Las características técnicas de Xbox Series X han hecho que poco a poco se vaya creando un nuevo hype hacia la nueva generación que arrancará de la mano de Microsoft y Sony este mismo año, y ayer en el Xbox Games Showcase los de Redmond tenían la oportunidad para pegar el gran puñetazo sobre la mesa y decir: "Eh, que aquí estamos nosotros", pero en lugar de eso, lo que hicieron metafóricamente hablando es pasar el testigo al siguiente corredor.
¿Había demasiada expectación creada sobre este evento virtual? Quizás sea esto, pues todos esperamos que con el cambio generacional veamos nuevos efectos gráficos en pantalla que nos hagan soñar en un futuro prometedor, pero nunca que nos hagan echar la vista atrás y mostrar unos gráficos desoladores como los que vimos con Halo Infinite, el título que teóricamente tiene que ser el buque insignia de la nueva generación de las consolas Xbox.
El Xbox Games Showcase de ayer 23 de julio será recordado por haber mostrado muchos juegos, la mayoría con grandes cinemáticas y con poco gameplay, pero las redes sociales no perdonan que la demo de Halo haya sido lo peor de todo el pastel. Microsoft, ¿a qué estás jugando?
La apuesta de Microsoft de no abandonar a los jugadores de Xbox One y que éstos sigan disfrutando de los nuevos y venideros títulos puede ser el principal motivo por el que los gráficos de Halo Infinite hayan sido objeto de mofas y bromas en redes sociales. Lastrar la calidad gráfica de un juego que dicen que ha costado 500 millones de dólares, cinco años de desarrollo y que lo ejecute un hardware que ya en 2013 estaba obsoleto no ha sido la mejor decisión de la compañía americana.
En cambio si miramos los comentarios del resto de juegos de terceras compañías, hay poco que reprochar; incluso The Medium apuesta a convertirse en uno de los mejores juegos mostrados en la conferencia y quizás sea, junto con el anuncio del nuevo Fable, lo que más gustó de esta conferencia virtual.
Sea como sea, Microsoft ha dejado escapar una gran oportunidad de mostrar el músculo que tiene escondido en algún cajón, y que tiene que sacar si realmente quiere posicionarse como una de las compañías que más tiene que ofrecer a sus usuarios.
De aquí al mes de noviembre, que es cuando previsiblemente llegará Xbox Series X al mercado, mucho tiene que cambiar la política de Microsoft si quiere que los jugadores vuelvan a apostar por comprar su nuevo hardware una vez más y no se quede criando polvo en las estanterías de las tiendas de videojuegos. Uno de los grandes anuncios aún no desvelados podría ser el de la nueva consola menos potente, tal y como un desarrollador de Halo nos podría haber confirmado sin querer.
Ahora la pelota está en el tejado de Sony, que están preparando también un evento virtual que podría ser emitido próximamente según una filtración y que servirá para que los usuarios se acaben de decidir por comprar una consola u otra.
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