Tras el episodio especial de la semana pasada, con motivo del 20 aniversario de "One Piece", el anime vuelve a la acción del país de los samuráis. Por ahora la historia sigue desarrollándose lentamente, pues hay muchos personajes nuevos que conocer. Sin embargo, es posible que en las próximas semanas salga a luz la verdad de porqué los vainas rojas y Momonosuke hayan sido capaces de escapar del país de Wano.
La comida llega por fin a la ciudad Okobore
La acción de los últimos episodios, en los que Luffy, Zoro y Kiku se encontraban en la ciudad de las flores, se centraba en tratar de salvar a la pequeña Tama y conseguir comida para alimentar a la ciudad Okobore. Si bien los últimos capítulos no habían conseguido crear interés en la mayoría, este último no se queda atrás. La poca acción que se vio en los anteriores, queda olvidada totalmente, pues más allá de un par de discusiones de entre los protagonistas, no se disfruta de ninguna pelea como las semanas pasadas.
Los protagonistas son recibidos entre vítores por los habitantes de la ciudad, pues al ver el barco lleno de comida que traen, no pueden sino llorar de alegría al saber que no morirán de hambre. Allá donde vaya, Luffy siempre consigue ser visto como el héroe del momento, pues no contento con llevar un barco lleno de comida, también roba una piscina llena de agua para que no tengan que beberla de los ríos contaminados.
Si hay algo que brilla en este episodio, es la relación que existe entre la pequeña Tama y Luffy. Desde el comienzo se mostró como la niña ya admiraba a Ace, hermano mayor de Luffy, por la ayuda que este le dio años atrás al darle de comer a ella y a todos sus vecinos. Desde que conoció a Luffy, ha visto en el capitán esa misma valentía y decisión que tanto caracteriza a los dos hermanos. El anime está consiguiendo algo que el manga en su momento no fue capaz, y es que gracias a la nueva animación que Toei Animation está haciendo para este arco, consigue crear una relación de amistad entre ambos personajes como nunca antes se había visto en "One Piece".
Las ruinas del castillo de Oden
Dejando a un lado a los protagonistas, Basil Hawkins aparece en escena, hablando con alguien desconocido por ahora para advertirle de que Luffy, Zoro y Law son demasiado poderosos para que solo él los enfrente. En sus apariciones en este arco de Wano, el Supernova no ha mostrado una gran evolución de fuerza tras los dos años que Luffy pasó entrenando con Rayleigh. Si bien se ha visto alguna habilidad diferente a lo que mostró en el pasado, no ha conseguido ni plantarle cara a Zoro en su corto enfrentamiento.
Tras toda la acción en la ciudad Okobore, los protagonistas deciden separarse de Tama y el resto de habitantes para dirigirse a las ruinas del antiguo castillo de Oden. Creando una atmósfera de incertidumbre alrededor del mismo, pues por algún motivo allí residen las tumbas de Kin'emon, Kanjuro, Raizo, Momonosuke y Oden. Si algo ha conseguido este episodio, es crear una sensación de duda entre los fans, pues ver los mausoleos de 4 personajes que están vivos consigue que todos se pregunten cómo pueden seguir con vida.
¿Cómo es posible que estas tumbas existan? Los 3 samuráis y el niño abandonaron Wano en algún momento de la historia para buscar aliados con los que pelear contra Kaido. Pero sabiendo que Oden murió hace ya 20 años y que Momonosuke es un niño, una de las alternativas posibles sería que hubiesen realizado un viaje en el tiempo. Nunca antes este recurso se había utilizado en "One Piece", pues no se conoce una fruta del diablo que lo permita.
Conclusión
La trama de este arco sigue avanzando lentamente a medida que se conocen más secretos y personajes del país de Wano. Sin duda lo mejor de este capítulo es ver como la relación de Tama y Luffy sigue creciendo, pero no se puede olvidar que el objetivo del arco es derrotar a uno de los personajes más poderosos actualmente, Kaido.