La historia que no conocías de Stranger Things: rechazada y repudiada hasta en 15 ocasiones

Stranger Things es una serie maravillosa que está a punto de recibir su cuarta temporada. Después de asistir esta mañana a la presentación de los nuevos episodios, tuve curiosidad por saber cuál fue su origen, y leyendo descubrí que antes de que la comprase Netflix, fue rechazada y repudiada... ¡Hasta en 15 ocasiones! Es decir, que otras 15 empresas, productoras o plataformas perdieron la oportunidad de producir una de las mejores ficciones originales de los últimos años.

Cómo sé que muchos de vosotros, al igual que yo, no teníais ni idea de esta historia apasionante acerca de los hermanos Duffer luchando por Stranger Things, he decidido contarla en este artículo recomendado tanto para aquellos que seáis fans de la serie de Netflix, como para aquellos que no.

El camino de Stranger Things: del guion, a Netflix

Nos trasladamos al 15 de julio de 2016. Fue ese día el elegido por Netflix para estrenar Stranger Things, una de las series originales de la plataforma de streaming que ha cambiado el rumbo del servicio. Un claro homenaje a los años 70 y 80, pero con efectos especiales de primer nivel y una historia tan intrincada como apasionante.

Por desgracia, su camino hasta ahí no fue nada fácil: los hermanos Duffer (Matt y Ross Duffer) eran dos claros desconocidos antes de Stranger Things, dos realizadores con grandes aspiraciones, pero muy pocas oportunidades para arrasar. Gemelos que crecieron consumiendo todos los productos que enamoraron a su generación, y por supuesto, con las míticas películas de años anteriores como E.T., Los Goonies o Regreso al futuro.

Esta es la razón por la que durante sus primeros años, los hermanos Duffer estaban desmoralizados, y fue el propio Matt quien lo contó a The Wrap: "ibas a reuniones en las que estaban tan poco interesados en cualquier cosas que vas a decir antes de abrir la boca... Es entonces cuando empiezas a pensar que es imposible. Había momentos en los que pensábamos que nunca íbamos a lograrlo".

En el año 2011, lograron escribir el guion de Hidden: Terror en Kingsville, película que estrenaron en 2015 y que terminaron dirigiendo ellos mismos. Una especie de filme de terror sobre una pandemia que ya apuntaba el camino que seguirían a posteriori estos dos hermanos a nivel visual. ¿El problema? Entre 2011 y 2015 transcurrió tanto tiempo que todos se olvidaron de la película, incluyendo su propia productora, Warner Bros. Pictures, quien la promocionó bajo mínimos y no la llegó a lanzar en cines.

Quien sí vio Hidden: Terror en Kingsville fue Donald De Line, productor de Wayward Pines, quien decidió reclutar a estos dos gemelos para Wayward Pines, una serie de M. Night Shyamalan maravillosa que, si bien su final fue precipitado, volvió a dejar claro la maestría narrativa de estos dos realizadores.

La creación de Stranger Things y su complicado ascenso

Para el argumento de Stranger Things, escrito justo después de Wayward Pines, los hermanos Duffer se basaron en Prisoners (quizás por ello la primera temporada se centra en la desaparición de un joven). Definieron cuál sería el misterio de la serie, y le pusieron su propio toque: un homenaje a los años 80 por estar fascinados con la Guerra Fría y los éticamente dudosos experimentos que se llevaron acabo en aquella época sobre el control mental, clarividencia y otros aspectos sobrenaturales.

En una entrevista de Matt Duffer a Vulture, habló sobre el proceso de venta de Stranger Things a múltiples productoras: "cuando estábamos intentando vender la serie, escribimos un libro diseñado para leerse como una antigua novela de Stephen King. También realizamos un tráiler falso, algo cursi, pero todos nos decían ‘deberías hacerlo’. Colocamos la música de John Carpenter por encima de algunas escenas de ‘E.T.’ viendo como funcionaba y desarrollamos el tono de Stranger Things".

Y llegaron los problemas: los hermanos Duffer lo intentaron con casi 20 productoras, cadenas de televisión y plataformas antes de que 21 Laps Entertainment aceptasen el proyecto. No convencía mezclar a los protagonistas tan jóvenes con asuntos tan adultos como los que protagoniza la trama. Esa empresa que adquirió los derechos tardó solo 24 horas en contactar con Netflix y recibir una respuesta positiva, y a día de hoy, ya vamos por su cuarta temporada, siendo conscientes de que terminará en la quinta.