Que el mundo de los videojuegos se está acercando cada vez más al cine es algo imposible de obviar. La industria ya ha superado en facturación a lo que genera su hermana mayor, y Hollywood lleva tiempo intentando sacar ventaja de esa situación. Así es como Illumination Entertainment, el estudio responsable de Los Minion, llegó a un acuerdo con Nintendo para sacar adelante una de las adaptaciones más esperadas de las últimas décadas. Super Mario llegará a la gran pantalla con una cinta de la que por el momento no se sabe casi nada, pero la cual parece que se mantendrá tan fiel a la saga original como quiera su emblemático creador.
No es extraño ver como en este tipo de producciones los estudios dejan de lado a las mentes pensantes para imponer sus intereses comerciales. En el caso del fontantero sin embargo la situación está siendo completamente opuesta. Shigeru Miyamoto ya reconoció hace varios meses llevar años esperando a este momento, y Chris Meledandri, el productor de Illumination, lo está teniendo en cuenta. Aprovechando el anuncio del reboot de Shrek del que se encargará, Meledandri opinó por primera vez sobre la película asegurando que la voz del maestro está siendo el pilar del proyecto.
"Le estamos manteniendo en el centro de la creación de este film", confesaba a Variety. "Rara vez he visto que esto sucediera con ninguna otra adaptación en la que la voz creativa original fuera arropada como nosotros estamos arropando a Miyamoto. Se dice que en Hollywood la gente cree saber más que la personas responsables de la marca. Yo mismo he cometido ese error en el pasado". Ahora el productor confía en no solo corregirse a sí mismo, sino también en lograr todo lo que no logró la película de los noventa. "Creo que es más emocionante y vale más la pena que simplemente hacer otra versión de una película que para empezar ya fue increíblemente bien hecha".
Ahora bien, ese objetivo no es sencillo de alcanzar, y eso mismo parece haber empujado a Nintendo y al estudio a darse más tiempo del que algunos fans desearían. Y es que según afirma Variety, la nueva película no llegaría a las salas de cine hasta 2022. "Es una meta ambiciosa", apuntaba Meledandri. "El reto consiste en tomar cosas que son perfectas en su forma original, y encontrar una profundidad que no comprometa lo que a generaciones de fans les gusta de Mario, sino que también se sienta orgánico con la iconografía, y que pueda soportar una estructura de tres actos".
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