Infiesto, película que ha sido descrita como un True Detective a la española, acaba de llegar a Netflix. Por eso, hemos decidido recopilar las principales claves de su final, por si te has perdido alguno de los detalles que rodean a este misterio. Si sigues leyendo, descubrirás la verdadera identidad de el Profeta, cuáles eran sus motivaciones, y qué fue de él en el último tramo de Infiesto.
El final de Infiesto: todo sobre el Profeta
El agente Ramos de la policía local, que encuentra a Saioa y la ingresa en el hospital con su compañero, el agente Altuna, es el Profeta.
Antes de que Ramos se convirtiera en policía, era el líder de una secta que se escondía en las minas abandonadas de Infiesto.
Ramos también fue maestro en una escuela local, donde se acercó a Manuel y al Demonio, quienes se convirtieron en sus discípulos.
El Profeta, que era amado por los niños y la gente del pueblo, promovía un estilo de vida hedonista, pero sus prácticas se volvieron bárbaras cuando profundizó en la mitología celta.
Ramos quería satisfacer a Taranis, el dios de las tormentas. Por eso secuestraba y mataba a alguien cada tres meses. Lidia Vega hubiera sido una de sus primeras víctimas si no hubiera logrado escapar.
El Profeta creyó que la pandemia era un castigo de los dioses, por eso secuestró a una joven fuera del hospital donde estaba internada Saioa.
Mientras tanto, Lidia le hace saber a Castro que el apellido del Profeta es Ramos. De esta forma, descubre que el asesino en serie que ha estado buscando es el agente Ramos.
¿Qué pasa con el Profeta?
Castro se dirige a la mina cercana a la casa de Ramos, para evitar que mate a la joven que secuestró. Mientras se dispone a liberarla, el Profeta la ataca por la espalda.
El Profeta dispara a Castro en la mano, pero ella aprovecha una alarma que distrae al asesino y logra derribarlo, acabando con él poco después.
Antes de morir, el Profeta proclama que volverá, ya que los druidas creen en la reencarnación. Él piensa que, al hacer tantos sacrificios, tiene garantizada una segunda vida.
De esta forma, Castro salva a la joven que estaba secuestrada y pone fin a la ola de asesinatos iniciada por el Profeta.
Dicen que los que escriben sobre cine son guionistas frustrados, en mi caso es bastante cierto. Consumo películas y series por encima de mis posibilidades. Durante una temporada fui redactor de horóscopos, hoy en día sigo escribiendo sobre ficción.