Antes de nada me gustaría matizar dos cuestiones. La primera de ellas es que en su día analicé este Ghost of Tsushima. Lo tenéis en el siguiente link por si os interesa, pero prefiero que os quedéis aquí conmigo. La segunda es que el juego no me enamoró. Fue un buen juego, pero no me enamoró.
Ha pasado un año y es probable que mi perspectiva haya cambiado. Los juegos nos marcan dependiendo de nuestra predisposición a la hora de conocerlos. Es por ello, que quiero recalcar que esta expansión la he disfrutado como no hice antes y lo único que he tenido que hacer es tener las ganas de conocerlo y razones suficientes para perderme en su mundo.
Los malos juicios se producen por falta de información
Recuerdo llegar a casa con 11 años y entregar las notas a mis padres. “Papá, mamá he sacado un 8 en matemáticas”. Sabía que no era suficiente y que debía esforzarme cada día más. Esa exigencia me ha acompañado a lo largo de toda mi vida. No solo conmigo mismo, sino también con los demás. ¿Qué tiene que ver esto con Ghost of Tsushima? Todo. Mi error fue esperar demasiado de un juego sin saber que me podía ofrecer. Sin conocer sus virtudes y sus defectos. Y llegados a este punto entran en juego las expectativas, que siempre juegan una mala pasada y son traicioneras.
En su día fui excesivamente crítico. "Pero Juan, le pusiste un 8 en el anterior análisis". Sí, le puse un 8, pero yo quería más de Ghost of Tsushima, como quise más de mi examen de mates, quizás quería sentir los poderes de Infamous o recordar los robos de mi infancia con Sly Cooper, quería otra cosa de Sucker Punch y no fui justo con el juego. Personalmente siempre espero con mucha ilusión y ganas todos los exclusivos de PlayStation y cuando cogí Ghost of Tsushima me dejé llevar por mi mente en vez de guiarme por las sensaciones y lo que el juego tenía que contarme.
Ahora, que vivimos una época donde el juicio se hace con un tráiler de 30 segundos, he decidido cambiar mi actitud. No pedir explicaciones ni preguntar por qué pasa esto o lo otro. He decidido perderme en su mundo; descubrir el pasado de Jin; liberar poblados de mongoles y correr detrás de unos cuantos zorros. He disfrutado del camino porque mis expectativas han desaparecido y verlo con ojos inocentes me ha permitido conocer un juego donde perderse se ha convertido en el mejor de los pasatiempos.
El encantador de serpientes
Tsushima es como un cuadro. Te podrías quedar horas y horas contemplando cada detalle, cada partícula, cada haz de luz y de repente cuando quieres darte cuenta has pasado más de 6 horas pegado a la televisión. Tiene esa capacidad de atrapar y de embelesarte. Podríamos decir que es una especie de encantador de serpientes donde lo único que tienes que hacer es seguir su ritmo. Es entonces cuando empiezas a disfrutar de él. Si el juego marca el tempo el resto es fácil: hay que dejarse llevar.
Han sido 20 horas de este Iki Island y mi conclusión ha sido más que satisfactoria. Cuando un juego te deja con ganas de más sabes que es un buen juego. Ha sido el contrapunto perfecto, ya que desde mi punto de vista, lo que hace que un juego tenga alma son sus personajes. En esta expansión descubrimos parte de la historia de Jin y de cómo con luces y sombras se convirtió en samurai. Lo sé. Es un videojuego, pero me vale. Para llegar a donde quieres tienes que conocer las dos caras de la moneda.
El DLC es un broche perfecto, porque si en su día me quejé de que Jin Sakai me pareció un personaje más plano a lo que PlayStation acostumbraba a crear, el DLC investiga en su pasado para conocer más su historia, empatizar con el personaje y acercarlo a otros grandes como Kratos, Aloy, Ellie y compañía.
¿Os pasa que cuando alguien no os cae bien o algo no os gusta estáis como más atentos a sacarle todos los fallos posibles? A mi al menos sí, y, siendo sinceros con vosotros, debo reconocer que mi yo de hace un año quizás lo hizo con Tsushima. En mi análisis anterior comenté que estábamos delante de un juego de luces y sombras, pues era capaz de ver las luces y al mismo tiempo me empeñé inconscientemente en buscar las sombras. Buscaba cada piedra a ver si una tenía mal hechas las texturas.
Con este Director's Cut además es que ni empeñándome. La llegada del juego a PS5 maximiza todo lo que es Ghost of Tsushima. Si su mundo era precioso ahora lo es todavía más. Disfrutar del juego a 60fps o alcanzar una resolución 4K es algo que se nota desde el primer minuto y que hace más grande esta experiencia recorriendo el Japón feudal.
No te arrepientas del pasado, aprende a través de él
Siempre me exigí mucho, siempre me exigieron mucho. Eso me hizo entre otras cosas fundar esta web desde cero, desde mi habitación cuando apenas tenía 18 años. Pero a medida que creces, si tienes suerte, aprendes. Yo en este último año aprendí muchas cosas que hacen que la persona que analizó el juego base sea muy diferente a la que hoy escribe sobre este Ghost of Tsushima Director's Cut. Aprende de los errores, aprende de los fracasos y aprende a disculparte. Este texto es mi disculpa con el juego y conmigo mismo.
Siempre me exigí mucho, siempre me exigieron mucho. Eso me hizo entre otras cosas fundar esta web desde cero, desde mi habitación cuando apenas tenía 18 años. Pero a medida que creces, si tienes suerte, aprendes. Yo en este último año aprendí muchas cosas que hacen que la persona que analizó el juego base sea muy diferente a la que hoy escribe sobre este Ghost of Tsushima Director's Cut. Aprende de los errores, aprende de los fracasos y aprende a disculparte. Este texto es mi disculpa con el juego y conmigo mismo.
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