Normalmente estamos acostumbrados a ver cómo la comunidad de fans de algún juego concreto hace un demake del mismo. Es decir: coge un título más o menos actual y recrea cómo se vería y jugaría en sistemas retro. Pero también se hacen movimientos en la dirección contraria, tal y como ocurre en este caso en el que vengo a hablaros de Super Mario.
Los remakes están a la orden del día entre los planes comerciales de las compañías de videojuegos, pero son especialmente llamativos cuando han sido llevados a cabo por un fan. Sobre todo, cuando estos tratan de cambiar por completo el diseño de uno de esos juegos antiguos. Y, precisamente, esto es lo que ha ocurrido recientemente con el Super Mario de la NES original.
A donde quiero llegar con todo esto es que me parece increíble cómo el usuario ha recreado el juego en tres dimensiones, pero no puedo evitar pensar en el hecho de que así pierde parte de su gracia. Prefiero la estética que tenía el juego original, aunque no descartaría darle un tiento a esto si llega a ver la luz antes de que Nintendo lo tumbe.
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