Nunca es buen momento para hablar de este tipo de cosas, pero es algo realmente necesario en un sector donde todo va girando más hacia una dirección mayoritariamente digital. El debate sobre la propiedad y posesión de los juegos que adquirimos de manera virtual siempre ha estado ahí, pero lo cierto es que hay una respuesta concreta sobre quién ''tiene'' realmente los juegos digitales en los que invertimos nuestro dinero. En este mismo sentido, ocurre con todo tipo de cuentas online; siendo la de PlayStation (PSN) aquella en la que me voy a centrar aquí.
En este mismo sentido y según recogían los compañeros del portal Insider-Gaming, los juegos que tienes en tu biblioteca de PSN son puramente tuyos, pero lo cierto es que esto llega a tal extremo que plantea ciertas problemáticas al respecto. En este sentido, el contenido que hayas comprado con tu cuenta de PlayStation es intransferible: es decir, en teoría no está permitido que le prestes o vendas tu cuenta a un amigo o a otro particular.
Pero aquí es donde viene la incidencia más importante: si los juegos que tienes en tu cuenta de PSN son tuyos y solo pueden ser de tu propiedad... ¿qué ocurre cuando dejas de existir? Ahí es donde la cosa pasa a no tener ningún sentido: cuando mueras, tu cuenta de PSN pasará a quedarse en un limbo digital donde Sony tendrá la última palabra sobre lo que ocurrirá con ella. De hecho, parte de la letra pequeña de los términos y condiciones a la hora de crear la cuenta dice lo siguiente:
''Todos los contenidos que te proporcionamos desde PSN están atados a ti y tu uso personal, privado, intransferible, no comercial y limitado a varios dispositivos de PlayStation. El usuario no venderá, alquilará, rentará, sublicenciará, modificará, adaptará, trasladará, descomprimirá o desarmará ninguna porción del contenido. Tampoco podrá reproducirlo o transferirlo de ninguna manera''
Esto significa, por ejemplo, que no puedes dejar tu cuenta de PSN en un testamento a otra persona, dado que deja de ser de tu propiedad y pasa a serlo de la propia compañía. En este sentido, lo más probable que ocurra es que la cuenta acabe siendo eliminada y, por tanto, todo el dinero que invertiste en ella, desaparezca para siempre.
Esto último nos deja con la opción más lógica a nivel práctico que nos queda: dejarle a otra persona escrito en un papelito el usuario y la contraseña de nuestra cuenta para que pueda disfrutar de nuestros juegos. Sin embargo y como ya decía antes, Sony podría acabar retirándola de circulación tras tu muerte, por lo que los contenidos que has comprado muy probablemente terminen desapareciendo definitivamente.
Con estas informaciones en mente, es mucho más complicado que antes decir adiós al formato físico, sobre todo, a aquellas copias de juegos a las que podemos jugar sin ningún tipo de conexión a internet, dado que nos dan una mayor garantía a la hora de preservar esas mismas obras y que no se acaben perdiendo con el paso del tiempo. Todo esto significa que todo el contenido que compras en PS5, la próxima PS6 o hasta la PlayStation que sea, acabará en un limbo del que no podrá salir. No sé qué pensáis vosotros y vosotras, pero el avance digital es inevitable y a mi cada vez me genera más rechazo que antes.
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