La piratería de manga sigue a la orden del día, al igual que la del anime, pero no se puede decir que las autoridades japonesas hayan estado de brazos cruzados estos últimos meses. Seguramente la operación reciente más conocida es la que acabó con la detención de múltiples 'leakers' que filtraban material de mangas como "One Piece", "Jujutsu Kaisen" y demás que luego llegaba a Twitter prematuramente, pero hoy hay que hablar de otro caso: una multa de 11 millones de dólares a un propietario de una web ilegal.
Ha sido MangaMogura quien se ha hecho eco de la noticia informada por el medio Nikkei, la cual recoge lo siguiente:
A pesar de todo, me parece obvio que hasta que las autoridades japonesas no den un golpe contundente a nivel internacional (mayormente fuera de Asia) todos estos casos van a seguir pasando como historietas que se escuchan de lejos. Además, la piratería internacional seguramente sea una más persistente que no la nacional, en esencia porque en Occidente hay quien recurre a la piratería para leer mangas que o bien no tienen traducciones oficiales, o que directamente no están licenciados por empresa alguna. Acabar con la piratería es importante, pero también lo es que el manga siga progresando en cuanto a su disponibilidad mundial.
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