¿Por qué hay tanta disparidad en las notas de Death Stranding?

Ayer se levantó el embargo en el que los medios internacionales podíamos publicar las reviews del enigmático Death Stranding. Después de que Metacritic y/o Opencritic reunieran la mayoría de puntuaciones de los análisis, se empezó a generar una gran polémica a través de comentarios y redes sociales; la disparidad entre medios era muy grande. Algunos medios, entre ellos nosotros encumbraban al juego como una obra sobresaliente, otros, por el contrario, consideran el nuevo juego de Kojima un título que aprueba raspado en calidad. ¿Por qué tanta diferencia?

Death Stranding es un juego diferente, especial, que no deja indiferente a nadie, y esto provoca que bien puedas amarlo u odiarlo. No es un juego más, no es el mismo concepto de una y otra vez con otro envoltorio, y como todo en esta vida, habrá gente que le guste y otra que no. Aunque soy de la parte de analistas que aman el juego, entiendo perfectamente los que lo critican. Ahora os explico las razones.

Kojima ha planteado un juego narrativo que transcurre lento y que puede ser algo tedioso en un inicio. Death Stranding te ofrece un concepto que tiene que despertarte una sensación, un click en tu cerebro que te atrape y te enganche a él. En lo personal soy una persona que termina muy pocos juegos, realmente pocos, y Death Stranding me ha mantenido muy enganchado a su propuesta. También debo decir que no disfruto con Fortnite, que me cansé de Overwatch o PUBG tras la primera partida, que los juegos multijugador no me aportan nada, y que si me he comprado el Call of Duty en alguna ocasión ha sido para jugar al modo campaña. ¿Por qué cuento esto? Porque entiendo perfectamente que un público más afín a juegos rápidos o con una acción intensa no vaya a disfrutar de la obra de Kojima. Entenderé cuando digan que es lenta, entenderé cuando digan que el gunplay no les convence, entenderé que no les guste Death Stranding. Si la historia del juego no te atrapa y te eleva por encima de todo eso, no vas a poder aguantarlo.

Pero hay que saber que Death Stranding no pretende gustar a ese tipo de jugador (muy respetable, todo sea dicho). Kojima nos brinda un walking simulator con una narrativa excelente, un juego que crea sensaciones importantes en el jugador, que te hace sentir la soledad, la dificultad y te hace celebrar junto al protagonista los logros que alcanzas. La historia que vivimos con Sam Bridges no la podemos vivir en otro juego, y esto es lo que ha primado para los análisis positivos por encima de todo. Obviamente si crees que esto de las sensaciones y de la conexión con un juego es una tontería, posiblemente no enganches con el concepto que nos propone el juego.

Para entender un poco más el perfil de jugador de Death Stranding, debo comentar que Quantic Dream tiene muchos de mis juegos referencia. Que me apasionaban los títulos de Telltale Games mientras otros los odiaban, y que el cine y la ciencia ficción me vuelven loco. Tampoco comprendía los que decían que Red Red Redemption 2 era aburrido. Por esa zona es donde se encuentra el jugador de Death Stranding, esa es la obra de Kojima y es por ahí por donde creo que hay que juzgarla.

En la diversidad está el gusto y por suerte el mundo de los videojuegos es actualmente tan rico en opciones que todos podréis encontrar vuestro espacio sin que ninguna opción sea mejor que otra, pues el respeto ha de estar siempre por encima de todo. No me considero mejor ni peor que un jugador de, por ejemplo, FIFA, simplemente somos perfiles diferentes. Por eso termino el texto defendiendo que Death Stranding me parece un juego sobresaliente para todos aquellos que buscamos sensaciones y una narrativa poderosa que nos atrape. Pero a su vez soy consciente a su vez que Death Stranding se te hará aburrido si no buscas exclusivamente eso. Deseo que a partir del 8 de noviembre lo disfrutéis tanto o más que yo. Y si no, disfrutéis de los videojuegos con la propuesta que queráis.