Han pasado ya varios días desde que se lanzase en Netflix la primera temporada de The Witcher, es probable que, como nosotros, ya hayáis terminado de verla y si es así os invitamos a quedaros con nosotros durante las próximas líneas en lo que van a ser nuestros pensamientos extendidos sobre el final seguido de ciertas preguntas que lanzó el último capítulo y sobre las cuales esperamos arrojar algo de luz.
Si aún no sabes si deberías empezar o no a ver The Witcher te recomendamos que te pases por nuestra crítica y nuestras cinco claves antes de empezar a ver la serie, si por otra parte su vasto universo o su compleja línea temporal te tiene algo perdido ponemos a tu disposición la guía que realizamos en la que entramos a pormenorizar con las mínimas revelaciones posibles la línea temporal de la temporada, los reinos que toman parte en ella y los personajes más importantes. Ahora sí, y habiendo avisado de que se vienen spoilers comencemos.
Mentiríamos si dijésemos que no hemos quedado satisfechos con The Witcher, se trata de una adaptación muy correcta que además no se queda ahí, sino que invita a explorar el universo, buena prueba de ello es cómo ha multiplicado la venta de los libros de la saga y aumentado el número de jugadores de todos los juegos. Los combates son espectaculares, de las mejores coreografías que hemos podido ver y las actuaciones son, en general, de nivel, Henry Cavill como Geralt se nota que disfruta y trasmite esa pasión al público. Pero siempre hay que ser críticos y sería ingenuo y cínico no reconocer los defectos de esta primera temporada.
La intervención más necesaria ha de hacerse en este apartado, podemos perdonar una línea temporal tan confusa como esta una vez, siempre que utilicemos la excusa de que se están adaptando dos libros de relatos muy necesarios para sentar las bases de la historia. La serie necesita una planificación general más clara, no hay que parecer inteligente cuando se trata de narrativa, hay que serlo y esa es una diferencia vital que Lauren Schmidt Hissrich y su equipo necesitan entender y plasmar en cómo se plantea y desarrolla la historia de ahora en adelante. En principio no hay por qué temer, la propia Schmidt ya ha hablado de que la segunda entrega será más centrada, probablemente porque empiecen a adaptar las novelas por lo que los objetivos y relaciones de los personajes deberían de quedar más claros.
El segundo gran problema que arrastra la serie es una marcada falta de ritmo en ciertos momentos, hablamos de ritmo en un doble sentido; en primer lugar, en cuanto a la temporada en sí, cuenta con capítulos bastante destacables que se entremezclan con otros en los que es difícil recordar qué pasó si quiera porque estabas distraído mientras veías el episodio. No pedimos 8 capítulos intensos de principio a fin, eso también provocaría un fallo de ritmo, buscamos cierta consonancia entre los episodios. En segundo lugar, los propios episodios también guardan en su interior falta de ritmo que principalmente achacamos al montaje; la forma en la que se va pasando entre las historias de los tres protagonistas es, normalmente, tosca lo que afecta de manera secundaria a cómo funciona la narrativa intrínseca de cada episodio, colaborando en la ya mencionada confusión que esta causa.
El mundo de The Witcher puede llegar a ser desgarrador, hermosísimo, grisáceo o colorido; es tan rico que trasmitiría muchísimo solo con una buena fotografía, algo que escasea en la primera temporada. Viniendo del virtuosismo visual que nos dejaron las últimas temporadas de Juego de Tronos, ver The Witcher resulta algo monótono, plano y sin originalidad. El mundo está ahí, falta alguien que sepa cómo verlo y cómo mostrarlo. La mayoría de los planos son toscos y vagos, no faltan ejemplos de roturas de eje, zooms desconcertantes o planos inexplicables que se repiten en todos los episodios sean o no útiles en las escenas. A veces parece que la fotografía de The Witcher se presenta como una lista de tareas en cada episodio, que consistiese en hacer cruces a esas tareas y mirar al siguiente. La fotografía es mucho más que eso en un medio que es principalmente visual y eso se tiene que dejar ver en la segunda temporada.
Desde que Geralt enfrenta a la kikimora en los primeros compases del primer episodio está claro que no hay suficiente presupuesto en CGI, cosa que se reafirma prácticamente cada una de las veces que se usan técnicas de CGI. Esta serie es la principal baza de Netflix este año y está llamada a convertirse en su referente, necesita mejor CGI porque uno de los puntos principales del universo son los monstruos y si los monstruos no lucen bien parte de esa suspensión de la incredulidad a la que nos tiene que someter la ficción se desarma.
Cuando se filtraron las primeras imágenes del vestuario nos temíamos lo peor, finalmente no ha llegado a ser tan nefasto, sin embargo, no nos quejaríamos si las vestimentas de los personajes secundarios y los extras tuviesen más personalidad. Pero queremos insistir en un problema aún más evidente y es en cómo la serie debería replantear el uso que hace de una sexualización que es exacerbada en esta primera temporada, desde vestuarios provocativos que no tienen sentido hasta la ingente cantidad de veces que aparecen personajes femeninos desnudos, la mayoría de las veces sin existir necesidad alguna de que así sea. Yennefer, que es quien más sufre este tipo de escenas, es un personaje femenino fuerte (o al menos en la teoría debería de serlo), sin embargo, sus desnudos no son empoderantes sino que de manera habitual la subordinan. El tema del desnudo está, para sorpresa de nadie, mejor tratado en el caso masculino especialmente en la figura de Geralt, no son tan numerosos y tienen un significado más allá del posible deleite visual del espectador lo que los convierte en icónicos.
El último capítulo de la temporada nos dejó con ciertas incógnitas fruto del cliffhanger con el que la serie pretende mantenernos alerta de cara al estreno de su segunda temporada, estas son algunas de las respuestas que hemos encontrado a las que, quizá, son las preguntas más repetidas.
No, sin embargo, podemos anticipar que se encuentra en unas condiciones muy poco favorecedoras. Desde que la magia es introducida en la trama se hace especial hincapié en hacer saber al espectador que no es gratuita, sino que tiene un coste. Hasta la batalla de la colina de Sodden no habíamos visto ningún despliegue mágico del tamaño del que protagoniza Yennefer por lo que desconocemos en detalle en qué medida este afectará a la hechicera de Vengerberg. Podemos apostar, sin embargo, que su recuperación junto al del resto de brujas supervivientes de la batalla será un elemento clave de los primeros episodios de la segunda temporada.
En el encuentro entre Geralt y Ciri se puede ver el fuerte vínculo que les une, apenas se habían visto nunca antes, pero se reconocen al instante. Geralt comparte, como queda claro capítulos atrás, otro fuerte vínculo con Yennefer debido al deseo que le pide al Djinn. Esto nos hace pensar que a través de los poderes que caracterizan a Ciri, ésta ha sido capaz de conectar con Yennefer de alguna manera a través de Geralt.
La derrota en Sodden Hill por seguro ralentizará su avance, pero no su ambición. Es de esperar que Nilfgaard vuelva a la carga tratando de seguir expandiéndose al norte en la segunda temporada. Aunque la llegada de Temeria y su ejército comandado por el rey Foltest parece claro símbolo de que esta vez Nilfgaard no lo tendrá tan sencillo.
Son los dos nombres que más repite Geralt en el último capítulo, como os explicamos en nuestra guía son dos figuras importantísimas para el brujo. En primer lugar, su madre biológica de la que esperamos saber más en la próxima tanda de capítulos; y, en segundo, lugar su mentor y figura paterna, aún no le hemos visto en pantalla, pero su incorporación es una apuesta segura para la segunda temporada e incluso existen rumores fundados de que sea Mark Hamill el encargado de dar vida al personaje, a nosotros se nos ocurren pocos candidatos mejores.
Los dos personajes por fin están juntos, sin embargo, su historia acaba de empezar. Es previsible que veamos al brujo defendiendo a Ciri en más de una ocasión, al fin y al cabo, Cahir en nombre de Nilfgaard sigue la pista de la chica a la que, seguro, tratará de encontrar sin cesar por mucho que ahora esté el brujo a su lado. En el futuro más inmediato, sin embargo, nosotros apostamos por el regreso de Geralt a Kaer Morhen donde comenzaría a entrenar a la heredera de Cintra de manera similar a cómo le entrenaron a él.
La segunda temporada de The Witcher comenzará a rodarse dentro de muy poco por lo que no sería de extrañar su estreno a finales de 2020 o comienzos de 2021, será entonces cuando toque volver a revisar la serie para ver si ha sabido mejorar en esos puntos que nosotros creemos que necesita reforzar, y para descubrir también las verdaderas respuestas a nuestras incógnitas.
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