Nadie puede negar que The Last of Us es la serie más esperada de HBO Max, y seguramente se convierta en la mejor adaptación de un videojuego jamás realizada. Eso sí, a finales de 2022, una noticia sacudió las redes sociales: Craig Mazin y Neil Druckmann, los principales responsables del proyecto, confirmaron que esta versión televisiva de la saga de Naughty Dog tendría menos violencia.
Antes de pasar a hablar sobre las consecuencias directas de esta afirmación, así explicó Neil Druckmann, director también de los videojuegos de PlayStation, por qué habrá menos carga violenta: "necesitamos cierta cantidad de acción o violencia en los videojuegos, que podamos utilizar como mecánica para que puedas conectar con Joel y entrar en un estado de flujo (...). Esto no existe en un medio pasivo como es una serie (...). Vamos a quitar toda la violencia salvo la esencial'. Eso permitió que la violencia tuviera incluso más impacto que en el videojuego".
¿Por qué vuelvo a hablar de estas declaraciones? Porque a raíz de ellas, fueron muchos los fans que comenzaron a publicar mensajes de odio en redes sociales sin haber visto el resultado final, dado que The Last of Us se estrenará el próximo 16 de enero en HBO Max. Y este podría ser el principio del fin. ¿Se cargarán los haters una de la series más esperadas?
Todo parece apuntar a que The Last of Us no quiere ser como el resto de adaptaciones de videojuegos que se han llevado a cabo: por un lado, la serie tendrá vida propia y se desviará de los acontecimientos que hemos vivido en los videojuegos, y por otro lado, la violencia característica de la franquicia pasará a un segundo plano para centrarse en la narrativa. De esta forma, Craig Mazin y Neil Druckmann han comprendido perfectamente qué hace de una adaptación un proyecto con éxito: tener identidad y no depender por completo de la obra original.
Sin embargo, los fans más acérrimos de The Last of Us se han tomado estas declaraciones como un ataque directo hacia su nostalgia: ellos parecen querer revivir la historia de Joel y Ellie sin prácticamente cambios, sin ser conscientes de que para esto existen los miles de gameplays que los jugadores comparten en YouTube. Una serie es un formato muy diferente al videojuego, y por lo tanto, no se puede caer en lanzar mensajes haters contra los principales responsables de la adaptación cuando ellos tan solo están haciendo su trabajo.
Ha llegado el momento de cancelar la cultura de la cancelación, y dejar embaucarnos por lo que la serie de The Last of Us nos tiene preparados. Solo de esta forma conseguiremos separar lo que esperamos, de lo que finalmente será.
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