Desde que House of the Dragon se anunció, me pregunto si he de esperar una serie a la altura de Juego de Tronos, o si he de bajar las expectativas y ser realista. Sea como sea, a cada noticia que sale de esta nueva ficción de HBO, me ilusiono cada vez más, y quizás vosotros compartís esa sensación conmigo porque es lo más normal: se nota que la cadena y plataforma de streaming trabaja para conseguir otra matrícula de honor en territorio televisivo.
Hoy os hablaré sobre los dos últimos fichajes, los de Milly Alcock y Emily Carey, mujeres que darán vida a importantes personajes dentro del entramado de House of the Dragon.
Si no habéis leído Fuego y Sangre o las novelas de Canción de Hielo y Fuego, es probable que no conozcáis con claridad a ninguna de las dos mujeres; Rhaenyra Targaryen es hija primogénita del rey Viserys I y de su primera esposa, Emma Arryn. Es de pura sangre Valyria y jinete de dragones como en el futuro lo es Daenerys, pero al ser una mujer no aspira al trono (¡malditas tradiciones!). Eso sí, ella está decidida a hacerse con él y se enfrenta a Aegon, su hermano pequeño, cuando muere su padre. Así es como comienza la Danza de los Dragones.
Alicent es la mujer más guapa de los Siete Reinos y forma parte del séquito del monarca, por lo que se cría dentro de la Fortaleza Roja. Aunque parece inofensiva, al haber nacido y madurado en este entorno, sabe cómo funcionan las relaciones políticas, y termina siendo la segunda mujer de Viserys I y madre de Aegon.
En ambos casos, las actrices dan vida a las versiones más jóvenes de estos personajes.
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