Warzone 2 ha llegado repleto de novedades ya no solo a nivel estético con un primer Pase de Batalla que se comparte con Modern Warfare 2, sino en cuanto a lo jugable. Comenzando, por un Gulag que cambia por completo las reglas del juego al ofrecer enfrentamientos de 2 contra 2. Es por ello y teniendo en cuenta la rabia que da que te manden a la lobby al caer abatido en el gulag, que quiero compartir con vosotros y vosotras 3 claves y 2 consejos que a mi me vienen de lujo a la hora de salir con vida de allí. Vamos al lío.
5 consejos para salir con vida del Gulag de Warzone 2
Apréndete el mapa y posiciónate bien: el mapa de este gulag está repleto de recovecos y rincones en los que puedes encontrarte a una rata del otro equipo esperándote. Lo ideal es que te conviertas tú en esa rata ✅
Aprovecha tus recursos: esto puede parecer una tontería, pero se me olvida con más frecuencia de la que debería que tienes una granada por cada vez que entras al Gulag de Warzone 2. Úsala bien y será la diferencia entre vivir o morir a manos del enemigo ✅
Usa tus piedras: si aciertas a un enemigo como espectador del Gulag con una piedra, este quedará aturdido, lo cual es ideal por si tenemos que echar un cable a un compañero de escuadrón que coincida con nosotros en el Gulag. Por otro lado, las piedras también pueden reventar claymors y otros explosivos, por lo que son tremendamente útiles ✅
No seas imprudente: ir corriendo hacia el enemigo a cholón no te servirá de nada. Sé paciente y mira bien por dónde vas en cada momento ✅
Activa el chat de proximidad: el gulag ha cambiado y ahora tenemos que afrontarlo en compañía de otro jugador. Lo ideal es que os comuniquéis entre vosotros en la medida en la que podáis para tener el control sobre el enfrentamiento con el equipo rival ✅
¿Qué otros consejos podéis compartir sobre cómo sobrevivir en el Gulag de Warzone 2? Os leo en los comentarios.
Crecí rodeado de naturaleza y campos de trigo, pero con la cabeza llena de historias sobre dragones y planetas lejanos. Después me hice psicólogo para poder fascinarme con las historias de los demás.