Crítica del episodio 7 de Mob Psycho 100 II: 'Gracias'

"Mob Psycho 100 II" se encuentra en un punto de evolución creativa que le permite tratar con absolutamente cualquier aspecto de su realidad, y conseguir un resultado sobresaliente. La última prueba de ello es, lógicamente, el capítulo 7 de esta semana, estrenado hace unas horas. El capítulo 6 plantó las semillas de lo que más tarde se encargaría de recoger Reigen, el cual ha acabado haciéndolo con gran majestuosidad.

Recapitulando un poco, recordamos que Reigen Arataka, un fraude en todos los sentidos, había conseguido escalar en la clasificación de popularidad nacional hasta el punto de verse invitado a un programa de televisión. Por mala suerte para él, en ese mismo programa se encontraba un psíquico -de verdad, aunque de más reconocimiento que poder- al cual había humillado en una anterior ocasión. Para dicho psíquico, esta oportunidad se presentaba como la idónea para cobrarse su venganza, y vaya que si lo hizo. En cuestión de minutos, Reigen pasaba a ser el hazmerreír del mundo del entretenimiento. Un fraude, como ya habíamos mencionado, que por primera vez se encuentra con la realidad de ello. Desde que conoció a Shigeo, Reigen se había visto en una racha de aciertos que le habían mantenido bien ligado al mundo del espiritismo, hasta el punto de llegar a olvidar que él, por sí mismo, no llega a ser realmente nadie. Es precisamente en este sentido en el que encontramos el punto de inflexión para con Reigen.

Durante la rueda de prensa convocada por él mismo, Reigen se da cuenta de que con el paso de los años no ha conseguido hacer absolutamente nada con su vida. Su situación actual no se debe más que al producto derivado de su aburrimiento, el cual le llevó de dejar su trabajo en una empresa cualquiera a formar su propia oficina para tratar los espíritus. No obstante, descubrimos que de no ser por Shigeo, Reigen habría también abandonado dicha ocupación para buscar una nueva forma de ganarse la vida. Y es que, sin ir más lejos, la realidad es que Shigeo se convierte en el epicentro sobre el cual gira el universo de Reigen. El 'pequeño' Shigeo se presentó ante un proyecto de fraude como un halo de esperanza, una materia pura llena de admiración que solo buscaba una sola cosa: alguien con quien poder ser él mismo. Es por ello que a pesar de todas las malas palabras de Reigen, y a pesar de todos los actos sin consideración que este ha acabado ejerciendo sobre la figura del que se supone es su aprendiz, Shigeo solo tiene una forma de entenderle: "Un buen tipo".

El camino de ambos se separó temporalmente, y aunque era obvio que más temprano que tarde iban a volver a cruzarse el uno con el otro, es cierto que este tiempo separados ha servido para que pudieran dar un importante paso en sus vidas. Justamente de esto trata la segunda temporada de "Mob Psycho 100 II"; el show podría caer en la 'complacencia' habitual de muchos por la cual explotar una y otra vez los mismos rasgos que le proporcionaron el éxito original, algo que lógicamente acabaría por funcionar y todos aceptaríamos sin demasiados problemas. Sin embargo, "Mob Psycho 100 II" nos está mostrando un lado verdaderamente valiente gracias al cual estamos pudiendo ser testigos de una evolución tan natural como lógica en los dos personajes principales. ¿Van seguir como si nada, el resto de sus vidas, un hombre de 28 años sin rumbo y un adolescente sin capacidad social que además posee poderes psíquicos? La respuesta podría ser sí, pero afortunadamente, se nos ha dado un 'no' en mayúsculas que está consiguiendo elevar su calidad mediante unas expresiones que nunca antes hubiéramos llegado a imaginar.

En cuanto a lo que nos depara el siguiente episodio... ¿Shigeo declarándose a Tsubomi? Parece que nuestro protagonista está decidido a dejar atrás a aquel pequeño lleno de inseguridades que no conseguía encajar en ningún lado. Sea cual sea la respuesta que reciba en última instancia de aquella que ha sido siempre su primer amor, esta será una experiencia más que le ayudará a realizarse como la increíble persona que, poco a poco, nos está permitiendo descubrir.