Netflix está acertando con todas sus docuseries, un formato que encaja a la perfección con aquellos espectadores que quieren disfrutar de un true crime en toda regla. La última en llegar a España es Baraja: La firma del asesino, un documental de 3 capítulos centrado en la figura de Alfredo Galán, un asesino en serie que atemorizó la ciudad de Madrid en el año 2003. ¿Quién fue y qué se sabe acerca de sus crímenes?
A principios de los 2000, Madrid era una ciudad rodeada por el crimen. En 2003, por ejemplo, la capital de España sufría una muerte violenta cada 66 horas, un 20% más que en 2002. Sin embargo, el cuerpo de Juan Carlos Martín que apareció sin vida el 5 de febrero de 2003 destacó por un detalle: junto a él, había un as de copas de la baraja española. La víctima tenía 28 años y acababa de salir de trabajar de Barajas.
Aunque fue el segundo cadáver hallado el que hizo pensar a la policía, el primero tuvo lugar unos días antes: Juan Francisco Ledesma, portero del número 89 de la calle de Alonso Cano, recibió un disparo en la cabeza después de que Alfredo Galán entrase en un portal al azar. El propio asesino aseguró meses más tarde que tras el crimen, regresó a casa a comer y a dormir un rato. Sin embargo, el hijo del fallecido dio un detalle crucial para la investigación: "el señor tenía bigote".
Este es el crimen con el que he comenzado el relato de los hechos: Juan Carlos Estacio, de 28 años, había acabado su turno de limpieza en el aeropuerto de Barajas. Eso sí, en este momento, apareció la señal que convirtió a Alfredo Galán en un asesino en serie: el 'as de copas'.
Ese mismo día, tras caminar sin rumbo por un barrio de Alcalá de Henares, Alfredo entró en un bar y asesinó a Mikel Jiménez Sánchez (hijo de la dueña del local) y a Juana Dolores Uclés (una vecina que se encontraba en el bar hablando por teléfono). La dueña del establecimiento (Bar Rojas) quedó gravemente herida. Esa misma tarde, acudió a la cita que tenía con su psiquiatra para ser tratado por una crisis de ansiedad.
En Tres Cantos, localidad en la que Alfredo Galán vivió unos meses, se acercó un joven, Santiago Eduardo, a quien disparó sin decir palabra alguna en la cara hiriéndole de gravedad. El joven fue trasladado al Hospital de La Paz, donde ingresó en estado grave. Su novia, Anahid C, también fue objeto de los disparos, pero como la pistola se encasquilló, salvó su vida. Antes de marcharse, el asesino tiró una carta: un 'dos de copas'.
El asesino se trasladó hasta Arganda del Rey; en un descampado, vio a una persona caminar y se acercó, pero esta desapareció. Por el camino, observó a otras dos personas: el matrimonio asesinado estaba formado por George y Diona Magda (ella murió dos días después): "no les aviso, les disparó de forma totalmente sorpresiva", exponen investigadores. Y en el escenario del crimen aparecieron otras dos cartas de la baraja española.
Finalmente, tras los crímenes de Arganda del Rey el asesino deja de matar, declaró ser el asesino confeso de estos trágicos sucesos y entró en la cárcel. Sin embargo, acabó retractándose y afirmando que todo era fruto de una conspiración de dos skinheads.
Como Baraja: La firma del asesino es una serie original de Netflix, no está disponible en ninguna otra plataforma de streaming o cadena de televisión.
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