De no haber sido por Speed: Máxima potencia, probablemente Keanu Reeves no sería ahora John Wick, ni hubiera protagonizado Matrix. Tampoco hubiera interpretado a uno de los protagonistas de Cyberpunk 2077 ni su nombre se hubiera convertido en una figura clave de Hollywood. Aunque aquella Speed de 1994 no fue una película notable, simplemente una obra cinematográfica correcta, destacó por su enorme poder de entretenimiento y por sus apasionantes escenas de acción.
A Keanu Reeves lo acompañaba en el reparto Sandra Bullock, pero esto pudo haber sido diferente si Halle Berry no hubiera cometido uno de los errores más garrafales de su carrera. La actriz de Catwoman o X-Men recibió la propuesta de co-protagonizar Speed: Máxima potencia junto a Keanu Reeves, pero no dudó en rechazar el proyecto. ¿Qué la llevó a tomar esta decisión? ¿Qué opina ahora una intérprete cuyo resurgir está siendo mucho más difícil de lo que ella misma esperaba?
En una entrevista concedida a Entertainment Tonight, Halle Berry admite estar arrepentida tres décadas después por haber rechazado la oportunidad de ser la co-protagonista de Speed: Máxima potencia, papel que finalmente recibió en sus manos Sandra Bullock: "me ofrecieron Speed antes que a Sandra Bullock. Fui tan estúpida que lo rechacé, pero en mi defensa diré que cuando leí el guion, el autobús no salía del aparcamiento y no me convencía. Luego vi la película y me quedé... '¡Argh!'. A mi me ofrecieron la versión de aparcamiento".
La primera versión del guion de Speed: Máxima potencia optó por mantener al autobús en todo momento en el aparcamiento, algo que le habría restado emoción y adrenalina. El secreto de esta película de acción es precisamente su impactante mezcla de suspense y diversión que te da el subidón de una descontrolada montaña rusa. Si el vehículo no hubiera salido del parking, probablemente el resultado hubiera sido espantoso.
Por lo tanto, Halle Berry no debería sentirse arrepentida al hacer lo correcto. Si el guion que le llegó no le convenció en absoluto, lo mejor que pudo hacer es abandonar el proyecto. Y tampoco podemos decir que le marchase realmente mal después a pesar de que en estos momentos se encuentra en horas bajas.
Moonfall, estrenada a principios de 2022, fue la última ocasión en la que vimos a Halle Berry en la gran pantalla. Y aquella película de Roland Emmerich fue una mancha más en su extenso currículum. La intérprete no deja de encadenar proyectos equivocados que no le permiten lucirse. Esperemos que con las películas que se encuentran en marcha esto cambie: protagoniza The Mothership (de Matt Charman), Our Man from Jersey (de Julian Farino) y Never Let Go (de Alexandre Aja), todas ellas con fecha de estreno en 2024. ¿Se aproxima el resurgir de Halle Berry?
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