Desde hace algún tiempo prácticamente podemos decir con seguridad que MAPPA se ha convertido en la heredera de la Madhouse de los años 2000; una compañía que suele asombrarnos con la mayoría de grandes proyectos que estrena, como Attack on Titan, Jujutsu Kaisen o Vinland Saga. Sin embargo su reputación se está viendo empañada por la forma en la que trata a sus empleados.
Numerosos artistas de la industria del anime se han quejado hasta la saciedad de la forma en la que MAPPA abusa de fechas de entrega ajustadísimas y de jornadas laborales extremadamente extensas. Estas son las razones por las cuales el Mahoraga vs Sukuna se emitió en televisión a pesar de ser un episodio incompleto. La segunda temporada de Jujutsu Kaisen fue una barbaridad técnica que se creó gracias al extenuante trabajo de cientos de empleados pero, ¿Sus responsables recibieron un salario acorde?
Ahora bien, una cosa no quita la otra. La animadora en cuestión también comentó que, al compararlo con lo que pagan en Estados Unidos, sí que es cierto que 2 500 yenes por corte es una cifra "baja". Además de esto se sometió a una enorme carga de trabajo en unos plazos limitados, ¿Por qué aceptó estas condiciones?
Pues básicamente por la misma razón por la que Vincent Chansard trabajó con MAPPA para Jujutsu Kaisen, porque un director que admira la invitó personalmente a unirse al proyecto. Tras esta experiencia, la animadora en cuestión tiene claro que a partir de ahora negociará los precios por corte antes de dar el ok a un estudio.
¿Creéis que MAPPA cambiará su modus operandi en un futuro? De no ser así, muchos creen que la industria terminará colapsando.
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