Los Simpson se corresponde con una de las series más importantes de los últimos años, dado que ha generado una gran influencia en la vida de toda una generación a lo largo de varias de sus temporadas. De hecho, hay un metauniverso creado alrededor de Los Simpson que se ha mantenido intacto con el paso del tiempo: memes y chistes que solo entiendes si has visto Los Simpson, podcasts y contenido creado expresamente en torno a la serie, artículos que se centran en resolver curiosidades nucleares de la misma...
Pues bien; esto último es lo que quiero hacer a lo largo de las siguientes líneas. Sobre todo, con tal de despejar una de las dudas más comunes que existen dentro de la comunidad de espectadores de Los Simpson. De hecho, quizás se corresponda con una inquietud que puede que nunca hayas tenido por haberla normalizado: tal y como habéis leído en el titular, todo tiene que ver con por qué los personajes de Los Simpson son amarillos.
Los datos que nos permiten dar una respuesta a esta pregunta tienen que ver con una entrevista que Matt Groening concedió en su momento y cuyas declaraciones fueron recogidas por los compañeros del portal New York Post. Básicamente, todo tiene que ver con que el creador de estos personajes quería que fueran muy llamativos a simple vista con tal de que se distinguieran del resto de series que se estaban emitiendo en el momento de su creación.
La idea de Matt Groening es que, cuando alguien estuviera haciendo zapping en su televisión, se topara con una serie de colores muy llamativos que captasen su atención con tal de quedarse a ver de qué iba todo aquello. Sin embargo, la propuesta del color amarillo surgió por parte de uno de los dibujantes iniciales de la serie que presentó un boceto a Groening, el cual reaccionó con las siguientes palabras nada más verlo: ¡Ya lo tenemos!
Siendo psicólogo, no puedo respaldar todas esas teorías que afirman que los colores tienen significados psicológicos cuyas descripciones parecen sacadas de un horóscopo, pero sí puedo decir que es una tonalidad que logra captar mucho la atención a nivel sensitivo y, por tanto, de provocar una rápida reacción en el cerebro nada más captar sus ondas de luz. O, dicho de otra manera, es un tono que se utiliza con el objetivo de captar tu atención, dado que puede generar mucho contraste con el resto de aquellos que estén disponibles en una misma pieza.
Tiene sentido, por tanto, que Los Simpson sean de color amarillo, dado que el uso que se le suele dar a este en el medio audiovisual y artístico encaja bastante con las intenciones iniciales de Matt Groening. Desde luego, lo que también se puede decir es que este color se convirtió en una seña de identidad de la serie desde el mismo momento en el que se comenzó a emitir en el año 1989.
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