Analizamos Forjados en los Baldíos, la reinvención de Hearthstone hacia la perfección

Hearthstone, al igual que la totalidad de multijugadores existentes en el mercado, ha atravesado altibajos. Mientras, en múltiples ocasiones, el título de Blizzard se ha erigido con religiosa regularidad como uno de los títulos estratégicos en línea más recomendables de la industria, asimismo ha sufrido de varios episodios en los que su difícilmente debatible reinado dentro del género de las cartas coleccionables se ha visto asediado. Sin embargo, el transcurso del Año del Fénix representó una de las mejores vueltas al sol de la obra y, de cara al recién iniciado Año del Grifo, la situación se perfila a ser aún mejor.

A dicho respecto, luego de una terna de expansiones innegablemente excelentes, Forjados en los Baldíos, el contenido que ha dado inicio a este nuevo capítulo en la historia del multijugador, ya se encuentra disponible. El inédito set de cartas desarrollado por Team 5 ha llegado al juego junto a un sinfín de modificaciones que no solo adiciona, al igual que sus predecesores, sino que directamente redefine la actualidad de Hearthstone y la convierte en el que sea, muy posiblemente, el mejor momento para jugarlo tanto si se es un veterano como si se es un neófito. Esta afirmación, somos conscientes, ya la hemos hecho en el pasado pero, a pesar de ello, no nos caben dudas: Forjados en los Baldíos, como comprobarán a lo largo del texto, es la continuación del sólido camino de Blizzard hacia la mejor versión de Hearthstone.

Del Año del Fénix al Año del Grifo: ¿Qué ha cambiado en Hearthstone?

Antes de entrar en materia plena, y retomando lo destacado previamente, Forjados en los Baldíos marca el inicio del Año del Grifo, el cual brinda una serie de modificaciones a Hearthstone que van más allá de las nuevas cartas y mecánicas. En este sentido, abarcar la totalidad de las inclusiones tomaría una inmensurable cantidad de tiempo -para ello, recomendamos leer las notas del parche 20.0-, no obstante, su relevancia es tal que no podemos obviar mencionar cómo, grosso modo, son parte vital de que la entrega se sienta más bien que nunca.

Así, pues, Hearthstone ahora cuenta con un nuevo set de cartas: un conjunto Clásico que, trasladándonos hasta 2014, nos ofrece la versión más original y básica del título. Ejemplares del Salón de la Fama, cartas del ahora Salvaje set Básico, versiones pre-nerf de múltiples insignias del título... Quienes añoren la variante más pura del videojuego, finalmente tienen un acceso a ella más puro, del mismo modo que quienes deseen ver cómo era la obra en sus inicios tienen la potestad de acceder a legendarios arquetipos como el Pícaro Miracle o el Mago Freeze, disfrutando entonces de aún más variedad de posibilidades jugables que en el pasado.

Además, cartas cuyo poder fue reducido -como Vermis de maná, Aluvión de acero o Malabarista de cuchillos- han regresado a sus visiones originales, siendo que ahora han pasado a formar parte de un set gratuito que, junto a las míticas legendarias que otrora pertenecían al conjunto Clásico -del estilo de Jaraxxus, Tirion o Al'Akir-, pueden ser utilizadas por todos los jugadores. Es decir, a diferencia de años anteriores, los nuevos usuarios tienen acceso a una mayor repertorio de opciones al crear sus mazos, y es que pueden disponer de poderosos arquetipos sin tener que haber invertido grandes cantidades de tiempo en generar las condiciones para tenerlos.

Por otra parte, se han creado Escuelas de Hechizos que segmentan los hechizos según su esencia al estilo de los tipos de esbirros, por lo que se ha generado una consecuente mayor cantidad de sinergias. Incluso, el mapa de recompensas se ha renovado para que sea mucho más sencillo subir de nivel y, por ende, lograr amasar más oro y obsequios, se ha creado un novedoso estilo de 'carta de diamante' que va más allá de las cartas doradas para ofrecer un aspecto diamantino en 3D, se avecina el Libro de los Mercenarios para compaginarse con el Libro de los Héroes... En otras palabras, Hearthstone es más Hearthstone que nunca, tanto en novedades como en nostalgia.

El principal buque de una flota de importantes sumatorias

En el pasado, analizando las propuestas de expansiones como Locura en la Feria de la Luna Negra y Academia Scholomance, había ciertas líneas que, en lo que a Forjados en los Baldíos se refiere, se han mantenido de forma incólume. ¿Diseños estéticos impresionantes? En efecto. ¿Coherencia temática entre artes y efectos de indescriptible acierto? También. ¿Nuevas mecánicas que se compaginan con las de DLC anteriores para exponenciar el número de alternativas para los mazos? Por supuesto. O sea, en síntesis, una nueva clase maestra de parte de Blizzard de cómo crear una expansión.

Y es que, una vez más, las sumatorias han cambiado notablemente el funcionamiento del juego hacia mejor, pero las transformaciones señaladas en el ítem anterior hacen que su percepción sea aún más positiva. La palabra clave Frenesí -que se activa si un esbirro recibe daño pero no muere en el proceso-, las innovadoras cartas de Puestos de cruzada -esbirros que no pueden atacar pero que generan efectos reactivos según lo que hace el adversario-, la renovación de protagonistas de previas adiciones como Magia súbita, Daño con hechizos o Letargo, los hechizos con rango -que mejoran según si tienes 1, 5 o 10 cristales de maná-... Todas se compenetran de gran forma para dar luz a arquetipos inéditos, y para revivir antiguos estilos que, durante meses, resultaban inviables en lo competitivo.

Por lo tanto, desde un Mago que se basa enteramente en utilizar su poder de héroe tantas veces como sea posible, pasando por un Pícaro cuyo objetivo es aplicar un sinfín de efectos varios a sus armas, incluyendo un Guerrero que gira en torno a armar un fuerte entero a base de puestos y un Brujo que busca quedarse sin cartas en su mazo para activar poderosísimos efectos, hasta un Chamán que explota las sinergias entre Múrlocs y Elementales y muchos más, las nuevas aproximaciones jugables son divertidísimas y muy distintas respecto a lo visto en anteriores ocasiones. Claro está, solo el tiempo se encargará de establecer su viabilidad en el metajuego pero, por ahora, su actualidad es más entretenida que nunca.

Forjados en los Baldíos: La reinvención de Hearthstone hacia la perfección

Haciendo uso de un equilibrio impoluto entre el regreso de las icónicas experiencias del pasado y el arribaje de nuevas formas de disfrutar de su propuesta, Forjados en los Baldíos representa la génesis de la reinvención de Hearthstone hacia la perfección. De seguir su estela, las expansiones venideras se encargarán de hacer del Año del Grifo no solo el ciclo más laborioso y exigente para Blizzard en la historia del título sino, también, el más exitoso y sobresaliente.

Con más variedad e incentivos que nunca para regresar a la Taberna, no tememos en afirmar que Hearthstone se encuentra en su mejor momento; una aseveración que, admitimos una vez más, hemos realizado con cada nueva expansión del Año del Fénix, pero que a su vez se trata de un hecho que, en realidad, refleja cuán destacable han sido los últimos compases de la obra, y cuán magnos pueden llegar a ser si su permanencia en tal sendero se extiende aún más.