El coronavirus ha puesto en jaque a toda la industria cinematográfica y televisiva, sea la española o la norteamericana; la china o la coreana. Todo el mundo se ha visto afectado por una pandemia que obligó a apagar las cámaras durante varios meses, y aunque muchas producciones han vuelto a los rodajes, otras tantas como Tomb Raider 2 siguen esperando el momento idóneo para comenzar a grabar. Por esta razón, no sorprende que Metro Goldwyn Mayer haya anunciado el retraso indefinido de la secuela.
El problema es que Tomb Raider 2 iba a estrenarse el próximo 19 de marzo de 2021, es decir, en seis meses. Este tiempo es insuficiente para rodar una superproducción como esta de, como mínimo, 100 millones de dólares de presupuesto; además, se requiere un enorme trabajo de posproducción para ajustar los efectos visuales y especiales, por lo que antes o después, el retraso iba a materializarse. Lo sorprendente es que este haya sido de forma indefinida, y la empresa audiovisual no haya decidido establecer una nueva fecha.
La primera entrega de esta nueva franquicia funcionó relativamente bien: pese a costar unos importantes 94 millones de dólares, recaudó 274 millones, sin contar el dinero que hiciese luego en formato doméstico y digital. Por lo tanto, fue rentable para Metro Goldwyn Mayer, y por este mismo motivo, dio luz verde a una secuela que volvería a estar protagonizada por Alicia Vikander.
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