God of War fue lanzado en PS4 hace ya casi tres años, logrando Sony Santa Monica el 'renacer' de la franquicia para elevarla a cotas nunca antes alcanzada. A la visceral acción de la marca se le sumaba ahora una narrativa madura, marcada esencialmente por el viaje de redención de Kratos tras la trilogía original. Pero, ¿qué es cuanto nos espera de la mano de God of War: Ragnarok?
La secuela fue anunciada hace ya unos meses de la mano de actos promocionales para con PS5, y lógicamente se espera que brille con luz propia de la mano de la nueva consola de Sony. No obstante, tiene ante sí un complejo camino a la hora de intentar superar a cuanto vimos en 2018, y es por ello que hoy traemos cinco formas de las que, por lo menos, se conseguiría sorprender a los jugadores de una manera u otra -el artículo contiene spoilers a juegos como The Last of Us 2 por referencia a su historia-.
Atreus, el hijo de Kratos y Faye, fue uno de los elementos más sorprendentes de God of War. Después de controlar al sanguinario espartano durante tres entregas previas, portando este precisamente las marcas de la anterior masacre de su familia, Kratos volvía a la senda familiar. El principio del camino no era fácil para ambos, y de hecho era obvio que Kratos no se encontraba cómodo en su rol con Atreus -y viceversa-, hasta que las piezas encajaron.
A lo largo de God of War, Atreus acaba convirtiéndose en un aliado sumamente valioso, y no solo a nivel narrativo, sino también en su presencia para con el gameplay. El hijo de Kratos puede ser 'controlado' por los jugadores como una opción de apoyo, e incluso se cuenta con la posibilidad de personalizar ligeramente sus poderes místicos. Luciendo tales capacidades desde tan joven es de esperar que el paso del tiempo le otorgue un futuro prometedor como guerrero, y aquí es donde entra God of War: Ragnarok.
Viendo que en la primera entrega ya pudimos tener el apoyo de Atreus en combate, es solo lógico que en la secuela las acciones del mismo se vean (como mínimo) expandidas. Puede que sea aún pronto para controlar a Atreus como tal -aunque realmente sería fascinante de introducirse-, pero el progreso de su poder debería hacerse cada vez más claro, en especial ahora que Kratos parece estar comenzando a notar el paso del tiempo en su cuerpo.
Este es un punto claramente conflictivo, sobre todo viendo la polémica surgida por la muerte de Joel en The Last of Us 2. Siempre es difícil desprenderse de personajes que nos han acompañado por viajes memorables, sobre todo si su relevancia es más que obvia en el desarrollo de la franquicia. No obstante, su salida puede suponer también un impulso para seguir explorando nuevas partes del argumento de God of War: Ragnarok.
En God of War fue posible ver en algunos instantes que Kratos no contaba con todo el poder que lució antaño, algo lógico si tenemos en cuenta el inexorable paso del tiempo. Es posible que de ahí surja también la introducción de Atreus, y es que con su hijo viendo cómo los poderes crecen a pasos agigantados, la realidad es que Sony Santa Monica ha preparado un escenario ideal de cara a un potencial cambio generacional para la franquicia -que precisamente coincidiría con el salto a PS5-.
Como es lógico, en caso de que realmente se diera la muerte de Kratos en God of War: Ragnarok, Sony Santa Monica debería estudiar la forma adecuada de que el personaje lograra una despedida a la altura, sobre todo en vistas de los grandes logros de combate que atestigua su trayectoria. En cualquier caso, no cabe duda en que se trata de un movimiento altamente arriesgado.
Algo que ha caracterizado a God of War con el paso de los años es su brutalidad. Esta es una que aparece no solo en combate directo, sino también en cinemáticas interactivas mediante las que hacer de la ejecución de un enemigo un ejercicio sangriento a más no poder. Pero... ¿y si Kratos tuviera la opción de escoger ejecutar o perdonar a un enemigo que haya enfrentado en God of War: Ragnarok?
Como bien hemos apuntado, una de las sorpresas más impactantes de God of War en PS4 fue claramente el cambio de actitud de Kratos. Quien fuera en el pasado un guerrero sin miramientos es ahora un padre con preocupaciones más allá ahora de quién será su siguiente víctima. Con ello, sería interesante si los jugadores pudieran tomar el control sobre ciertas decisiones in-game, las cuales acabaran por determinar si un personaje en particular vive o muere dentro del lore de la franquicia.
Otro elemento que lógicamente derivaría de esta mecánica sería si las decisiones en cuestión podrían eventualmente contar con un impacto en el desarrollo de la historia. Para esto contamos con otro punto más en cuanto al contenido de God of War: Ragnarok.
Posiblemente el punto anterior sería más fácil de añadir a God of War: Ragnarok si no fuera por este mismo, aunque es uno que es necesario tratar. Contar con distintos finales para esta secuela sería una manera de expandir la profundidad narrativa del juego, aunque al mismo tiempo se convierte en un arma de doble filo que podría pasar factura a Sony Santa Monica.
Como bien hemos destacado, God of War en PS4 logró dar un salto argumental que nadie esperaba, y ello se logró mediante un guion cerrado y trabajado por algunos de los profesionales más destacados del sector. Incluir múltiples finales a consecuencia de un sistema de toma de decisiones podría suponer que algunos de los caminos de historia se vieran potencialmente comprometidos respecto a otros, además de que marcaría una clara duda: ¿qué ocurriría en un tercer juego?
La inclusión de toma de decisiones y nuevos finales ayudaría a que a la tensión del gameplay se le sumara una a largo plazo, pero los apuntes de guion necesarios generarían toda clase de discusión entre los jugadores. Otra alternativa sería que dentro de un mismo final contáramos con ciertos cambios algo más 'ligeros' a nivel de narrativa, algo más viable si no se quiere perder parte de la potencia emocional que caracterizó a la primera entrega del reboot.
En el reboot de God of War vimos cómo Kratos -y Atreus de hecho- contaba con la posibilidad de mejorar sus habilidades en ciertas ramas. Hasta cuatro eran las posibilidades que los jugadores podían llegar a personalizar, y aunque ciertamente dentro de cada una de estas hallábamos habilidades variadas y de interés, no lo es menos que a día de hoy la amplitud y versatilidad de estos árboles de habilidades ha incrementado de forma notable en los videojuegos.
Puede que una forma de ofrecer más opciones a nivel de progreso para los jugadores pasara, precisamente, por habilitar el control de Atreus. El hijo de Kratos ha demostrado talento suficiente como para poder desarrollar sus propias capacidades de combate de una forma extendida, y de hecho todo apunta a que esto será realmente necesario para que tanto él como su padre puedan superar a los peligros que les acecharán en God of War: Ragnarok.
Viendo que dentro del lore del juego hay quien ha reconocido a Atreus como 'Loki', es más que obvio que el personaje puede acabar por convertirse en uno cuyos poderes sobrepasen a Kratos, pues realmente este nunca contó con tantos talentos naturales como los que sí luce su hijo. En cualquier caso, solo el tiempo dirá si desde Sony Santa Monica ven una prioridad seguir ampliando las posibilidades de combate o si se sienten satisfechos con los resultados obtenidos en el reboot.
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