¿Qué esperar cuando no esperas nada? Es una pregunta un tanto extraño pero que se me ha generado incontables veces desde que recibí la pieza de Crash Bandicoot creada por el estudio de First 4 Figures. Ahí está lo grandioso de no esperar absolutamente nada. De pronto te encuentras frente a una pieza que te enamora hasta un punto que nunca imaginaste. Es algo que he experimentado recientemente con esta pieza que hoy os traemos aquí.
El marsupial más famoso del sector de los videojuegos vive actualmente una segunda edad de oro tras su arrollador éxito en la década de los noventa. El personaje hace año ligado fuertemente a PlayStation ha sobrevivido durante todos estos años con títulos de mayor o menor acierto. Sin embargo, desde que la propiedad intelectual fue adquirida por Activision, Crash Bandicoot parecía haber perdido gran parte del encanto que hace años inundaba la pantalla con cada nuevo juego que protagonizaba.
Por suerte, el pasado año 2017, tras el anuncio de la remasterización de las 3 primeras entregas a cargo de Vicarius Vision en el pack de Crash Bandicoot N. Sane Trilogy consiguió que el mítico personaje regresara con fuerza a los videojuegos. Ahora, tras debutar en la mayoría de plataformas disponibles, con más de 10 millones de entregas vendidas, y el prometedor
Crash Team Racing Nitro-Fueled a punto de estrenarse, el personaje disfruta de un protagonismo equiparable al de su debut de las manos de
Naughty Dog.
Una oportunidad que First 4 Figures no ha querido dejar escapar para honrar el gran legado que tan importante personaje ha dejado en el sector de los videojuegos. Sin duda, la marca de 4 dedos de las manos de Crash Bandicoot ya habían dejado una marcada huella en la industria, que por suerte, sigue ahora tan viva como antaño. Por esta, y muchas aventuras que están por llegar, ¡larga vida a Crash!
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