Tenía 18 años cuando fundé está web. A día de hoy ya tengo los 30. No recuerdo ni un solo día dónde mi sueño y mis energías no hayan estado puestas en Areajugones, en llevar este proyecto lo más alto posible. No me arrepiento de nada, pero mi enfoque en esto fue tan grande que renuncié a muchísimas cosas y perdí otras tantas que perdí hasta la cuenta. Para mí el propósito era claro, luchar contra viento o marea por llevar un proyecto nacido en un garaje hasta el mayor éxito posible. Solo, sin un euro, el inicio de todo esto fue cuanto menos duro.
Tengo la suerte de poder decir que en 2021 lo conseguimos. En 2021 hemos conseguido alcanzar las cifras de las más grandes e incluso superarlas. Hemos llegado a doblar a competidores como 3DJuegos o superar a otras como HobbyConsolas y Vandal, y os hablo con datos auditados en las manos. Pues bien, paradójicamente tanto el final de 2020 como el 2021 los puedo catalogar, al menos de momento, como los peores años de mi vida.
Suena demasiado a cliché, demasiado a una mala película de Hollywood, pero alcanzar mi sueño no me hizo feliz. Aunque realmente no estoy siendo sincero, no es que alcanzar mi sueño no me hiciera feliz, es que no podido serlo, no he podido disfrutarlo.
A finales de 2020 en una exploración médica me encuentran una inflamación que apuntaba en un primer momento a ser un cáncer. Ahí comenzó una odisea que podría haber hecho que por decisión propia no estuviera hoy escribiendo estas líneas. Aunque las primeras biopsias descartaron el cáncer, empezó una búsqueda infinita de enfermedades, incluidos otros tipos de cáncer, en diferentes partes de mi cuerpo. Lo que tenía que ser una noticia positiva se convirtió en pesadilla, durante seis meses estuve día tras día en el hospital, esperando que en cualquier momento me dieran una mala noticia.
Demasiado peso para mi mente. Pude gestionar lo que supone llevar un proyecto como este, estudiar una carrera, un máster y compaginarlo con cientos de cosas más, pero me fue imposible mantener mi mente centrada ante la situación de que mi vida pudiera truncarse en cualquier momento. La incertidumbre me mataba por dentro y ante la dificultad de encontrar lo que me estaba pasando, mi mente se iba desgastando día tras días, hasta el punto que llegué a pensar si valía la pena seguir con esto. Finalmente, por curioso que parezca, esa tortura médica quedó en nada especialmente grave, aunque mi cabeza sigue sufriendo a día de hoy.
¿Por qué os cuento todo esto? Porque Areajugones me salvó la vida, este proyecto que inicié hace tantos años me ha salvado. Muchos de mis compañeros no saben todo esta historia, pero a mí me rescató poder hablar con ellos días tras día. Ellos no sabían en ese momento lo mucho que me estaban aportaban, pues yo también decidí llevar mis problemas de la forma más cauta posible. Me dio vida compartir momentos con ellos, distraerme, empecé a valorar cada interacción con ellos como si pudiera ser la última o al menos, diferente.
Me ayudaba hablar constantemente con compañeros como Óscar o Miguel. Me encantaba recibir algún mensaje de Cristian preguntándome dudas de SEO que le ayudaran con sus post. Las motivaciones de Álvaro o la energía desmedida de David Cruz. También Víctor Rodríguez, que ya no está en la web, me hacía distraer mi mente cuando debatíamos qué titular poner a una noticia u otra. La inocencia de Javier Reglero. Las bromas de Ramón Baylos, las preocupaciones de Urko o las conversaciones chorras con Josep Carceller. Entre todos han conseguido que mi cabeza no estallase en mil pedazos.
Viví siempre obsesionado en lo que quería conseguir y descuidé otras muchas cosas, incluido yo mismo. Cuando la vida se me venía abajo me daba igual tener 11 millones de visitas o 15, solo rodearme de la familia que tenía fuera y la que aquí había construido lo que podía ayudarme. Y no me malinterpretéis, me llena por dentro lo que estamos consiguiendo. 2021 me hizo ver que el trabajo no lo era todo. 2022 quiero que nos traiga salud a todos. Si tenemos salud, ya seremos capaces de afrontar los retos que nos vengan.
Lo que sí me alegra de este 2021, fuera de los números, es que gracias a ellos más gente de esta familia ha podido convertir de esto, su pasión por los videojuegos, en su medio de vida. Ojalá este 2022 también nos permita dar más trabajos y esta industria siga creciendo y mejorando.
*Y desde aquí quiero lanzar un mensaje. Si estáis sufriendo, si lo estáis pasando mal, pedid ayuda. Nadie es mejor ni peor por necesitar de otros. La vida es una mezcla de cosas malas y buenas en las que vamos aprendiendo y mejorando como personas. Pero a veces cabe parar, escucharnos y buscar ayuda si es que nos hace falta.
En 2021 he jugado cero, lo admito, muy poco. Mi cabeza no me ha dejado concentrarme y la apatía ha mandado durante este año. Pero os cuento una cosa, lo que me ha reconectado con los videojuegos y conmigo mismo fue empezar a coleccionar juegos retro. La idea partió como el intento de recuperar aquellas joyas que disfruté de niño para así ver si podía encontrarme a mi mismo en el camino.
A día de hoy puedo decir sigo coleccionando. Es una afición que me reconforta, pues en muchos momentos abrir un juego de Game Boy o de PS1, ver el juego, las instrucciones y todos los folletos que traía, me aportaba paz, una calma que aunque no me iba a durar mucho era una balsa. Así que espero que este 2022 me traiga muchas más joyas a mi colección.
Respecto a lo moderno tengo muchas ganas de ver si Elden Ring me engancha fuerte como consiguió Bloodborne. Y aunque dudo que lleguen en 2022, también pido la nueva entrega de God of War y The Legend of Zelda. Además tampoco estaría nada mal enfadarme un poco menos cada vez que juego un FUT Champions en el FIFA.
Mi mejor experiencia jugando este 2021 os sorprenderá, pero sin duda fue haber disfrutado del primer Metal Gear con mi gran amigo Miguel. ¡Vaya juegazo me había perdido todos estos años!
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