Acabas de llegar a casa después de un largo día de trabajo y tan solo piensas en tumbarte en el sofá y poner la mente en blanco. De fondo, buscas una película en Netflix que te mantenga entretenido, al mismo tiempo que te ayude a conciliar el sueño. ¿Has visto Mercy en el Top 10 de la plataforma de streaming en España? Puede que hayas leído alguna que otra reseña y te sorprenda que una película con un 0% en Rotten Tomatoes está arrasando, pero como comedia involuntaria, puede funcionar. ¡Te lo cuento!
Mercy es un interesante thriller de acción que narra cómo una ex médica se ve inmersa en una batalla mortal por la supervivencia cuando la mafia irlandesa se hace con el control del hospital en el que trabaja. Cuando su hijo es tomado como rehén, se ve obligada a confiar en su pasado aguerrido y sus habilidades letales después de darse cuenta de que no queda nadie más que ella para resolver la situación.
Jonathan Rhys Meyers, Jon Voight, Leah Gibson, Sebastien Roberts y Anthony Konechny son tan solo algunos de los protagonistas de Mercy, una película escrita por Alex Wright y dirigida por Tony Dean Smith (hasta entonces había trabajado en la televisión canadiense).
No, Mercy no es una película que pasará a la historia por sus interpretaciones. Es más, su protagonista, Jonathan Rhys Meyers, lo hace tan mal que fue agraciado con el Premio Razzie 2023 a Peor actor. Ahora bien, tampoco es imprescindible que las actuaciones sean brillantes para que una cinta sea entretenida, y Mercy lo es. Al fin y al cabo, es un thriller de serie B en el que resulta fundamental dejarse llevar y dejar la mente en blanco; los agujeros de guion y las decisiones absurdas abundan, con unos personajes bastante odiosos y una factura técnica algo pobre.
Con todo lo malo que he dicho hasta ahora de Mercy, ¿cómo es posible que siga recomendando este thriller? Mercy, ahora que está disponible en Netflix y no tienes que pagar ningún coste adicional, se deja ver. Quizás sea por esa falta de coherencia narrativa, por esa fotografía propia de un telefilme de sobremesa o por unas interpretaciones de cartón piedra, pero a mi me ha mantenido enganchado hasta el final, y encima dura bastante poco: 85 minutos.
Si estás buscando un thriller de acción convencional, que no invente la rueda y cuyo principal objetivo sea ayudarte a echar una siesta, Mercy está triunfando en estos momentos en Netflix. Casi supera a La madre de la novia en España, y en otros mercados también funciona de lujo. ¿Y si la crítica estaba equivocada y para nada es tan mala película? ¡Compruébalo!
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