La vida a través de Persona 5; el videojuego contra la represión

La llegada de Persona 5 no pasó desapercibida tanto para propios como para extraños de la saga desarrollada por Atlus. Sirviendo de trampolín para muchos jugadores, el título no ha dejado indiferente a nadie y las constantes críticas positivas dan fe de ello. De hecho, solo hace falta comprobar las redes sociales y como cuentan los días para la llegada de Persona 5: Royal, para darse cuenta del éxito que ha tenido esta quinta entrega.

Aunque existen multitud de fenómenos que podemos tener en cuenta para hablar de por qué ha funcionado tan bien esta quinta entrega, uno de ellos es la jugabilidad adictiva y su motivo para inmiscuirnos en una historia con un trasfondo que es digno de varios reportajes. Quién más y quién menos hemos querido cambiar alguna vez los deseos malévolos de algunas personas que obran incorrectamente para conseguir sus propósitos; precisamente esto es lo que nos plantea el juego, dando lugar a un buen número de situaciones en las cuales la crítica entra en juego pero, eso sí, sin entorpecer en absoluto la diversión del título.

La crítica feroz que se le hace a la sociedad, a las autoridades y al sistema, están tan a la orden del día en el juego, que es imposible no relacionar situaciones ocurridas en el juego a situaciones cotidianas que estamos acostumbrados a ver en noticiarios, periódicos o, mismamente, con nuestros propios ojos.

Los Phantom Thieves como movimiento social

Como ya conocemos, en el videojuego controlamos a los Phantom Thieves, una agrupación que lucha en contra de los deseos negativos de las personas. En una sociedad consumida por el egoísmo, las metas bajo el coste que sea y la eliminación de rivales, los Phantom Thieves se van encontrando a la larga con situaciones que resultan de lo más cotidianas; desde la explotación laboral al abuso o el observar con sus propios ojos una población descontenta. Es por ello, que si se piensa detenidamente, podemos llegar a comparar a los Phantom Thieves con uno de los movimientos sociales aparecido hace ya unos cuántos años.

El movimiento punk iniciado en los 60 deseaba cambiar completamente un modelo social desestructurado, movido por el puro egoísmo y el abuso injustificado. No hay tanta diferencia entre la crítica feroz de grupos como Sex Pistols a la corona con su ya famoso “God Save the Queen” y la crítica y actuación para cambiarlo por parte de los Phantom Thieves. De hecho, ambos desean el cambio de una sociedad y, mientras por parte de la banda londinense se intentaban subir a un barco en el Támesis para tocar la canción en protesta, los Phantom Thieves ahondan en los palacios donde esos personajes enfermos de egoísmo, son el máximo exponente.

Otro motivo por el cual es casi inmediato conectar el movimiento punk con lo ofrecido por los Phantom Thieves es el de la actitud para intentar levantar un pueblo contra un estado que los reprime constantemente. El juego rezuma en todo momento una estética de lo más rebelde con sus personajes, pero si bien nos podríamos detener aquí, a los Phantom Thieves también les importa concienciar.

Por ello, aunque ellos sean los que luchen y los que se levanten en armas, quieren contar con el apoyo de la gente y, como todo movimiento social, incluye en sí un lema y un logotipo. Mediante un medidor que nos permite saber cuánta gente cree en nosotros y en nuestra lucha, podemos ir haciéndonos una idea de cómo está resultando ese movimiento para concienciar a un pueblo entero y, lo más importante, unirlo contra la injusticia. Desde cierto punto del juego, se nos revela el lema de los Phantom Thieves; “take your heart”, acompañado de un logotipo que sirve como signo de lucha, como estandarte para ganarle la batalla a la injusticia y, como un grupo punk, los Phantom Thieves se alzan como una marca para intentar derrocar lo negativo del mundo.

Es por motivos como estos por los que podemos catalogar a los Phantom Thieves casi como una mezcla entre el movimiento punk y leves toques del movimiento hippie y flower power que acuñó Allen Ginsberg en su día.

La sociedad y sus emociones

A medida que vamos avanzando en el juego, encontramos una estructura narrativa y una aparición de personajes que coquetea con elementos de movimientos sociales reprimidos y, lejos de centrarse solo en el papel de la víctima de todo esto que es el ciudadano, también moldea bien la personalidad del tirano, del dictador que todo abarca y nada quiere para gran parte del pueblo. Es por eso que el enfoque, el alma de Persona 5 no está extrictamente regido por el patrón de desarrollar tan solo a sus protagonistas, sino de la evolución que tienen todos los personajes y, en ocasiones, de su papel maquiavélico y tiránico en el tablero de juego. Haciéndolo de forma eficiente, certera y sin aburrir en absoluto pese a tantísimo diálogo, Persona 5 es un título que sabe ejemplificar muy bien la verdadera lucha por una sociedad a la que quitan la voz, roban y maltratan, aunque ellos realmente no sean conscientes de ello en muchos casos.

Cuando conocemos algunos de los personajes que nos acompañan en el juego, intentamos discernir en sus emociones, cavar a través de sus palabras para comprenderlos completamente, pero si algo enseña el juego, es que por mucho que conozcas, siempre habrá algo que sea sorpresivo. Persona 5 ejemplifica perfectamente las relaciones sociales en la vida real, obligándonos a avanzar en la historia para conocer datos importantes de algunos personajes o, como no, tener quedadas con ellos para avanzar en una amistad más íntima que incluso puede derivar en romance. Es por ello que, aunque nos ofrezcan una carta de presentación del personaje que acábamos de conocer, no lo conocéremos más a fondo hasta que no avancemos más en la historia.

Las emociones de los personajes están medidas de una forma excelente, encontrándote por el camino variantes en la forma de afrontar los problemas, en el amor propio, en la lucha contra los pensamientos negativos e incluso en temas tan dolorosos como el suicidio o el abuso infantil. Da la sensación cuando avanzas en el juego de que, aunque tan solo sea un mundo virtual, vas descubriendo todo: como un bebé que aprende a caminar, Persona 5 te guía de tal manera que empiezas a descubrir nuevas emociones, nuevos personajes, amistades, romances, peligros e incluso cultura a través de las preguntas en clase o en los exámenes. Cualquier elemento que sea clave en la sociedad, tiene lugar en el título de Atlus y eso, aunque parece sencillo de lograr, no lo es.

Persona 5 es la vida explicada de manera concisa y elegante. Además lo es sin dejarlo todo masticado, si no ofreciéndote un buffet libre lleno de emociones, sentimientos, personajes, movimientos y acciones donde sentirnos identificados nosotros mismos, o ver, en otros casos, reflejados casos o personas que conocemos. Sin abandonar la estética rebelde que comentábamos anteriormente, también tiene sus momentos de juego apacible, más normal y cercana a la vida japonesa e incluso con clichés varios que no pueden faltar en ningún título que se desarrolle en el país del Sol Naciente.

Es por todo este cómputo de características por lo que podríamos denominar a Persona 5 como un videojuego que ahonda en lo más profundo del ser humano, tanto lo negativo, como lo positivo. Está reflejada la lucha de clases, el sistema corrupto, los problemas sociales, la relación con la gente y los problemas de comunicación, entre tantos otros temas. Atlus ha creado un título que sirve la vida en bandeja de plata y donde podemos encontrarlo todo reflejado a la perfección, como una perfecta ucronía en la que da gusto sumergirse.