En esta vida, todos tenemos nuestras debilidades. Para algunos, es la cerveza. Para otros, el fútbol. Para unos más, puede ser creer en la movilidad social ascendente, y así sucesivamente hasta el extenso infinito que trae consigo la existencia humana. Sin embargo, yo soy un tipo más simple, nacido en los albores de una familia austera, forjado en el fuego de lo sencillo, naturalizado en las tierras de lo tradicional. Por lo tanto, mi debilidad no es ni más ni menos que los videojuegos que enamoran. Mi debilidad es Lies of P.
Y es que, a pesar de que lo había anticipado meses atrás, a pesar de que con una simple demo ya lo había tildado como uno de los mejores soulslike de la historia, nunca me hubiese adelantado a las sensaciones que el título de NEOWIZ iba a producir en mí. Pensar que sería uno de los títulos más destacados del género es una cosa, pero volver a experimentar las mismas sensaciones que FromSoftware ha generado en mí en la última década es algo que, en definitiva, no habría imaginado jamás. Porque Lies of P es una obra maestra como ninguna otra de su estilo.
Una historia… ¿conocida?
Lies of P sitúa su historia y mitología en torno a Pinocho, la mítica fábula de Carlo Collodi. A partir de tal premisa, es fácil identificar los elementos que el estudio tomó en aras de dar forma a su narración: Geppetto, el Hada Azul, Pepito Grillo, las marionetas, las mentiras... todas estas son variables que hacen acto de presencia en la obra, convirtiéndola hacia la familiaridad. No obstante, ni la más extensiva sabiduría sobre los vaivenes de Pinocho les permitirán prever la amplia personalidad y unicidad que ofrece la campaña en todo momento.
Aludiendo a ello, el título cuenta con un argumento sólido que destaca por la magnífica reimaginación de un trabajo cultural tan popular. Por medio de inesperados giros de guion, figuras secundarias que irradian carácter y un llamativo tratado constante sobre la naturaleza humana, junto a innumerables secretos de toda índole que, tanto en la primera hora como en la última, te hacer anhelar hasta el más ínfimo recoveco de Krat, Lies of P te atrapa para no soltarte nunca; ni siquiera en NG+, donde más razones que solo las jugables te conducirán a terminarlo nuevamente.
Atender a los diálogos y solicitudes de los NPCs, leer las historias tras los ítems y los coleccionables, escuchar la letra de los vinilos desperdigados a lo largo de la ciudad u observar con detenimiento la preciosa escenografía son parte indivisible de una experiencia narrativa tan densa como inmersiva. La complejidad de su hilo argumental tan solo es equiparada por el interés que sabe generar en el jugador de cara a desentramarlo, pues entiende con suma especificidad que Lies of P se siente mejor cuando no solo se juega, sino que también se vive.
Cuando la elegancia se vuelve grosería
A día de hoy, probablemente hayas oído hasta la saciedad frases de la estirpe de "su combate es como una danza", "las peleas son un baile" o "Bloodborne no saldrá en PC; supéralo". Tú, al igual que yo, estamos cansados tanto de los símiles repetitivos como de las proyecciones pesimistas, así que aquí no haremos ninguna de las dos. En cambio, lo que haremos será describir Lies of P tal y como es: un videojuego cuyo combate es tan elegante y sofisticado que da la vueltahasta convertirse en una carniceríade sangre y metal.
Un ciclo bélico y precioso que, cabe aclarar, manifiesta una gran adecuación al argumento de la obra: la decadencia de una sociedad que solo brilla en la superficie. Lies of P, gratamente, logra captar la estética de esa frivolidad por medio de sus mecánicas, alternando entre enfrentamientos refinados entre usuarios de diversos artefactos cuerpo a cuerpo y encuentros con abominaciones, robóticas y demás, que recuerda la inclemencia del contexto en el que desarrolla la historia. Un ciclo bélico y precioso que, huelga aclarar, es tan entretenido como exigente.
Con una amplia variedad de armas, que oscilan desde espadas hasta mazas, desde dagas hasta alabardas, desde consumibles hasta un brazo mecánico con distintas utilidades como acortar distancias o infligir daños de estado, desde talismanes con bonificaciones pasivas hasta artilugios defensivos, Lies of P concibe múltiples estilos de juego, todos con el mismo grado de factibilidad y entretenimiento. Pese a lo visto en la demo -detalle en el que NEOWIZ, por fortuna, me ha hecho retractar mis palabras-, no existe una decantación hacia una forma jugable u otra: puedes ser ligero y esquivar, puedes ser robusto y deflectar o puedes mantener un equilibrio entre ambas instancias, pero siempre podrás escoger sin sacrificar la viabilidad de tu build.
De tal forma, el juego posee una cualidad polifacética indispensable para los títulos del género, misma que se enmarca dentro de sistemas usuales e igual de funcionales: mejora de armas, subida de niveles a través de la misma moneda de cambio que se utiliza para comprar objetos a los diversos mercaderes, habilidades para cada arma -dos, en este caso- y complementos afines. Junto a ellos, Lies of P añade una estructura de ensamblaje de armas que te permite modificar sets de movimientos y poderes especiales de acuerdo con las empuñaduras y hojas a combinar, el cual supone un notable soplo de aire fresco a la jugabilidad por el grado de profundidad que le otorga.
Te gustará Lies of P si...
Te gustan los juegos de FromSoftware. ✅
Te gustan los desafíos justos pero demandantes. ✅
Estás vivo. ✅
Jefes y niveles: Una clase magistral de diseño
En cualquier caso, la clave fundamental que sitúa a Lies of P por encima de cualquier congénere que este servidor haya podido disfrutar estriba en el diseño de sus jefes y niveles. Salvo la mismísima FromSoftware, Hollow Knight y quizá un par de metroidvanias más, jamás había tenido la oportunidad -o, mejor dicho, la dádiva- de presenciar un trabajo tan sobresaliente y pulcro. El estudio ha hecho un trabajo fenomenal tanto en materia de dificultad, pues incluso a pesar de morir decenas de veces no me sentí frustrado ni un segundo, como en materia de espacio, pues la cantidad de veces que me quedé boquiabierto dadas ciertas conexiones entre niveles no fue reducida.
Primeramente, junto a lo estético, los jefes son la máxima expresión de una jugabilidad de por sí impoluta. El diseño artístico que ostentan, el desafío que suponen, el valor que representan, el área y la arena en la que se encuentran... Están pensados milimétricamente hasta el último detalle, hasta el más nimio de sus vértices. La frustración que motiva y la satisfacción que llena son sensaciones que, por cuán exigente suelo ser con el género, difícilmente logro percibir con regularidad, pero Lies of P llevó ambas escalas a dimensiones que solo los más grandes videojuegos pueden alcanzar.
Por si fuera poco, la construcción de tales encuentros, el proceso que te lleva a presenciarlos, es tan buena como la disputa per se. Lies of Pentiende perfectamente que los senderos no son solo el trámite que te conduce a tales picos de jugabilidad, sino que son un factor primario de la experiencia lúdica. El desplazamiento entre punto de control y punto de control es maravilloso porque alberga la exigencia de enemigos comunes que hacen de cada Stargazer -hoguera- un respiro de alivio, porque oculta un sinfín de secretos atractivos y porque está tan naturalmente interconectado que asombra, deslumbra, embelese, engancha e involucra: Krat está vivo porque su arquitectura así lo demuestra.
Mención aparte, he de añadir, para el posicionamiento de los enemigos. En mi vida como jugador, solo Bloodborne había logrado que sintiese horror puro en cada esquina pese a no ser un título de terror. La ubicación consciente de las hostilidades, tanto en forma de bestias y marionetas como en forma de terrenos repletos de trampas, sumada a un uso magistral del sonido como potenciador, recuerdan que la relación lógica y espacial entre la narrativa y la jugabilidad es lo que deslinda a los buenos videojuegos de los clásicos genuinos. Y yo estoy seguro de que Lies of P se sumará a estos últimos.
No te gustará Lies of P si...
... ❓
... ❓
Te preocupa morir cuatro horas contra el mismo jefe después de 40 intentos. ❌
La Belle Époque, o cómo deleitar los sentidos hasta el límite
¿Conoces esa impresión que te genera el estar frente a algo que no solo sabes que es magnífico, sino que también lo sientes? ¿Esa sensación de que, si bien la razón dictamina que, en efecto, estás ante una grandiosidad, al mismo tiempo eres capaz de percibirlo desde la subjetividad? ¿Esa apreciación, prácticamente inequívoca, que te lleva a considerar que la única opción viable es estimarlo positivamente, aunque sientes una calidez indefinible porque estás auténticamente de acuerdo con esa valoración? Pues todo eso es lo que implica Lies of P.
En lo visual, dudo ser muy osado si considero que Krat es de las mejores ambientaciones que he visitado en mi existencia terrenal. Más allá de su interconectividad, que juega un papel importante en mi evaluación, lo cierto es que luce artísticamente majestuosa, y los elementos que la componen solo la avalan aún más. La constante sucesión entre lo steampunk y lo cósmico, entre lo robótico y lo religioso, forman un conjunto alucinante que erizan la piel con cada nuevo pixel recorrido, dentro del que los jefes se erigen como una tremenda oda dicotómica a la belleza y a la fealdad.
En simultáneo, la banda sonora es una suculenta captación de la Belle Époque, y un inexorable canalizador de las sensaciones que Krat, visual y jugablemente, busca infundir en el usuario. De la mano de sonidos ambientales que exponencian la travesía hasta cuanto es humana e inhumanamente posible, Lies of P apuesta por bendecirte la mirada y la escucha hasta que admitas que, sí, crees que es uno de los mejores juegos del año y que no encuentras ningún detalle lo suficientemente negativo como para no darle una nota perfecta. Que es justo lo que, spoiler, spoiler, se encontrarán más abajo.
El mejor soulslike de toda la historia
Siendo las 7:52 de la mañana, hoy viernes 8 de septiembre, reconozco que miro la pantalla sin saber qué escribir para hacer justicia a Lies of P. Me he deshecho en elogios, me he esforzado lo posible por describir su forma sin arruinar su fondo, me he detenido a apreciarlo desde la subjetividad y la objetividad para alcanzar la tesis más certera, pero incluso así siento que no puedo describir correctamente cómo me ha hecho sentir. Lo único, pues, es otorgarle el primer 10 que he dado en mis 10 años como analista.
En conclusión, quizá tildarlo -ahora sí con propiedad- como el mejor soulslike de toda la historia puede que sea una propicia manera de sintetizar lo que pienso de la entrega. Al igual que a Pinocho, me crecería la nariz si no dijese que el único punto negativo, pese a verdadero, solo está allí por rellenar, ya que creo que Lies of P es perfecto en todo lo que se propone. Así, aunque el día de mañana cambie de opinión y encuentre alguna viruta que manche tan fantástica pintura, acepto que no diría nada al respecto tan solo por no empañar la opinión del yo del pasado que se entregó por completo a lo que honesta y sinceramente considera como una obra maestra.
Tratándose del mejor soulslike jamás creado, Lies of P es una absoluta obra maestra que sobresale en la totalidad de lo que se propone. Con una atrapante e inteligente reinterpretación de la fábula de Pinocho, con combates magníficos y exigentes en donde el diseño de los jefes y de los niveles son esplendorosos, con una ambientación sublime y opresiva que enamora con cada paso y con una banda sonora monumental que exponencia cada sensación, nunca ningún videojuego había capturado la esencia de FromSoftware con tal proeza y personalidad, convirtiéndose así en uno de los mejores títulos de 2023.
Historia
Jugabilidad
Gráficos
Ambientación
Banda sonora
La historia es atrapante, con personajes carismáticos y una narrativa muy inmersiva
Cuenta con una vasta mitología que reinterpreta magníficamente las historias de Carlo Collodi
Los combates son profundos, exigentes y con muchas opciones de personalización
Los jefes finales son increíbles tanto en audiovisuales como en mecánicas
El diseño de los niveles impresiona constantemente gracias a su natural interconexión
La ambientación de Krat transmite sensaciones indescriptibles con su torcida y opresiva belleza
La banda sonora es tremendamente hermosa de principio a fin
En todos los aspectos, capta la esencia de FromSoftware tan bien como es humanamente posible
Las pantallas de carga son ocasionalmente extensas
Politólogo a tiempo completo, economista a tiempo parcial. Asiduo al medio interactivo por su capacidad de hacernos vivir las historias, no contarlas. Joven venezolano amante de Bad Bunny, Itachi y los RPGs que busca cooperar en la evolución de una industria huérfana de horizontes.
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