Desde que "Dragon Ball" naciera hace ya más de 30 años, Son Goku ha sido siempre un personaje de lo más peculiar. A pesar de cuenta en sus venas con la sangre de una raza puramente guerrera como los Saiyans, se ha caracterizado por ser un bastión de bondad y, sobre todo, compasión. Estas características eran las que hacían poder comprender algunos de sus actos más incomprensibles, por lo menos hasta cierto punto, pero en "Dragon Ball Super" ha llegado un punto en el que sus decisiones resultan ser difícilmente justificables.
La más reciente prueba de la situación actual con Goku llega de la mano del arco de Moro, en particular con el capítulo 65, en el cual podría haber acabado sobradamente con una encarnación del mal más puro como se trata del antagonista principal. Hoy, repasamos algunos de los grandes pecados más recientes del personaje que llegan a poner en duda su posición como 'guardián' de la tierra.
Posiblemente el mayor pecado de Goku en "Dragon Ball Super" hasta la fecha; un Torneo por la más pura satisfacción de saciar su hambre de combate. No había en ningún caso necesidad alguna de dar forma a un conflicto como el que puso en peligro la supervivencia de cientos de millones de habitantes repartidos por todos los universos distintos - y es que a pesar de que Zeno planeó en su momento una eventual purga, Goku se mostró constantemente satisfecho por algo que no concebía como la amenaza que era, recordándole al dios el Torneo que había olvidado -. A Goku no se le vio el menor remordimiento en un solo instante, solo pensando en salir victorioso para evitar los daños.
La posición de inmunidad de Son Goku como el protagonista de la franquicia tiene al personaje en un estado actual en "Dragon Ball Super" en el que, haga lo que haga, siempre va a salir bien. Esto no se debe solo a que Toyotaro y Toriyama le sigan dando recurrentemente la condición de personaje más poderoso de entre el grupo protagonista, sino también al hecho de que por mal que vayan las cosas, y por culpable que pueda ser de ello, al final siempre tendremos un 'final feliz' para él y los suyos.
Esto nos lleva directamente al presente arco de Moro, el cual se encuentra cerca de concluir, algo que podría darse tan temprano como cuando el manga 67 de "Dragon Ball Super" se haga disponible.
Desde el principio del arco antagonizado por Moro, el villano se ha mostrado como una entidad de la maldad más pura. Al igual que anteriormente vimos a alguien como Zamasu que menospreciaba a otras razas por una justicia divina que, para el personaje en cuestión, contaba con una lógica irrefutable, Moro actúa simplemente por el más puro deseo de alimentarse y consumir toda la energía vital que encuentra a su paso; una aureola de destrucción sin un fin más allá que el de imponer su mera existencia.
Es así, entonces, que para muchos se ha hecho incomprensible que, al igual que hiciera con Cell muchos años atrás, Son Goku diera una judía mágica a Moro, confiando en la palabra de alguien que no ha parado de matar sin remordimientos desde su primera aparición en el manga de "Dragon Ball Super". Esta confianza desmedida de Son Goku, sumada a su ingenuidad, han llevado a una situación que muy probablemente requiera de la asistencia de Vegeta, pues el escenario actual parte de que si Son Goku mata a Moro, la Tierra se detonará junto a este.
Esta situación podría haberse revertido si Son Goku hubiera acabado con Moro en lugar de darle una judía, explicarle quien era Merus y que poseía el Ultra Instinto y haber optado por intentar razonar con alguien cuyo corazón se encuentra tan podrido como el de otros villanos tales que Freezer. Y es que haciendo mención a posiblemente el enemigo de Goku más icónico de todos - que ya llegó a destruir la Tierra en "Dragon Ball Super", aunque enmendado esto por Whis -, realmente sabemos que las situaciones expuestas no son novedad con el protagonista.
Si el rostro de "Dragon Ball" desea seguir con su curso de acción actual, necesita de alguna forma desarrollar unas técnicas o estilo de combate que le permitan neutralizar a un enemigo de forma absoluta - sin acabar con su vida -. A día de hoy, apostar porque Son Goku, por el mero hecho de ser el protagonista, pueda realizar cualquier acción carente de sentido y salirse con la suya es algo que ya no funciona, en particular cuando las principales razones que se están dando en cuanto a su forma de actuar en "Dragon Ball Super" recaen sobre su egoísmo y necesidad de encontrar a enemigos fuertes para combatir.
Son Goku nos enseñó a muchos años atrás valores tan importantes como la amistad o el hecho de dar una segunda oportunidad, pero a día de hoy ha cruzado una línea en "Dragon Ball Super" que amenaza con ser más peligrosa para la Tierra que no la protección que puede llegar a garantizar.
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