ONE se encargó de darle una vuelta de tuerca al género heroico cuando dibujó los primeros trazos de su obra magna: One Punch Man. Porque, mientras que todas las historias que se habían ido narrando hasta ahora hacían especial hincapié en cómo alguien normal podía convertirse en una entidad extraordinaria, el mangaka japonés apuntaba en una curiosa dirección que mostraba el lado oscuro de la superación: que ya no te queda nada cuando lo has conseguido todo.
Así y con una saga que roza la filosofía existencialista y que trata con un acertado sentido del humor algunos temas humanos tan trascendentales como la depresión, ONE sacó de su sombrero de las ideas una franquicia que apasionaría a millones de personas. Tanto que esta crecería desmesuradamente hasta necesitar nuevas fronteras hacia las que expandirse, siendo el medio del videojuego aquel idóneo para acoger una aventura inspirada en las hazañas de Saitama. Dicho y hecho, dado que Bandai Namco anunció hace unos meses One Punch Man: A Hero Nobody Knows, un videojuego que hemos tenido la ocasión de probar durante algo menos de dos horas en un reciente evento y del que os hablaremos a través de las cinco claves que definen su jugabilidad.
La primera pantalla que nos da la bienvenida a One Punch Man: A Hero Nobody Knows muestra unas intenciones sobradamente claras, las cuales consisten en darnos a entender que la aventura que ocurrirá dentro del juego será plenamente nuestra. Y si decimos esto es por la idea de que la obra de Bandai Namco nos insta a crear un personaje desde cero con una serie de herramientas de personalización que, por lo que pudimos ver, parece que serán bastante extensas. Lo bueno de esto último es que el rango de posibilidades no podría ser mayor: podremos dar vida a tanto a un personaje donde la épica está patente en cada una de sus características como a un ser salido del más profundo de los avernos que transmita vergüenza ajena con solo mirarlo.
Así y con un avatar que evocaba la figura de los Super Saiyan pero muy mal, nos adentramos en el juego para darnos cuenta de que el sistema de personalización escondía una segunda capa: One Punch Man: A Hero Nobody Knows nos permitirá elegir también qué técnicas utilizará nuestro personaje en los combates; algo que apunta en la diracción, una vez más, de que esta historia quiere ser nuestra historia. Porque ya no es solo cuestión del atuendo estrafalario que decidamos integrar dentro de nuestra heroica identidad, sino de aquellos movimientos que darán a conocer al mundo cuál es el estilo de combate con el que sentimos más afinidad.
La parte jugable que encuentra su hábitat natural dentro del campo de batalla sigue unos patrones similares a los que ya hemos podido ver en otras obras del estilo de Bandai Namco; unas que siguen un esquema claro de control donde la accesibilidad es el elemento que más pesa dentro de su ramo de sensaciones. De esta manera, la serie de comandos que deberemos pulsar para desencadenar combos y realizar ataques espaciales serán de lo más sencillos; contando con un par de botones para golpear, otros tres conjuntos de comandos para realizar atauqes especiales, otra tecla para defendernos y un par de combinaciones más para desplazarnos por el escenario y esquivar.
Esto provoca que el tiempo que tardemos en amoldarnos a la propuesta jugable de One Punch Man: A Hero Nobody Knows sea el menor posible, logrando que, al poco tiempo de haber superado los correspondientes tutoriales, ya estemos realizando espectaculares movimientos y combos que demuestren que nuestro avatar tiene madera para convertirse en héroe. No osbtante, la predilección por la simpleza que presenta el título de Bandai Namco (la cual tambiéns e transmite en el diseño de sus escenarios), podría llegar a desembocar en un sistema al que le harían falta un par más de vueltas para que no llegue a resultar repetitivo con el tiempo. Algo que, por suerte, sus responsables han sabido preveer al presentarnos un elemento que se dará en las peleas y que da un giro de varios grados a las mismas para proponernos una experiencia diferente: los eventos especiales que se sucederán dentro de los enfrentamientos.
Lo que quizás sea más interesante del cómputo global de ideas que presenta el título tiene que ver con los sucesos que ocurren mientras estamos luchando. Principalmente porque, además de aquellos que vayan encaminados a amoldarnos a lo que venga mientras intentamos acabar con nuestro adversario (como, por ejemplo, intentar no salir escaldados de una lluvia de meteoritos), existe uno en concreto que le dará la vuelta a las luchas por completo: la llegada de héroes que acudan en nuestra ayuda.
Es ahí donde esa experiencia en la que el jugador lucha por sentirse superior al contrincante da un giro completo y se convierte en una en la que tenemos que resistir a sus acometidas o, al menos, lograr permanecer en pie hasta que dichos héroes lleguen para echarnos una mano. Lo mejor de todo es que estos, además, serán totalmente controlables y supondrán un enorme aumento de las opciones que tenemos a la hora de pelear, dado que todos ellos harán alusión a los míticos personajes que podemos ver en la serie incluyendo al todopoderoso y alicaído Saitama.
One Punch Man: A Hero Nobody Knows emplea uno de los bien conocidos modelos del sieño japonés para darle cierta variedad al gameplay al entender que no todo tienen por qué ser combates. Y con esto nos referimos a una serie de momentos en el juego que se sucederán entre los mismos. La obra de Bandai Namco nos permite explorar la ciudad del manga para hablar con sus ciudadanos, completar misiones secundarias y acceder a diferentes tiendas para comprar elementos cosméticos o potenciadores para las peleas. Es justo aquí donde puede verse aquello que mencionábamos al principio del párrafo: el título emplea un sistema que coquetea con los JRPG, el cual cuenta con el punto positivo de presentarse como unas secciones que dan coherencia a aquello que ocurre entre los combates; aunque, por otro lado, peca de lo ya visto en otros videojuegos al presentarse como momentos algo vacíos que anteponen la forma a su contenido en sí.
Para hacer que el jugador sienta que sus acciones están yendo hacia algún lado, One Punch Man: A Hero Nobody Knows cuenta con ciertas capas de progresión que nos harán ver que nuestro avatar va dando varios pasos en su camino hacia la gloria. Siendo este otro de los sistemas que vuelve a acercarse a lo visto en los títulos RPG, la obra de Bandai Namco emplea un sistema de rangos por el que iremos ascendiendo al ganar fama como héroes en la ciudad; un medidor que aumentará con cada misión que completemos y con cada una de las tareas secundarias que nos encomienden sus habitantes.
Así y aunque aún desconozcamos qué otras bondades y recompensas se esconden tras el ascenso en este sistema de ragnos, si sabemos que las misiones más avanzadas solo estarán disponibles para aquellos que hayan demostrado su valía. Lo cual se torna en un diseño que nos obligará a ir completando el mayor número posible de actividades que se nos presenten en el juego; desde hacer de recadero para un habitante de la urbe hasta despachar a un pervertido monstruo que se descontrola ante los rechazos de corte amoroso.
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