Tin & Tina se acaba de estrenar en Netflix después de ser un completo fracaso en los cines de España. Pero la película termina con algunas preguntas sin respuesta, y cuestiones que son aclaradas de forma confusa. Si estás buscando un artículo que te explique el final de Tin & Tina porque te hayas quedado con dudas, o simplemente no hayas comprendido qué ha pasado, te he preparado una pequeña guía muy simple de seguir.
Lola decide que es momento de dejar de hablar de religión en casa, por lo que Tin y Tina se ven obligados a abandonar sus juegos macabros. En ese momento, los niños se acercan a Adolfo, al mismo tiempo que nace el bebé de Lola: es entonces cuando se produce una escena brutal, el bautismo del pequeño en la piscina. Adolfo, cuando descubre que casi ahogan al bebé, quema la Biblia y devuelve a Tin y Tina al convento.
Un mes más tarde, Lola cree que es una mala madre porque devolvió a sus hijos adoptivos en lugar de educarles de forma correcta. Lola y Adolfo discuten por esta razón, pero lo peor se produce cuando llega a casa y descubren que no hay televisión: el hombre de la casa decide arreglar la antena en el tejado, pero cae un rayo sobre él y la casa se incendia. El bebé no está en la cuna, por lo que Lola se encomienda a Dios para encontrar a su pequeño. Menos mal que lo consigue y escapa de la tragedia. Eso sí, cree que Tin y Tina están detrás de todo, algo que queda desmentido cuando la monja del convento le comunica que los mellizos estuvieron toda la noche en el convento.
La última escena nos enseña a Lola aceptando que Tin y Tina no fueron los responsables de la tragedia que asoló su casa días atrás; además, cree que pudo salvar a su bebé del incendio gracias a la fe en Dios, por lo que acaba recuperando aquello que perdió con el aborto. Sin embargo, siempre quedará la duda de si los mellizos son realmente el Demonio: no solo por sus macabros juegos religiosos, que contrastan con sus continuos rezos a Dios.
Mi teoría es diferente, aunque el final queda abierto a la interpretación: creo que Tin y Tina solo tienen un problema, haberse criado en un convento con unas convicciones religiosas demasiado fuertes. Los pequeños no saben adaptarse a la vida real, fuera de la fe en Dios, y por ello cometen juegos como niños que son, por muy macabros que nos resulten. Ahora bien... ¿Tú crees que los protagonistas son realmente malvados?
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