Warner Bros. sigue teniendo muy disgustados a todos sus cineastas, todo ello por culpa de una estrategia de programación que se extenderá, como mínimo, por todo 2021, y en la que se adopta el estreno simultáneo tanto en cines como en HBO Max para paliar los efectos de la pandemia; en la plataforma de streaming, además, ver estas producciones no tendrá coste adicional, algo que para directores como Denis Villeneuve implica cargarse cualquier posibilidad de continuidad de su próximo proyecto, Dune.
Por esta razón, y ante el temor de una fuga de creativos a otras compañías como se ha rumoreado, Bloomberg adelanta un cambio de condiciones en los contratos establecidos hasta ahora: Warner Bros. pagará por adelantado a los cineastas, y cambiará las cláusulas de aquellas bonificaciones que se otorgaban en función de la taquilla. Esto último se hace para evitar que los responsables de cada largometraje pierda el porcentaje de beneficios que se llevarían en caso de ser un taquillazo, y ya se ha empezado a llevar a cabo con Wonder Woman 1984: pese a que no ha recaudado todavía ni 200 millones de dólares, su cineasta tras las cámaras, Patty Jenkins, se habría llevado una bonificación de 10 millones de dólares.
¿Qué necesitaría ahora una película para que los responsables de cada proyecto se lleven dicha cantidad adicional? Reducir a la mitad la recaudación necesaria; es decir, si se requiere recaudar 400 millones de dólares para comenzar a pagar este porcentaje de beneficio, ahora solo será requisito obtener 200 millones. Además, habrá otro incentivo que se dará por estrenar una cinta en HBO Max, independiente al resto de cantidades de las que hemos hablado.
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