Payday 2 es un videojuego que va camino de cumplir ni más ni menos que 5 años. Era allá por agosto de 2013 cuando este videojuego se estrenaba originalmente tanto en PC como en las consolas de la pasada generación. Desde entonces, han sido varias las plataformas que han visto una adaptación e incluso la versión de PC ha ido evolucionando con diversas actualizaciones que mejoraban y corregían los problemas del juego original. Y, a pesar del tiempo y los cambios de plataforma, Payday 2 es una obra que, aún a día de hoy, cuenta con una importante base de jugadores, demostrando que la calidad del juego parece ser atemporal.
Pero es ahora cuando llega la versión más novedosa de la obra de Starbreeze y Overkill, con la que se adapta a Nintendo Switch. El juego ha demostrado resistir el paso del tiempo en PC, PlayStation y Xbox pero, ¿conseguirá salir bien parado del cambio a la consola híbrida? Nosotros ya hemos podido estar un buen tiempo disfrutando del juego así que si queréis descubrir qué nos depara Payday 2 en Nintendo Switch os invitamos a acompañarnos en nuestro análisis.
En primer lugar y antes de entrar en detalle con la versión de Nintendo Switch, cabe recordar qué tipo de juego tenemos ante nosotros con Payday 2. La obra de Overkill es una mezcla entre shooter en primera persona y sigilo. En este videojuego nos ponemos en la piel de un atracador que debe ir perpetrando diferentes asaltos y robos a multitud de lugares con el objetivo de llevarse dinero, información o cualquier objeto valioso.
Desde el punto de vista del jugador, básicamente nos encontramos con una obra en la que, en medio de un entramado de muros y pasillos, debemos abrirnos paso sorteando obstáculos tales como cámaras de seguridad, guardias, policías y equipos de élite para conseguir alcanzar un determinado objeto. En el intento contamos con el sigilo, que en ocasiones resulta imprescindible, pero también con un enorme arsenal de armas de fuego que, si están ahí, es para dispararse. A pesar de que existe un componente estratégico para planificar cada paso, las cosas nunca salen bien y, normalmente, nos veremos metidos de lleno en tiroteos y situaciones de las que lo mejor es huir por patas.
Por otra parte, cabe destacar que aunque se puede perfectamente disfrutar en solitario, Payday 2 es una apuesta claramente enfocada a jugar de forma cooperativa, y es que cada uno de los atracos se realiza en grupo, contando los diferentes personajes con habilidades únicas que instan a jugar de una determinada forma. Cada uno de los miembros del equipo ha de llevar a cabo un rol y planificar el atraco y vivir todas las situaciones que se presentan en compañía de amigos es una experiencia espectacular. Este es precisamente uno de los pilares de la longevidad de la comunidad de Payday en PC.
La nueva versión de Payday 2 que llega a Nintendo Switch incluye todo lo dicho hasta el momento, y es que es una simple adaptación a la consola híbrida de la gran N. Ya hemos visto muchos videojuegos de los últimos años lanzarse en esta nueva plataforma durante los últimos meses, algunos con más éxito y otros con menos; y, por desgracia, Payday 2 es de los que peor les ha sentado este cambio.
Si bien es cierto que el núcleo de la experiencia es el mismo, lo que le rodea y ha conseguido atar a una enorme base de usuarios durante casi 5 años ha sufrido algunos cambios y, con la adaptación a una consola híbrida en 2017, se han tenido que hacer algunas concesiones que afectan de forma negativa a la experiencia final a día de hoy. Estas concesiones se pueden dividir en dos clases: las que se deben a las limitaciones técnicas de Nintendo Switch y las que son debidas al propio videojuego y sus premisas.
A pesar de que el alma, por así llamarlo, de Payday 2 no depende de la plataforma en la que juguemos, hay factores importantes que alteran todo lo que le rodea e influyen de forma considerable en la experiencia final. Por un lado, Payday 2 es un juego que ya tiene casi 5 años a sus espaldas y que en ningún momento, ni siquiera en su lanzamiento de 2013, era un portento a nivel técnico. Nintendo Switch ha demostrado que es capaz de resistir juegos exigentes pero Payday no se aprovecha de ello y sufre un downgrade visual respecto a las versiones de PC, PlayStation 4 y Xbox One. Algunas texturas se notan borrosas, los modelados podrían ser mejores y, en general, el sacrificio visual no se corresponde con lo que el hardware de Switch ofrece.
Por otro lado, Payday 2 no es un juego al que le siente demasiado bien el concepto de Nintendo Switch. El título propone partidas relativamente largas (de, al menos, una media hora) sin puntos de guardado entre medias. Mientras que otros videojuegos permiten entrar y salir rápidamente del juego para aprovechar las bondades del modo portátil de Nintendo Switch, Payday 2 se queda en tierra de nadie, obligando a jugar durante demasiado tiempo y suponiendo un pequeño paso atrás que, siendo honestos, no es culpa ni de Switch ni de Payday, sino de una relación complicada que no acaba de cuajar.
Además de esto, la versión de Payday 2 que aterriza en Nintendo Switch no está a la par que las del resto de plataformas. Le faltan unas cuantas actualizaciones y correcciones importantes (sobre todo a nivel de IA) para ofrecer una experiencia totalmente sólida. Pero, por si esto fuera poco, también hemos echado de menos alguna novedad o característica destacable que haga a Payday 2 relucir más en Nintendo Switch. Exceptuando un nuevo personaje (que aporta menos de lo que pudiera parecer), las novedades son nulas.
Pero no toda la culpa del mal resultado de Payday 2 es del juego, sino que las limitaciones de Nintendo Switch también son un factor muy a tener en cuenta. En primer lugar, y de forma obvia, el aspecto técnico es un punto crucial. Si bien es cierto que el downgrade visual no se corresponde con la potencia de la híbrida, lo cierto es que el rendimiento de Payday 2 acusa el menor hardware de Switch en comparación con sus hermanas mayores. En modo portátil, el juego corre a 720p y 30 fps con algunas caídas, que no se solucionan cuando en modo dock la resolución aumenta.
En cuanto a los controles, nos encontramos con uno de los puntos en los que peor parado ha salido este port. Si bien hemos visto con otros shooters que los joysticks pequeños de los joycon pueden ser un problema, en la mayoría de casos como DOOM bastan unas horas para acabar acostumbrándonos y pudiendo disfrutar. Pero Payday 2 no corre la misma suerte y, aunque hemos dedicado un buen puñado de horas al juego, el control se mantiene muy tosco e impreciso si carecemos de un mando pro, dificultando el disfrutar de la experiencia cuando llega el momento de los tiroteos.
Por otra parte, el enfoque cooperativo de la obra hace prácticamente indispensable una comunicación con la escuadra cuando nos adentramos en el multijugador. Debido a las políticas de Nintendo, los responsables de la obra no han tenido acceso a la herramienta que les permita incorporar el chat de voz y, aunque se ha especificado que llegará en el futuro, actualmente la comunicación es imposible, poniendo una traba más a la experiencia final.
Payday 2 no sale nada favorecido en la comparación de esta nueva versión para Nintendo Switch con sus hermanas mayores. Y, aún con eso, el juego puede llegar a resultar divertido. Si no hubiéramos disfrutado de decenas de horas de Payday 2 antes de adentrarnos en esta versión, es posible que los fallos pasaran más desapercibidos, pero la situación es la que es; y Payday 2 es lo que es. La opción de Nintendo Switch es, a día de hoy, la peor para jugar a Payday 2, independientemente de si somos nuevos en la obra de Overkill o no.
Y no malinterpretéis estas palabras. No se trata de un juego malo; el port como tal no es especialmente malo tampoco, y no se trata de un juego con el que Switch no corra. Simplemente, como en el amor, las cosas a veces no salen como una espera. Las propuestas de Payday 2, así como sus diferentes mecánicas no se adaptan bien a la consola de Nintendo, no porque falte trabajo o haya errores técnicos, sino simplemente porque las piezas del puzle no encajan. Y aunque esto sea algo negativo, los errores como este, que demuestran que no todos los juegos pueden ser porteados con éxito a Nintendo Switch, son algo de lo que los desarrolladores pueden aprender. Con este tipo de fallos se pavimenta el camino al éxito, a más ports de calidad y a obras nuevas que consigan captar la esencia de Nintendo Switch y aprovechar sus bondades para brindar una experiencia sobresaliente.
Con todo esto, Payday 2 en Nintendo Switch es una obra muy difícil de recomendar. Los fallos que tiene merman de forma importante la experiencia en comparación con las versiones de PC, PlayStation 4 y Xbox One; la falta de contenido nuevo no ayuda y, por si fuera poco, el rendimiento dista mucho de ser el ideal. Como ya hemos dicho, no es que sea un juego malo ni un port malo, es que simplemente las piezas no encajan y, a no ser que seáis muy fans de la obra de Overkill, lo mejor es que la disfrutéis en cualquiera de sus otras versiones.