto. Pero según lo vas ayudando reparándolo, instalándole mejoras y manteniéndolo funcional, el tío empieza a corresponderte. Puedes meterle sensores mejores, sistemas defensivos, mejoras mecánicas... y personalizarlo con pegatinas, pintura, toques estéticos. Vamos, que acabas tratándolo como si fuera tu mascota gigante de metal.
Y a cambio el robot te devuelve el favor de formas útiles. Te ayuda localizando secretos escondidos en el desierto, te levanta con sus brazos para alcanzar sitios inaccesibles, te protege cuando aparecen amenazas, y se pelea con otros mechs hostiles cuando hace falta. También puedes montar robots pequeños que programas para automatizar tareas: recoger chatarra, mapear zonas, cazar bichos o defenderte de drones enemigos. Y aquí viene lo gracioso: hay un sistema de "progreso corporativo" donde completas tareas absurdas de empleada para subir de rango y desbloquear beneficios en máquinas expendedoras automatizadas. Es como una sátira de la cultura laboral corporativa en pleno apocalipsis. El juego tiene cooperativo para dos jugadores donde puedes coordinar saqueos e intercambiar recursos, y tus decisiones afectan a la narrativa. Todavía no tiene fecha de lanzamiento pero después de ver el gameplay extenso en el evento, este indie tiene todas las papeletas para ser sorpresa del año cuando salga.
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