¿Y si la humanidad se convirtiera en piedra durante nada más y nada menos que 3.700 años? Esa era la pregunta que nos dejaba "Dr. Stone" en su debut de la temporada de anime de verano, y la formulación de la respuesta está comenzando a ser un proceso de lo más interesante. Y es que ahora, a la pareja de "Asterix y Obelix" formada por Senku y Taiju se le une un factor que claramente altera el producto: Tsukasa Shishio.
A pesar de que ambos personajes principales tenían planeado despertar a Yuzuhira para que Taiju pudiera así expresar finalmente su amor, el destino les obliga a tomar una decisión bajo presión: despertar a Tsukasa, conocido como el alumno de instituto más fuerte de todos. La realidad es que poco tarda en hacerse claro a qué se debe tal consideración, pues logra dejar fuera de combate a todo un león de un solo puñetazo, una tarea ciertamente no al alcance de cualquier persona.
No obstante, y a pesar de que Tsukasa supone un punto de inflexión en el día a día para con la supervivencia de Senku y Taiju, su introducción llega con cierto aire amenazante. Esto es algo que, pese a la primera buena impresión, Senku acaba detectando, motivo por el que en cierto punto opta por no revelar la cuarta utilidad del carbonato de calcio, el cual les ha permitido en un abrir y cerrar de ojos avanzar varios miles de años en el proceso evolutivo de la humanidad. Similarmente, Senku nota las palabras de halago de Tsukasa cargadas de interés, el cual revela poco después sus verdaderas intenciones.
En una rápida introspección al pasado del nuevo miembro del equipo, se descubre un odio puro por parte de Tsukasa hacia todos esos adultos que ponen las racionales leyes por encima de la humanidad de una forma irracional. Es en este punto en el que se revela la verdadera intención del alumno de instituto más poderoso de todos, y es que su idea no es la de restaurar la humanidad, sino la de construirla de cero a dedo, escogiendo los miembros para la misma que considere 'desprovistos de odio' y dejando de lado a aquellos que, bajo su perspectiva, puedan poseer intereses erróneos.
Es por ese mismo motivo que le podemos ver sin problema alguno salvando la vida de otra persona y, poco después, matando a alguien a sangre fría. No obstante, Senku se interpone rápidamente en su deseo de convertirse en un dios, y es que, en caso de que nos hubiéramos olvidado, el único interés de Senku es la ciencia, tanto a modo de herramienta como de fin. Sí, puede ser cierto que su viaje iniciara con Taiju para recuperar a la humanidad como tal, pero no hará concesiones subjetivas que se interpongan en la objetividad del logro que, indudablemente, valoraría como su 'magna opus'.
Asimismo, parece claro que la diferencia de opiniones en las posturas de Tsukasa y Senku es lo que nos lleva a ver al científico estar creando una ballesta en cierto punto. Y es que, como él mismo bien comenta, en un mundo en el que no existen otro tipo de armas que rudimentarias lanzas de piedra, alguien con las capacidades físicas de Tsukasa tiene el potencial de imponer su voluntad a todos aquellos que no puedan detenerle mediante un despliegue físico similar o superior al suyo. Taiju, como ya hemos podido ver, brilla en el concepto atlético, pero de ninguna forma resulta suficiente como para ni siquiera acercarse a Tsukasa.
Es por esto que, dado el título del siguiente episodio, "Las armas de la ciencia", parece claro que tras conseguir abastecerse a nivel de víveres y, similarmente, recuperar el control de la cadena alimenticia, tocará dar un nuevo paso adelante en la historia de la humanidad mediante herramientas con las que todo el mundo pueda defenderse. Aun así, en este punto resulta poco claro cómo se desarrollará la marcada diferencia en perspectiva que existe entre Tsukasa y Senku, pero es fácil asumir que, como mínimo, las distancias podrían comenzar a crecer entre salvadores y salvado -o viceversa-.