Japón, país de una cultura con la que puedo coincidir en muchos gustos de entretenimiento, como por ejemplo "Kimetsu no Yaiba". Por si a alguno le queda duda todavía respecto al impacto generacional que ha tenido la obra de Koyoharu Gotouge, es momento de hablar ahora de Fumio Kishida, quien se convertirá en el próximo primer ministro de Japón y que se ha declarado como un gran fan del relato de los hermanos Kamado.
Estas son algunas cosas que dijo Kishida-san durante una reciente entrevista que, con suerte, acabará ayudando al sector del manga y el anime de manera local (vía Comicbook):
"No he visto el anime, pero me he leído todos los tomos de Kimetsu no Yaiba. Mi personaje favorito es Akaza. [...] Prometo trabajar para que los ingresos de la gente involucrada en la industria 'débil' de Japón aumenten, como es el caso de aquellos que se dedican al manga, el anime o las películas."
Dejando a un lado el buenísimo gusto del señor Kishida escogiendo a Akaza como su personaje favorito, lo verdaderamente relevante es comprobar si a largo plazo esta promesa para mejorar las condiciones de los trabajadores del sector se cumple. Al fin y al cabo, si algo ha quedado claro es que la vida del mangaka es una de puro sacrificio personal a todos los niveles, y la del animador es una, mayormente, de explotación laboral.
Ya se conoce que política y promesas cumplidas son dos ideas que no siempre acaban yendo demasiado de la mano, pero en lo que está siendo una época dorada de internacionalización del manga y el anime me parece lógico, ya no solo por "Kimetsu no Yaiba" sino por otros como "Tokyo Revengers" o "Jujutsu Kaisen", que Japón empiece a trabajar a conciencia para ofrecer las pertinentes condiciones a aquellos que lo merecen.
"Tanjirou Kamado es un chico alegre y trabajador que vive felizmente junto a su familia, hasta que un fatídico día un demonio llamado Muzan irrumpe en su vida matando a sus padres y maldice a su hermana pequeña convirtiéndola en demonio. Tras este incidente, y con el propósito de vengar a sus padres y devolver a su hermana Nezuko a la normalidad, decide convertirse en un asesino de demonios. Para ello, acude en ayuda de Sakonji Urokodaki, uno de los asesinos de demonios más fuertes del mundo…".
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