Si alguna vez fuiste ese niño que desenvolvió un regalo navideño esperando el juego del año y te encontraste con una pesadilla interactiva que te hizo llorar por razones equivocadas, este artículo va a revivir tu trauma. La PlayStation 2 fue la consola más exitosa de la historia con más de 158 millones de unidades vendidas y un catálogo de más de 10.000 juegos, pero entre esa inmensa biblioteca se colaron algunos de los desastres más monumentales jamás grabados en un DVD.
La política de puertas abiertas de Sony durante la era PS2 permitió que prácticamente cualquier desarrolladora publicara lo que quisiera sin control de calidad estricto. Esto trajo grandes ventajas (diversidad, experimentación, joyas ocultas), pero también abrió las compuertas del infierno para que llegaran adaptaciones cinematográficas desastrosas, experimentos fallidos y productos hechos sin alma que destrozaron la ilusión de millones de niños.
Aquí tienes los tres juegos que marcaron para siempre a quienes tuvieron la mala suerte de recibirlos como regalo, convirtiendo la magia navideña en una pesadilla de bugs, controles imposibles y diversión inexistente.
Charlie's Angels para PS2 es universalmente considerado uno de los peores juegos jamás creados, y no es hipérbole. Desarrollado por Neko Entertainment en 2003, esta adaptación de las películas de Cameron Díaz, Drew Barrymore y Lucy Liu logró la proeza imposible de ser terrible en absolutamente todos los aspectos.
El juego comenzaba, sin broma ninguna, en un concurso de bikinis donde todas las modelos atacaban sin motivo a las protagonistas. Los gráficos eran atroces incluso para los estándares de 2003, con modelos de personajes que parecían figuras de plastilina derretida y animaciones que harían avergonzar a un flipbook.
Pero lo peor eran los controles. El sistema de combate era tan impreciso que conseguir un combo básico requería más suerte que habilidad. Los ángulos de cámara cambiaban aleatoriamente, perdías a tu personaje constantemente, y los bugs eran tan abundantes que el juego se colgaba regularmente durante las peleas. Las críticas fueron demoledoras: "gráficos malísimos", "animaciones robóticas", "controles alejados del entendimiento humano" y "jugabilidad repetitiva con problemas de cámara frustrantes". El juego fracasó tan estrepitosamente que muchas tiendas lo liquidaron semanas después del lanzamiento por 5-10 euros.
Driven, basado en la película de Sylvester Stallone de 2001, ostenta el récord deshonroso de ser uno de los peores juegos de carreras de todos los tiempos. Desarrollado por BAM! Entertainment, este título logró arruinar tanto la Fórmula 1 como la carrera cinematográfica de Rocky en un solo producto.
El problema fundamental de Driven era su identidad esquizofrénica: intentaba ser "un emocionante juego arcade mientras se adhería estrictamente a la física realista de carreras". Podías acelerar a 200 mph en segundos y sobrevivir a impactos brutales contra muros, pero cualquier roce con el césped te mandaba a dar vueltas descontroladamente.
Los controles eran un suplicio. La dirección era tan sensible que el más mínimo movimiento del stick analógico te mandaba directo a la barrera. Los críticos lo calificaron como "uno de los peores juegos de carreras de todos los tiempos" con "gráficos malos y una manejabilidad digna de ningún otro juego".
Pero lo más doloroso era ver las cinemáticas con Stallone doblando a su personaje, completamente ajeno al desastre que estaba promocionando. Sus frases como "Gentlemen, start your engines!" se convirtieron en memes involuntarios porque precedían a una experiencia de juego absolutamente miserable.
Años después, el propio Stallone confesó que la película Driven había sido "el mayor error de su carrera". Si hubiera probado el videojuego, probablemente habría añadido "y aprobar el videojuego fue el segundo".
Little Britain: The Video Game, lanzado en 2007, demostró que no todo el humor británico funciona en formato interactivo. Basado en la controvertida serie de BBC, este título logró ofender a todo el mundo mientras proporcionaba una de las experiencias de juego más aburridas de la generación.
El juego consistía en una colección de minijuegos protagonizados por los personajes de la serie, pero los desarrolladores cometieron todos los errores posibles. Los chistes insensibles dirigidos a diversos grupos sociales ofendían a los jugadores, mientras que las animaciones terribles, gráficos pobres y minijuegos repetitivos aburrían hasta el hastío absoluto.
Los críticos lo calificaron como "uno de los peores juegos con licencia de todos los tiempos" por su "insensibilidad cultural y jugabilidad deficiente". Los minijuegos eran tan simples que un niño de cinco años se aburriría en minutos, y tan mal programados que funcionaban más por casualidad que por diseño.
Lo más tragicómico era que llegó tres años después del éxito de la serie, cuando ya nadie se acordaba de los personajes. Los padres lo compraban pensando que era "humor familiar británico" sin saber que estaban introduciendo contenido polémico en casa.
El juego se convirtió en regalo de broma involuntario: muchas tiendas lo regalaban con otras compras porque era imposible de vender por separado. Encontrar una copia hoy en día es más fácil que encontrar a alguien que admita haberlo jugado más de media hora.
Si has reconocido alguno de estos títulos porque tuviste la mala fortuna de recibirlo como regalo, no estás solo. Estos juegos traumatizaron a toda una generación y demostraron que tener la consola más exitosa del mundo no te protege de los peores productos de la industria.
La lección de estos desastres es valiosa: durante la era dorada de PS2, la cantidad no siempre garantizaba calidad. Por cada God of War o Grand Theft Auto había decenas de productos mediocres esperando arruinar tu fin de semana.
¿Sufriste alguno de estos juegos en carne propia? ¿O tienes otros candidatos para la lista de peores experiencias PS2? El trauma compartido es trauma reducido, así que cuéntanos tu historia de horror con los regalos navideños que destrozaron tu infancia.
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